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“Las capacidades sociales pondrán por delante a las mujeres”

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Abril 2020 / 79

Guayente Sanmartín

Directora general de Impresión de Gran Formato de HP

“Las capacidades sociales pondrán por delante a las mujeres”

Guayente Sanmartín nos recibe en su segundo hogar: la compañía HP. Abre las puertas de su mundo para explicar su visión del futuro del empleo y del papel de la mujer en el trabajo y en la empresa.

¿Cómo será la vida dentro de 20 años? ¿Moriremos todos?

Hay un libro que se titula Abundance que dice: "el futuro es mejor de lo que crees". Cuando comencé a leerlo pensé que era un libro que me quería creer y de todas las teorías que hay, esta es la que me he creído. Lo que dice el libro es que las nuevas tecnologías nos van a ayudar a solventar los mayores problemas del mundo. Por ejemplo, gracias a estas nuevas tecnologías se podrá desalinizar el agua, de modo que tendremos la capacidad de tener agua donde antes no había... Y nos ayudarán a que la educación sea para todas las personas, y también mejorará mucho la tecnología en temas de salud... Estamos al borde de un cambio de ciclo.

La pregunta es si llegaremos todos. De pronto, parece que hay un montón de amenazas que podrían matarnos ya: el cambio climático, ahora el coronavirus…

Soy de las que ve el vaso medio lleno. Creo que las tecnologías nos ayudarán. Por ejemplo podremos generar plásticos de otro tipo, no tendremos que viajar porque podremos vernos en viajes holográficos, nos ayudará a parar el cambio climático, las enfermedades, a estar mejor comunicados, a la educación. Cuando hablas de las grandes amenazas, me viene a la mente un Ted Talk, en la que se habla de las grandes mentiras de este siglo. Una de ellas es que vivimos mucho peor que la generación anterior. Es verdad. Hay mucha gente enferma. Pero si miras las estadísticas, verás que hay mucha menos que hace siglos. La educación es mayor, mueren menos niños al nacer y hay menos países en guerra que en ningún momento de la historia. Lo que pasa es que estamos supercomunicados. Y puede dar la sensación de que esto no es así. En mi opinión el cambio climático es lo único que está peor.

Bastante peor. El dióxido de carbono sube en los gráficos casi en vertical.

Es cierto, pero estamos trabajando para revertirlo. Los Gobiernos y las empresas. En HP las impresoras que diseñamos ahora ya no utilizan tintas con base solvente sino en agua. Y luego las mismas impresoras tienen partes de plástico reciclado. Muchos cartuchos de HP están hechos de plástico reciclado y alguno de los materiales de impresión también.

¿Quién es?

La ingeniera Guayente Sanmartín (1968), además de ser directora general de impresión de gran formato en HP, lucha por la inserción de las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas desde hace más de 15 años. Ha desarrollado el programa Women Impact Network y otros, en su propia empresa y fuera de ella. Da soporte a programas educativos en escuelas, con niños y niñas, pero enfocados especialmente a las niñas, para que se interesen por las nuevas tecnologías. Para que ellas puedan desarrollar sus carreras, impulsa la búsqueda del talento femenino.

¿Cómo cambiará nuestra vida, en particular? No viajaremos ya…

Así como hemos cambiado desde la edad media a la edad moderna, volveremos a cambiar nuestra forma de vida. No es que no viajemos, sino que viajaremos de otra manera. Tendremos acceso a los viajes fuera de la tierra. El acceso a las tecnologías y a la digitalización nos permitirá que no tengamos que vivir todos juntos en las ciudades. Trabajaremos con robots. El roomba es la mínima expresión, pero los tendremos para cualquier cosa. Nuestro cuerpo estará lleno de sensores para vigilar la salud. Y creo que habrá dos sociedades: la que se pasará a las nuevas tecnologías, y la que no querrá ninguna. Ahora está pasando un poco. En este sentido las sociedades estarán más divididas.

 

¿Cómo afectará al futuro del empleo?

