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Las respuestas de la economía social

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Febrero 2014 / 1

Durante los más de cinco años trascurridos desde que en 2008 estalló la crisis económica mundial, conocida como la Gran Recesión, los ciudadanos no han permanecido con los brazos cruzados. Paralelamente a las luchas políticas y sociales contra los millones de empleos perdidos, los recortes de derechos y el empobrecimiento masivo, han surgido centenares de iniciativas constructivas en busca de una nueva organización económica y social más justa y sostenible. Una sociedad alternativa emerge cada vez con más fuerza en torno a nuevas ideas que se conocen como la Economía Social y Solidaria, la Economía Colaborativa y la Economía del Bien Común. Dicho con otras palabras, cada vez son más numerosas las alternativas para vivir de una manera que permita reconciliar la economía y la sociedad.

Muchas alternativas a los fallos del sistema capitalista contaban ya con una larga y experimentada trayectoria que la profundidad de la crisis actual ha reavivado. Las respuestas abarcan cada vez más un mayor número de ámbitos: las alternativas alcanzan a la propia estructura de la propiedad de las empresas como es el caso de las cooperativas de trabajo asociado. Los cambios aparecen también en el sistema financiero, con la aparición de la banca ética, el crowdfunding y las monedas alternativas. En el mundo de los servicios han surgido infinidad de iniciativas como las cooperativas de consumo, el comercio justo y el intercambio de viviendas. Con la persperctiva de una economía sostenible se han creado nuevas fórmulas organizativas en la gestión energética, el reciclado, el carsharing, el bicing, el coworking y numerosas actividades en el campo de la cultura y el ocio con la aparición de nuevas publicaciones, salas de teatro, cine...

ECONOMÍA PARA LAS PERSONAS

Conocedores del interés de los lectores por estas novedosas formas de organización económica y social, Alternativas Económicas ha dedicado este primer Extra a dar a conocer estas experiencias que intentan armonizar la economía con la vida de las personas. Las ideas que bullen en las mentes de los jóvenes están fructificando en un impresionante número de proyectos que ya es imposible exponer en su totalidad. En esta primera publicación lamentamos los olvidos, que solo pueden atribuirse a nuestro desconocimiento o a las propias limitaciones de espacio.

Las organizaciones de la Economía Social y Solidaria como las cooperativas y las asociaciones mutualistas son hoy una respuesta al modelo de corporate governance, que durante las últimas décadas ha dominado la gestión de las grandes empresas. El corporate governance exige a los gestores supeditar toda su acción a los intereses de los accionistas, considerados los legítimos propietarios de las empresas. En la lógica liberal, bajo el principio de “crear valor para el accionista” toda la actividad empresarial debe acabar configurando un sistema que tiene que conducir a empresas más eficientes que redunden en beneficio de todo el mundo. La actual crisis económica ha demostrado los resultados catastróficos en términos de empleo y desigualdad de este modelo empresarial que antepone toda la actividad al logro de beneficios.


LAS COOPERATIVAS RESISTEN MÁS

Las cooperativas de trabajo asociado, que dan prioridad al empleo sobre el beneficio y anteponen la democracia al autoritarismo, están resultando más resistentes a la crisis. Así, vemos que desde 2008 el empleo en las empresas convencionales ha caído en España un 20%, mientras que en las cooperativas el descenso ha sido del 12%, según el catedrático José Luis Monzón, codirector del Observatorio Español de Economía Social. Al mismo tiempo, la creación de cooperativas ha continuado en los años de crisis. En 2012 se constituyeron 733 cooperativas de trabajo y entre enero y septiembre de 2013 otras 738.

En el campo financiero, la indignación de los ciudadanos ante los múltiples abusos bancarios (preferentes, subordinadas, ejecuciones hipotecarias, cláusulas suelo); el elevado coste público del saneamiento bancario (172.302 millones de euros); los estratosféricos salarios de sus ejecutivos y la falta de crédito han favorecido la aparición de una banca alternativa. Durante los años de crisis, la banca cooperativa ha ganado 500.000 socios y ha aumentado su participación en el mercado del crédito. La incipiente banca ética (Fiare, Triodos, Coop57) está experimentado un crecimiento exponencial. A finales de 2012, los bancos sin ánimo de lucro administraban más de 915 millones de euros, el 60% más que el año anterior y seis veces más que en 2007.

Como alternativa a la falta de crédito han aparecido nuevas fórmulas de financiación como el crowdfunding (micromecenazgo). Gracias a Internet es posible recoger una multitud de pequeñas aportaciones que pemiten financiar muchos proyectos y empresas.

Cuando muchos ciudadanos carecen de todo tipo de ingresos (más de 600.000 familias en España no reciben ingreso alguno), vivir sin dinero se ha convertido en una realidad forzosa. En varias ciudades han aparecido nuevas monedas que facilitan el intercambio de bienes y servicios especialmente entre las actividades de la economía social. En Catalunya ha aparecido el Ecosol, en Sevilla, el puma; en Canarias, el zoquito, y así hasta un centenar de nuevas monedas en España y más de 2.000 en el mundo.

Compartir los bienes es otro de los grandes cambios que están configurando una economía colaborativa en busca de un sistema más sostenible. Así, ha aparecido el carsharing, un sistema que permite compartir los coches, o el bicing, que posibilita pedalear por la ciudad sin bicicleta propia.

El espíritu de compartir es cada vez más amplio: intercambio de casas, bancos de tiempo, reciclaje o residencias de mayores autogestionadas son buenos ejemplos. Con la perspectiva de la sostenibilidad está surgiendo un mundo que tiene cada vez una mayor visibilidad en las ferias de Economía Social y Solidaria.