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Los retos de la economía solidaria

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Octubre 2016 / 40

Montreal: La reunión mundial de referencia de la Economía Social y Solidaria debatió experiencias con mucha presencia peninsular

Los debates de la economía social y solidaria en Montreal fueron muy concurridos. FOTO: @GSEF2016

Durante cuatro días (del 6 al 9 de septiembre), parte importante de la economía social y solidaria (ESS) mundial, se encontró en el GSEF 2016 (Foro Global de la Economía Social) de Montreal (Quebec, Canadá). Cerca de 1.500 personas, provenientes de 330 ciudades de 62 Estados (por tanto, también, de casi un centenar de realidades nacionales), debatieron, intercambiaron experiencias y presentaron propuestas sobre cómo en las ciudades, los gobiernos locales y la acción colectiva y ciudadana, deben y pueden responder al incremento de las desigualdades socioeconómicas y al desafío medioambiental que el capitalismo depredador ha intensificado, aún más, desde 2008.

Parte de la ESS peninsular estuvo presente, a partir de la pluralidad y la plurinacionalidad, y así cabe destacar la delegación catalana con las ponencias de Coop57 y el Ayuntamiento de Sabadell, las tres del Ayuntamiento de Barcelona compartidas con la XES y ETCS, las dos de BarCola-Procomuns.net,  y también el Ayuntamiento de Miranda de Azán (Salamanca) , las presentaciones de Bilbao y Mondragón, y la siempre intercooperadora presencia de REAS Madrid (véase la crónica de Tangente en el portal de REAS ). Además de otras participaciones de estas instituciones, entidades y otras de la ESS peninsular en grupos de trabajo y diferentes momentos y espacios.

En su tercera edición (las dos primeras tuvieron lugar en Seúl en 2013 y 2014), el GSEF 2016  acordó, en su Declaración de Montreal, cinco resoluciones “para, con y mediante la ESS, promover otra economía desarrollada desde las ciudades”: 1) el reconocimiento del papel central de las organizaciones de la ESS para superar los dos retos citados y para promover una renovación de la democracia participativa; 2)multiplicar los espacios de gobernabilidad compartida; 3) construir un movimiento inclusivo para todas las mujeres y hombres, de todas las edades y orígenes; 4) establecer colaboraciones públicas, privadas y colectivas para responder a las necesidades y las aspiraciones comunitarias, y 5) compartir visiones, experiencias y éxitos para promover la innovación en y de la ESS, en particular mediante el nuevo proyecto C.i.T.I.E.S.  (fundado en el mismo GSEF de 2016) con la participación como ciudades fundadoras de Seúl, Montreal, Barcelona  y Bilbao-Mondragón. Y cabe añadir  que el próximo GSEF, en 2018, se celebrará en Bilbao, Euskadi. 

Prioridades: desafío medioambiental y desigualdades

La próxima edición, en 2018, será en Bilbao y la primera en Europa

Como las mismas resoluciones reflejaron, en el GSEF se mostraron las diversas orientaciones de la ESS, con una notable hegemonía de la economía solidaria más transformadora, en los talleres, grupos de debate y trabajo, y en los pasillos y, por tanto, en las intervenciones plenarias desde la platea. Hubo un sesgo más moderado en parte importante de las intervenciones institucionales, empezando por los gobiernos de Montreal y Quebec y continuadas por organismos supraestatales. No obstante, hubo excepciones  institucionales significativas, como la del primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello,  apelando a la construcción de alternativas al capitalismo, y la de Maxime Pedneaud-Jobin, alcalde de Gatineau (ciudad del oeste quebequés), que destacó cómo  la política pública, con la ESS, genera comunidad. En muchos niveles  se mostró el interés hacia la ESS en las ciudades peninsulares en general, y en particular en los ayuntamientos del cambio, en especial Barcelona. 

