Darwin
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Noviembre 2015 / 30
La economía, queridos amigos, tiene una médula darwinista. Como la vida misma. Y no creáis que me refiero solamente al capitalismo, porque las experiencias socialistas conocidas hasta la fecha resultaron de un darwinismo tan áspero como la policía húngara. En el universo económico, como la vida, importa mucho ser fuerte y adaptable. A corto plazo, lo esencial es la fortaleza.
Alemania constituye un buen ejemplo. Ahí está lo de Volkswagen: un fraude masivo a las administraciones, que creían estar subvencionando automóviles poco...