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Un país más pobre y más desigual

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Julio 2015 / 27

La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) constata el empobrecimiento de la sociedad española durante la crisis. 

Más pobres y más desiguales. Así son los españoles si se comparan con los años previos a la crisis iniciada en el año 2008, la más grave desde la llegada de la democracia. Según la última ECV, difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de mayo, los hogares españoles ingresaron una media de 26.154 euros en el año 2013, el 2,3% menos que en el año anterior y el 11,7% menos que en 2009 (1).

La disminución en los niveles de renta –fruto del aumento del desempleo y de la caída de los salarios— ha traído consigo un aumento del riesgo de pobreza entre los españoles. En los cinco años que van de 2009 a 2013 el porcentaje de ciudadanos en dicha situación pasó del 20,7% al 22,2%. El grupo de población con mayor riesgo de pobreza era en 2013 el formado por los menores de 16 años (30,1%), mientras que el porcentaje descendía significativamente entre los mayores de 65 (11,4%). 

Si el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona se situó en 7.961 euros al año, en las familias compuestas por dos adultos y dos menores de 14 años el listón se elevó a 16.719 euros (2). Es importante resaltar que la población en riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación con el conjunto de la población.  

Al repasar la ECV saltan a la vista las grandes diferencias de renta entre comunidades autónomas. El ingreso medio neto de un ciudadano del País Vasco (14.281 euros), Navarra (13.221) o Madrid (12.597) casi duplica al de Extremadura (7.729 euros), Murcia (7.767) o Andalucía (8.079).

El 22,2% de la población está en riesgo de pobreza

La renta media en el País Vasco duplica la de Extremadura

Murcia, con el 37,2% de su población en riesgo de pobreza, es la comunidad en peor situación en ese terreno, seguida de Andalucía (33,3%), Extremadura (33,1%), Castilla-La Mancha (28,4%) y Canarias (27,6%). Llama especialmente la atención el caso de la ciudad autónoma de Ceuta, donde el 43,3% de los ciudadanos está en riesgo de pobreza. El País Vasco es, de nuevo, la mejor comunidad de la clasificación, con sólo el 10,2% de su población en riesgo de pobreza. Le siguen Navarra (11,9%) y Madrid (14,7%), Galicia (15,4%) y Cataluña (15,8%).

En el momento de efectuar la encuesta (primavera de 2014), el 16,1% de los hogares españoles manifestó que llegaba a fin de mes con “mucha dificultad”. El 42,4% no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos y el 45% no se podía permitir ir de vacaciones una semana al año. Una de cada diez familias reconocía haberse retrasado a la hora de pagar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad…).

El 45,1% de los parados estaba en riesgo de pobreza, frente a sólo el  9% de los jubilados. Muchos de estos últimos tienen la ventaja de tener la vivienda completamente pagada frente a aquellos que hacen frente a una hipoteca o un alquiler. Llama la atención que el 14,2% de las personas con trabajo están en riesgo de pobreza, prueba de que tener un salario ya no es suficiente para alejarse de la precariedad.

Entre la población de nacionalidad española, sólo el 15,4% está en riesgo de pobreza. El porcentaje aumenta hasta el 35,7% cuando se trata de inmigrantes procedentes de otros países de la UE y se dispara hasta el 55,4% entre los ciudadanos procedentes del resto del mundo. 

 

(1). Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) realizada en la primavera de 2014 se conocieron a finales de mayo pasado y ofrecen información sobre los ingresos medios de los hogares durante el año 2013. 
(2). Según Eurostat, el umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Como los ingresos no han cesado de disminuir, el umbral del riesgo de pobreza en los hogares de una  sola persona, por ejemplo, ha pasado de 8.763 euros en 2009 a 7.961 en 2013. Es decir, los pobres de hoy son más pobres que los de 2009. Si aplicáramos el nivel de 2009, tendríamos más pobres.