 

REFERENCIA MUNDIAL

Asistentes al encuentro de Montreal, durante un descanso. FOTO: @GSEF2016

Sin lugar a dudas, la celebración del GSEF 2016 en Montreal y Quebec se ha debido al hecho de ser el territorio de referencia mundial para la ESS desde 1996 y, en otras actuaciones, con la creación del Chantier de l’économie sociale.  Asimismo, el propio GSEF, con sus contenidos, organización, declaraciones, liturgias formales, intercambios de todo tipo y, sobre todo, con las visitas e intercambios  de conocimiento en días previos y posteriores,  nos ha permitido hacer un balance subjetivo, que busca claves de análisis para la transferencia (o no) para la realidad de Barcelona y Catalunya, y en parte, para otras zonas peninsulares. Así, se ha puesto de manifiesto el cambio de velocidad y de etapa de la ESS quebequesa; una mutación interesante por la parte social e inquietante en la política que, según mi opinión, se puede sintetizar a modo de DAFO: a) F: la fortaleza de la plenitud de los instrumentos e instituciones creadas por el movimiento organizado (Chantier, Financiación y Fondos RISQ, FIDUCIE, etc.) fruto del trabajo colectivo y que relatan personas referentes como Nancy Neantam, Patrick Dugay y Margueritte Mendell; b) O, la oportunidad de transferir la experiencia acumulada en veinte años de notable teoría y aún mejor práctica, que además se personaliza en el relevo  generacional (Jean-Martin Aussant, Béatrice Alain), nuevos instrumentos (TIESS) y nuevos proyectos (C.i.T.I.E.S); c) D, como debilidad, la insuficiente conexión entre las experiencias más alternativas promovidas por las nuevas generaciones de activistas jóvenes que observan la misma ESS como demasiado institucionalizada, a pesar de la existencia de  múltiples prácticas comunitarias en muchos barrios y distritos; d) A, la amenaza, inquietante, de unos gobiernos liberales (en los tres ámbitos local, quebequés y federal) que mediante su tendencia business friendly y austericista, han cancelado la financiación de procesos y proyectos de revitalización urbana y socioeconómica (CDEC ) bajo la coartada de la eficacia y del nuevo emprendimiento, llevándolos al cierre. Y, paradoja (o no), recentralizando y burocratizando  a “fuer de liberal”.

Los debates bascularon entre la moderación y la transformación

La experiencia de Barcelona es observada con gran interés

La ESS es, sobre todo, procesos, y tenemos por delante unas cuantas citas donde profundizar sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para la ESS de Montreal y Quebec, y su transferencia e intercambios con y para la ESS peninsular. Algunas de estas citas son inmediatas.En Barcelona, la mañana del jueves 20 de octubre (en el auditorio de Barcelona Activa y organizado por el Comissionat d’Economia Cooperativa, Social i Solidària ) se podrá escuchar a Béatrice Alain, del Chantier de l’économie sociale, explicando la experiencia de Quebec en el Segundo Encuentro Internacional de Municipalismo y Economia Solidaria (inscripciones en comissionat.economiasocial@bcn.cat). También en diferentes momentos de la quinta Fira d’Economia Solidària de Catalunya. La próxima edición, en 2018, será en Bilbao y la primera en Europa

Finalmente, en este proceso de la ESS, el alumnado peninsular e ibérico puede afirmar que está cercano el momento de mirar a los ojos con gran agradecimiento y estima mutua a las maestras quebequesas. Sí, Montreal y Quebec están lejos geográficamente, pero más cerca en el proceso de la ESS gracias también a su voluntad de compartir: con el énfasis de que las trayectorias, en el ámbito institucional, tienden a cruzarse en sentidos opuestos. Ahora la implicación y la voluntad política está en ciudades como Barcelona, y ésta es observada con satisfacción y esperanza por  las maestras  de la ESS de Montreal y Quebec… Tan lejos, pero  tan cerca. Y como proclama todos los años el Encuentro Internacional de Barcelona, ¡el proceso consiste en descubrir, aprender y cooperar! En eso estamos trabajando.

* El artículo expresa sólo opiniones personales del autor.