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El matrimonio Gates, líder de los benefactores

Por Yann Mens
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Junio 2018 / 59

Desarrollo: La ayuda de las grandes fundaciones filantrópicas se orienta fundamentalmente hacia los países de renta media y al sector de la sanidad.

El baile lo abre una pareja muy famosa… Según un reciente informe de la OCDE, la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF) supera ampliamente al resto de filántropos que, a lo largo y ancho del mundo, dedican una parte de su inmensa fortuna a la ayuda al desarrollo: 11.600 millones de dólares en el periodo 2013-2015, es decir 4.000 millones más que el segundo y el tercer puesto de la lista (Children’s Investment Fund Foundation y The Susan Thompson Buffett Foundation).

Aunque el pelotón de cabeza está formado por filántropos con vocación internacional, en algunos países (Turquía, México, India, China…) las fortunas nacionales contribuyen a financiar el desarrollo local. Pero en total, matiza la OCDE, las donaciones de los grandes filántropos solo equivalen al 5% de la ayuda pública al desarrollo (APD) anual que aportan los Estados.

Bill y Melinda Gates superan en mucho a otros filántropos

Dieron 11.600 millones de dólares en 2013-2015

La aportación de los grandes sólo es el 5% de la APD

Si, tanto para los financiadores públicos como para los privados, África está en cabeza de las regiones beneficiarias —al menos cuando el dinero se asigna a una zona geográfica precisa—, los dos tipos de donantes no tienen las mismas prioridades. Mientras que el 41% de la APD beneficia a los países menos avanzados, la ayuda de los filántropos va, en su mayoría (67%) a los países de renta media (India, México, Suráfrica, Brasil…). Y en el plano sectorial, dan prioridad a la salud (12.600 millones), muy por delante de la educación (2.100 millones) y la agricultura (1.900 millones). Esta orientación se explica, en gran medida, por el peso dominante de la BMGF, que representa, por sí sola, el 72% de las sumas dedicadas al ámbito sanitario. Y, aunque los donantes privados tienen sus preferencias, en ocasiones diferentes de las de los financiadores públicos, los canales por los que hacen transitar la ayuda son globalmente los mismos, señala la OCDE: las organizaciones internacionales y las ONG.