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“El cambio climático no puede depender del mercado” // Swanhild Klink, Neue Effizienz

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Enero 2020 / 76

Swanhild Klink (Karlsruhe, 1991), economista experta en temas medioambientales, es la coordinadora de proyectos de Neue Effizienz.

¿Cómo logran involucrar a actores tan distintos, y a veces enfrentados, en un proyecto común?

En Alemania no es nada raro trabajar conjuntamente en proyectos comunes, sobre todo a nivel regional. En las apuestas comunes, que benefician a todos, no suele haber conflicto político y todos los actores quieren estar presentes porque ven que ganan con ello.

Para lograr proyectos de éxito, como el trolebús eléctrico BOB, se necesita también aceptar que otras apuestas no acabarán logrando sus objetivos. ¿Esta idea se acepta con normalidad?

Es importante tenerlo claro. Nosotros somos conscientes de que no todos nuestros proyectos tendrán una aplicación práctica tan exitosa. En ocasiones, simplemente porque los fondos se agotan. Muchos programas financian solo cosas nuevas, sin dar tiempo para testarlas. Es una obsesión que a veces impide desarrollar las buenas ideas que ya se tienen.

Se suele decir que para ello ya está el mercado.

¡Pero no se puede dejar todo en manos del mercado! Y todavía menos estas cuestiones de innovaciones y avances relacionados con el medio ambiente. La lucha contra el cambio climático no puede depender del mercado, que no siempre tiene los mismos intereses que la vida. De todas formas, los proyectos que no llegan a tener una aplicación práctica tampoco hay que verlos como fracasos: quedan a disposición de otros investigadores o de gestores de otras ciudades y regiones que quieran continuarlos.

¿Las ciudades entienden que también se tienen que implicar en la lucha contra el cambio climático y que no vale excusarse en que el problema es global?

Algunas sí, otras no tanto; depende sobre todo de la conciencia de los alcaldes y alcaldesas. Pero en Alemania tenemos un plan nacional que impone reglamentos y acciones a todas las ciudades y regiones para reducir las emisiones e ir cambiando la economía. Por suerte no es fácil esquivarlo.