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Radares y lucro privado

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Diciembre 2014 / 20

Creo que, en pro de reducir la siniestralidad, hay que cumplir las normas de tráfico y acepto que se sancione de forma proporcional a la fechoría. Sin entrar a evaluar un afán recaudatorio que me parece evidente por parte del Ayuntamiento de Lleida, me parece grotesco que en siete meses de semáforos con cámara y tres de radares fijos, las más de 11.000 multas impuestas a los conductores hayan reportado unos 370.000 euros a la UTE Arnó-SICE, que se embolsa cerca de un tercio de la recaudación.

Revisando el informe técnico para la adjudicación del servicio, resulta que lo que han recaudado en multas en poco más de medio año, según los datos publicados en los medios, ya permite a Arnó-SICE amortizar los 371.601,47 euros de inversión inicial. Un auténtico caramelito del gobierno de la Paeria en una época en la que, a pesar de la escasez de obra pública, ha sabido conservar “amistades” empresariales forjadas durante tantos años en el poder. Viendo la deuda que acumula el consistorio y las necesidades sociales crecientes, me pregunto por qué el equipo de gobierno hace este enorme regalo a una empresa. Si se mantiene el ritmo de 30 multas por día en radares y 30 más en semáforos rojos, Arnó-SICE ingresará cada año alrededor de 700.000 euros.

Este regalo a una empresa privada va acompañado de otras dudas que afectan a los ciudadanos. A pesar de que ya hay sentencias que han anulado multas por considerar nada fiable el sistema de semáforos con foto, la Paeria no mueve un dedo. Sí aplican la máxima celeridad al cobro de las multas, una prisa para ingresar que contrasta con la calma total que mantienen en la retirada de puntos: ni un solo punto retirado en siete meses, según algunos juristas para evitar “malestar entre los vecinos” a pocos meses de unas municipales.

Òscar Sisteré i Saureu