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¿Por qué las mujeres crean menos empresas?

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Octubre 2017 / 51

VERSIÓN EN CATALÁN

Son el 52% de la población y sólo respresentan el 34% de los emprendedores y el 30% de las ‘startups’.

La falta de dinero, de acceso a la financiación, de contactos, de experiencia empresarial y la doble jornada laboral hacen que las mujeres estén mucho menos presentes en la emprendeduría. Eso, a pesar de que las que logran emprender tienen empresas que fracasan menos que las de los hombres y que las mujeres son deudoras más fiables, porque devuelven con mayor seguridad los créditos.

Según el último estudio estadístico sobre emprendeduría femenina de la Comisión Europea (Statistical Data on Women Entrepreneurs in Europe - 2014), las mujeres sólo representan el 34,4% de los emprendedores, y el 30% de las startups (empresas de base innovadora o tecnológica),  a pesar de ser el 52% de la población.

“La creatividad y el potencial emprendedor [de las mujeres] son una fuente de crecimiento económico y de empleos no explotada y que debería desarrollarse más”, reconoce el documento de la Comisión.

La Startup South Summit, un evento anual reconocido y financiado en parte por la Unión Europea, que conecta a los emprendedores más innovadores con los inversores mundiales más importantes y las empresas que buscan innovar,  ha contabilizado que sólo el 17% de las startups que participan en su evento están dirigidas por mujeres, y que sobreviven el 52% de ellas, casi un 20% más que las empresas emergentes dirigidas por hombres.

 

POSIBILIDADES

¿Por qué sucede esto? “Ellas vienen con menos capital inicial y con menos posibilidades”, dice Sara Berbel, directora de la oficina de impulso empresarial Barcelona Activa, que cuenta, entre otros medios, con la Escuela de Mujeres Profesionales. “Todo está relacionado con el papel de las mujeres: de trabajos no remunerados, de cuidados. Cuando finalmente logran emprender, lo hacen en sectores que están menos valorados, la dependencia, los temas sociales. En Barcelona Activa intentamos generar lo que no se tiene, como una red de contactos, apoyos para la financiación y otros”.

Existen escuelas para el emprendimiento de mujeres distribuidas por toda España, ya sea bajo el paraguas del Estado o de una empresa privada, como los bancos. Pero no hay dinero exclusivo para ello. Durante el mandato del socialista  José Luis Rodríguez Zapatero se llegaron a dar ayudas a las mujeres emprendedoras de hasta 6.000 euros. Con la crisis, esas ayudas han desaparecido. Lo que sí existen son créditos y avales para la emprendeduría femenina, pero no todas se animan a meterse en un crédito si no están seguras de que podrán devolverlo.

María Benjumea, fundadora de Spain Startup, explica que las mujeres son más conservadoras en cuanto al riesgo y al gasto,  lo que las hace menos proclives al fracaso, aunque también menos dispuestas a emprender y a endeudarse.

La cooperación internacional tiene claro que las mujeres son el motor del cambio y por ello hay infinidad de programas específicos para el emprendimiento femenino. Se ha demostrado que apoyando el emprendimiento femenino se puede erradicar la pobreza, no sólo de las mismas mujeres, sino de toda la comunidad.

A escala europea, donde hay ayudas para mujeres es en el ámbito de la innovación. Se busca ampliar la cantidad de mujeres en terrenos de alto impacto en el mundo que  viene, el digital.

 

 

Este artículo se ha realizado con ayuda económica del Ayuntamiento de Barcelona. El contenido del mismo lo ha decidido la redacción de Alternativas Económicas, que lo ha elaborado de acuerdo con sus propios criterios periodísticos. Todos los artículos de la serie “Economía feminista” son responsabilidad exclusiva de Alternativas Económicas.