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'Minidiccionario' // Un nuevo y críptico lenguaje

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Febrero 2018 / 55

‘BLOCKCHAIN’

Es una nueva manera de almacenar, registrar y transferir información entre una red de ordenadores totalmente descentralizada. Imagínese en enorme libro de registro distribuido, donde cada transacción es verificada por y queda anotada en todos los nodos de la red de ordenadores. Si en una hoja de Excel cambia un dato, el cambio consta en todos los ordenadores. La información pasa a ser inmutable. No se puede manipular, a menos que se manipularan todos los ordenadores de la red (ésta funciona por consenso y para manipular un dato habría que poner de acuerdo a miles de personas en todo el mundo). Cuanto más extensa, más difícil. Se llama blockchain (‘cadena de bloques’) porque las transacciones se registran en secuencias de bloques de datos.

Es un golpe mortal a los intermediarios. ¿Tiene sentido pagar al Registro de la Propiedad? ¿O a un notario para hacer testamento? ¿Y si quedaran registradas todas las donaciones a partidos políticos, imposibles de borrar? ¿O saltarse a los bancos para realizar transacciones financieras? Las criptomonedas, como bitcoin, son sólo una de las aplicaciones que puede tener esta tecnología; por ahora, la que la ha hecho famosa. 

Muchas empresas que operan como intermediarias pueden sentirse amenazadas, pero a la vez ven el potencial de eficiencia y control de costes que significa esta tecnología. De ahí que, para frustración de los impulsores de los registros públicos abiertos, plantean redes privadas, es decir, a las que no pueda acceder cualquier persona. Es de enorme interés para compañías que manejan una ingente piscina de datos de personas. Pensemos en Facebook, Amazon o Google, que lo saben casi todo sobre nosotros. Comprar un objeto o un viaje y que nadie pueda rastrear la operación para deducir los propios gustos ni preparar el terreno a los anunciantes interesados. 

 

‘SMART CONTRACT’

Los llamados contratos inteligentes son acuerdos que se ejecutan automáticamente cuando se producen los hechos pactados.  Por ejemplo, que al cumplir sesenta y siete años se libere un plan de pensiones privado. O que cuando la mercancía de un proveedor llegue a su destino en buen estado, el sistema pague. O que se traspase una propiedad en caso de divorcio. O que se intercambie energía producida por las placas solares de un particular a otro particular, precio de venta incluido. Sin bancos, notarios, abogados ni gestores. 

Bitcoin fue la criptomoneda pionera y no permite este tipo de contratos, pero las que se han lanzado después han corregido este déficit. La plataforma Ethereum, además de servir como medio de intercambio a través de la criptomoneda ether, se está popularizando porque tiene la posibilidad de cerrar contratos inteligentes. Para entendernos, son contratos normales, pero en realidad detrás hay un programa de ordenador, con unas cláusulas que, al cumplirse, prevé ejecutar el código. 

 

‘TOKEN’

Amenudo se habla de criptomonedas y de token como si fueran sinónimos, pero en realidad no son lo mismo. En ambos casos podemos imaginar las fichas de un casino o las pulseras con las que se paga en los complejos hoteleros en régimen de todo incluido. Pero en el caso de los token hablamos de fichas con algún, digamos, propósito. Hay un proyecto (absurdo o revolucionario) detrás. Por ejemplo, Golem, un proyecto para crear un superordenador sumando la capacidad de cómputo de muchos pequeños ordenadores de personas que no los están usando. Es una alternativa descentralizada a que una gran corporación alquile un superordenador. Si quieres usar uno, pagas en Golem. Sin intermediarios. Si muchos se apuntan al proyecto, el valor del Golem sube. 

 

ICO

Una Initial Coin Offering (ICO) viene a ser una emisión de token por una empresa o alguien con un proyecto. Sirve para financiarse con el dinero de la gente que crea en él. Es un modo de levantar dinero. No hay cálculo de riesgos, sólo una descripción del proyecto (White Paper). Por eso, las ICO son una cuestión que preocupa a los reguladores: hay proyectos sólidos en busca de financiación y hay estafadores a la busca de ilusos.

Por ejemplo, Home Meal, empresa de Nostrum que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil, quiere levantar 50 millones de euros para costear su plan de expansión y con este fin prepara una ICO para poner en circulación su moneda, imaginemos que un ticket-restaurante pero digital. Adquirir token no significa comprar acciones de la firma. Es una especie de crowdfunding que no convierte a los participantes en copropietarios, sino en personas que añadan valor o apoyen el proyecto.  

 

‘MINERÍA’

El proceso de minado consiste en registrar  las transacciones que van teniendo lugar utilizando criptomonedas como el bitcoin, de modo que va expandiéndose la cadena de bloques de datos. Así, una red de ordenadores compite entre sí para encontrar soluciones a problemas matemáticos cada vez más complejos para verificar que los bitcoins utilizados en una transacción no se hayan gastado en otra parte. Los mineros crean nuevos bitcoins —es el modo de emitir moneda— con su trabajo, y son recompensados con bitcoins. El algoritmo está programado para que las operaciones sean cada vez más difíciles y la recompensa, menos bitcoins (que se supone que irán valiendo más, al haber un número máximo de bitcoins).