Ahí no estamos hablando de algo dentro de 30 o 40 años, sino ya. Va ser muy importante el conocimiento de las nuevas tecnologías. Nosotros tenemos un programa que se llama The skills for the future of work sobre qué habilidades tendremos que tener en un futuro. Tanto las tecnologías como las soft skills, las habilidades de comportamiento, van a ser muy importantes. En los últimos 50 años ha sido más importante el saber ser ingeniero o saber ser médico, que el cómo eres ingeniero o cómo eres médico. En el futuro, en cambio, en cualquier profesión,además de las nuevas tecnologías importarán también las habilidades emocionales. Las personas que más van a triunfar son las que puedan tratar bien a los clientes, las que sepan trabajar mejor en equipo, las que tengan más habilidades sociales. Cuando pienso en el futuro, pienso en cuál será el rol de las mujeres. Contamos con una gran ventaja porque tenemos muchas capacidades sociales, y eso nos va a poner por delante. Sin embargo, cuando pienso en la parte tecnológica sufro, porque veo que todavía hay muchas mujeres y niñas que no quieren trabajar en los temas de nuevas tecnologías. Aún hay una brecha muy grande.

¿Qué va a pasar con toda la gente que no pueda, por sus características, llegar a entender esas nuevas tecnologías?

La tecnología nos va a ayudar a todos. Incluso a la gente con menos capacidades. Tengo una amiga que tiene un hijo ciego. Y yo siempre le digo: no sufras porque este niño en unos años, en primer lugar, no le hará falta conducir porque los coches se conducirán solos. Por otro lado, llevará unas gafas que le avisarán de cualquier obstáculo, o podrá acceder a implantaciones de nervios que no existen todavía.

Una persona de la limpieza, alguien que atiende en una recepción… ¿tendrán trabajo?

Como pasó en la revolución industrial, en esta nueva fase aparecerán nuevas profesiones y desaparecerán otras. Anteriormente el 85% de la población era agricultora. Ahora hay menos del 5%. Harán falta las manos u otras habilidades que tenemos los seres humanos y que nunca podrán ser reemplazadas por las máquinas.

¿Los trabajos que requieren cuidados también?

Con las personas mayores, por ejemplo, ya existen unas tabletas que avisan: "tómate las pastillas, que no te las has tomado", o avisan a terceras personas cuando hay un golpe. Las máquinas van a ayudar en la parte de vigilancia. En lo emocional, dudo que una máquina pueda hacerlo.

"Harán falta habilidades que nunca podrán ser reemplazadas por las máquinas"

"Hay que intentar que en la selección se presenten en igualdad hombres y mujeres"

Ahora mismo, las mujeres cuidan. Tienen un trabajo precario y, como el marido suele ganar más, son las que se quedan en casa para cuidar. Al final se puede perder un talento. ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?

En HP apoyamos un montón de iniciativas para que las mujeres entren en el sector de las nuevas tecnologías. Y ya dentro del trabajo tenemos políticas de igualdad, que es lo que tienen que hacer todas las empresas. Por ejemplo, HP cree en un horario flexible, de manera que puedes adaptar tu jornada laboral para poder cuidar de los hijos, estudiar o lo que requieras para tu vida. No evaluamos a la gente por las horas que ha estado en un proyecto, sino por los resultados. Son beneficios para cualquier persona, hombres y mujeres. Ahora tenemos un montón de ingenieros que toman la baja paternal, lo cual es fantástico porque se involucran desde el principio. El sector público tendría que ayudar a que la sociedad tuviera más flexibilidad.

¿El Gobierno debería incentivar esto o poner más guarderías y más centros de cuidados para las personas mayores?

No soy experta en políticas públicas, pero creo que se debería fomentar la flexibilidad. Por otro lado, pienso que la educación es una área importantísima de cambio. Tanto los profesores como las profesoras tendrían que incluir las tecnologías, en la clase de matemáticas y en la de lenguas. La educación debe ser más tecnológica y más igualitaria.

Pero si hubiera más guarderías y más centros de cuidados de mayores, más mujeres podrían ir a trabajar y aprender nuevas tecnologías…

Yo tengo la suerte de venir a trabajar y que mi marido se quede en casa encargándose de estas cosas.

Estadísticamente esto es el 1%.

Cada vez hay más. El cambio es muy grande. Aquí tenemos un porcentaje altísimo de ingenieras. Y no hay muchas diferencias con los hombres. Los dos mundos son en nuestra empresa muy iguales.

