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La pobreza laboral en el mundo también es pobreza extrema

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Febrero 2014 / 11

SALARIOS DIGNOS

Con todo, España tiene suerte. “La pobreza laboral de los países ricos no se puede comparar con la de las regiones menos desarrolladas”, dice Joaquín Nieto, director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España.

De hecho, en el mundo, la pobreza laboral se mide según la cantidad de dólares al día que se recibe. En Europa, en cambio, se es pobre si se gana menos del 60% de la mediana de los ingresos del país. Ambas fórmulas, en todo caso, son motivo de discusión.
A escala mundial, según la OIT, 397 millones de personas trabajadoras —el 5,6% la población mundial— viven actualmente en pobreza extrema. Ganan menos de 1,25 dólares por día (0,92 euros). Con esta medida, la OIT comprende que no se puede pagar, en ningún país, la alimentación básica.

Otros 472 millones de trabajadores , el 6,7% de la población, no pueden cubrir sus necesidades básicas. Son hogares que viven con 1,25 y 2 dólares per cápita.
Hay también 661 millones de “casi pobres”, viviendo con entre 2 y 4 dólares por día. Es el 25,2% de la clase trabajadora de los países pobres.

Aunque la cantidad de trabajadores extremadamente pobres ha ido bajando lentamente en el mundo, lo ha hecho de forma muy dispar según la región. “En las economías desarrolladas, la crisis ha comportado una ‘doble caída’ de los salarios”, explica el último Informe Mundial sobre Salarios, de 2012. “Los salarios medios disminuyeron en 2008 y de nuevo en 2011. En las regiones emergentes, el crecimiento salarial ha sido, por lo general, más firme, con un crecimiento fuerte en Asia y más modesto en África, América Latina y el Caribe”.

Hay iniciativas internacionales para terminar con la pobreza salarial, basada en trabajos cuasi exclavos, en situaciones de total precariedad como el caso de las trabajadoras del textil. Sindicatos y organizaciones de Asia se unieron para conseguir mejoras en la Alianza por un Salario Digno. Negocian con grandes marcas y fabricantes para conseguir un salario con el que se pueda vivir, algo que en muchos casos es más que el salario mínimo.

 

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