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“Un movimiento para otro mundo” // Entrevista a Guillaume Mazeau, Historiador de la Revolución francesa

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Junio 2016 / 37

Entrevista a Guillaume Mazeau, Historiador de la Revolución francesa

Nuit Debout refleja la incapacidad de la izquierda, incluida la radical, para responder a los problemas del ciudadano.

Concentración del movimiento Nuit Debout, el pasado 10 de abril. FOTO:  Olivier Ortelpa-cc

Guillaume Mazeau, historiador de la Revolución francesa (Universidad París I) y activo en Nuit Debout París, reflexiona sobre el futuro del movimiento, nacido de una dinámica que inició la película Merci Patron!

¿Qué  caracteriza a Nuit Debout?

Este movimiento es producto de la recomposición política de la izquierda. Da testimonio de una cierta incapacidad por parte de las organizaciones de izquierda, incluidas las de la izquierda radical, a la hora de responder a las expectativas de sus electores y simpatizantes. Nuit Debout se desmarca de las formas tradicionales de movilización, como pueden ser las huelgas o las manifestaciones, a pesar de que realmente sus raíces están en la manifestación contra la reforma de la ley laboral del pasado 31 de marzo. Sin embargo, el movimiento va más allá de pedir la retirada de la ley. Es un movimiento a favor de otro mundo. 

¿En qué se parece Nuit Debout a los Indignados?

Nuit Debout tiene puntos en común con Occupy o con los Indignados, puesto que sus miembros ocupan plazas. Es la afirmación de que el espacio público es un espacio político, abierto a prácticas de diálogo asambleario en los gestos y el respeto de la palabra de los ciudadanos anónimos, el rechazo de cualquier recuperación por parte de las organizaciones. Existe una dimensión de irreverencia en Nuit Debout, una dimensión que forma parte de la cultura contestataria, la de alternativa o la del  jaleo.

Nuit Debout se inscribe también en el contexto del Estado de emergencia. Al tomar la plaza de la República, lugar del duelo posterior a los atentados de París, el movimiento escenifica su rechazo a ese estado de emergencia que se presenta como instrumento para orquestar la caza de quienes son diferentes de la mayoría, como los sin techo o los musulmanes…

¿Ante qué elección y dilema se topa hoy el movimiento?

¿Cómo transformar políticamente toda esta energía? El movimiento es muy diverso. Encontramos en él tensiones sobre qué es la República y qué es el bien común. Algunos se preguntan si hay que tomar partido político y organizarse, si hay que asumir el riesgo de una institucionalización y recuperación institucional. Otros, por el contrario, prefieren dejar que las cosas ocurran, con el riesgo de terminar como el movimiento Occupy, del que se criticó mucho el narcisismo. Es un tema difícil sobre el que zanjar el debate. En este momento estamos en la fase de hervidero de ideas que existe en todos los movimientos de fundación política.

Tiene puntos en común con los Indignados

Otro dilema pasa por la evidencia de que el movimiento no representa a toda la población francesa. Todo el mundo es consciente de eso. Sin embargo, encontramos en él a muchos jóvenes cargados de títulos y diplomas pero que viven en precario, como trabajadores de sonido e imagen, que no vieron con buen ojo las revueltas de las banlieues en Francia que tuvieron lugar en 2005.

¿De qué dependerá el éxito o fracaso de Nuit Debout?

Pues que tenga éxito el movimiento dependerá de su capacidad de encontrar líneas de convergencia con otros grupos sociales con el fin de producir el bien común.