Le he oído en una conferencia que decía que en la vida había que elegir hacer tres de cinco cosas…

Sí. El work-life balance. Es una idea de la hermana de Mark Zuckerberg, de Facebook, que dice que hay cinco cosas en la vida que puedes hacer: estar con la familia, con los amigos, trabajar, dormir y hacer deporte. Y solo puedes hacer bien tres. Yo he escogido familia, trabajo y dormir.

Pero luego dijo que trabajaba 16 horas por día…

Trabajo un montonazo, luego estoy con mi familia y luego descanso.

Pero descansa muy poco. Quiero decir: si son 16 trabajando y 8 de dormir, no me salen las cuentas.

Bueno, no serán 16. Hoy serán 12. Hay veces que trabajo toda la semana y duermo. Pero luego tengo el fin de semana.

Cuando entrevisto a mujeres con puestos de responsabilidad hay como cierta culpa: no he visto crecer a mis hijos…

Yo no siento ninguna culpa. Cuando me quedé embarazada una de las cosas que hice fue leer muchísimo. Y una de las ideas con la que me quedé es que no importa la cantidad de horas, sino la calidad de ellas. Tengo una hija fantástica. No le dedico muchas horas, pero sí de buena calidad. Y es estupenda.

Con respecto al hecho de ser una mujer en un puesto directivo, en un ámbito masculino, ¿Cómo se ha sentido?

Soy la hermana pequeña de cinco. Y todos mis hermanos son varones. Nunca me he sentido extraña. He trabajado muchísimo. He rodado por el mundo y he movido a mi familia. Parece que ha sido un sacrificio pero ha sido lo mejor para todos.

¿Pero nunca se ha sentido discriminada o señalada por el hecho de ser mujer? De hecho, yo misma ahora le estoy preguntando cosas que se le preguntan a las mujeres y no a los hombres. Yo la verdad es que se lo pregunto también a los hombres. Pero la tengo a usted delante…

Te lo iba a decir. Si yo fuese un director general, no me hubieses hecho estas preguntas. Me hubiera gustado que a lo largo de mi carrera hubiera habido menos estereotipos de lo que es un director general. Hay muchos referentes masculinos y pocos femeninos, empezando por Jesucristo. Y esas características han definido lo que es un buen líder.

Hay quien dice: Ella ha llegado a un lugar muy alto, pero ahora dirige como un hombre…

Esto es con lo que lucho cada día de mi vida. Que pueda seguir siendo yo. Está claro que cada nivel de trabajo requiere unas habilidades y formas de comunicar y de hacer que son diferentes porque van con el puesto. Yo defiendo que hay muchísimas maneras de liderar. En mi caso, considero que las personas son lo primero. Por supuesto, pensar en las personas no tiene sentido si no piensas que eso te llevará a tener mejores resultados. No se pueden tener mejores resultados si no se tiene a la organización más motivada. Creo que hay más mujeres que hombres que tenderán a pensar de esa manera.

¿Está de acuerdo con los cupos en cargos directivos?

Lo primero de todo es escoger a la mejor persona, independientemente de la característica que tenga, y de la diversidad. No hay nadie que entre dos personas escoja a la peor. Lo que hay que asegurarse es que en el proceso de selección, de promoción, de desarrollo, hayas traído a todas las personas que valen. Cuando en HP contratamos ingenieros de la universidad, por empezar, a las universidades mandamos chicas, para que tengan una referencia femenina. Cuando luego se presentan nos aseguramos de que haya un equilibrio. Hay que salir a buscar el talento; intentar que haya igual número de mujeres que de hombres, igual número de extranjeros que de nacionales, etc.

Pero las mujeres a veces no nos sentimos capacitadas. Puede que vayamos a las entrevistas más inseguras, mientras los hombres tienden a explayarse con seguridad, aun y sabiendo menos que las mujeres…

El libro de Sheryl Sandberg (Chief Operating Officer, C.O.O Facebook) habla de eso. Lo que hay que hacer es que las mujeres tengan un sitio en la mesa. Que se sienten y hablen. Forma parte de la educación. Pero nosotros, como empresa, tenemos la obligación de acercarnos, aunque ellas no se acerquen.