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En el ojo de la tormenta // Un viaje desde el Sur a las causas de la crisis, solvente y heterodoxo

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Enero 2014 / 10

GLOBALIZACIÓN: La mirada interdisciplinar siempre es buena para abordar problemas complejos.

En el ojo de la tormenta
Mario Rapoport
Fondo de Cultura Económica, 2013 
473 páginas. Precio: 27,5 €

Por esto resulta tan interesante la mirada ante la interminable crisis global de Mario Rapoport, que se mueve siempre a caballo entre varios mundos: la economía y la historia económica; la academia argentina —en la Universidad de Buenos Aires—, pero también europea —con epicentro en la Sorbona, donde se formó—; la perspectiva de luces largas, que ha expuesto en obras de referencia en las últimas tres décadas, y el fragor de la coyuntura, que cultiva en múltiples colaboraciones en prensa; la visión intelectual, pero también la vocación de influir que ya evidenció en el Plan Fénix, uno de los intentos más ambiciosos de hacer revivir Argentina tras la ensoñación menemista. 

En el ojo de la tormenta. La economía política argentina y mundial frente a la crisis, el último libro del economista, se beneficia de todo este potaje tan variado. Es un trabajo sobre la crisis actual, pero pone el foco en las raíces profundas, lo que necesariamente incluye una buena contextualización a partir de crisis precedentes que sacudieron el capitalismo, e introduce análisis desde la periferia, lo cual obviamente enriquece la perspectiva.

El grueso del libro está dedicado a Argentina y es aquí donde la aportación es más valiosa, en la medida en que el torrente de análisis hegemónico suele tener casi siempre el mismo sustrato ortodoxo, sobre todo en lo que llega a España.

Rapoport reivindica una tradición heterodoxa —de la que en cierta medida forma parte el nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof— que cuestiona algunas de las verdades establecidas sobre la situación de la economía argentina y las causas de sus desequilibrios.

El apartado más interesante es quizá el que aborda el problema de la inflación: sin negarlo, lo coloca en perspectiva histórica y, con ello, lo desdramatiza, en buena medida porque hasta ahora ha ido de la mano de altas tasas de crecimiento. El profesor huye de la perspectiva monetarista ortodoxa y analiza un abanico de explicaciones alternativas en las que no suelen detenerse los neoliberales y que indagan también en quién gana y quién pierde: merece la pena leerlo antes de pontificar sobre Argentina.