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Estados Unidos: una recuperación desigual

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Diciembre 2014 / 20

Contradicción: El crecimiento de EE UU hace palidecer a una eurozona atascada, pero las desigualdades frenan la demanda de los hogares y el vigor de la recuperación.

La recuperación económica en Estados Unidos parece mayor de lo que es. No alcanza el vigor de la que siguió a crisis anteriores, y lo mismo ha ocurrido con el empleo.

Los estadounidenses renovaron el pasado 4 de noviembre toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, en las elecciones de mitad de mandato. Los republicanos, que ya disponían de mayoría en la Cámara baja, consiguieron, tal como apuntaban las encuestas, hacerse también con el control de la Cámara alta. Pero este resultado, que refleja decepción ante la gestión del presidente Barack Obama, cambia pocas cosas. El hecho de que haya una mayoría republicana en el Congreso no significa que, de aquí a las elecciones presidenciales de 2016, el Grand Old Party se arriesgue a tomar importantes decisiones políticas. En particular, no parece probable que vuelva a las andadas con su caballo de batalla de eliminar el seguro médico obligatorio, votado en 2010. Por otra parte, si los demócratas hubieran conservado sus posiciones, Barack Obama habría seguido careciendo de todos modos de una mayoría parlamentaria que le permitiera pensar en reformas de gran envergadura.

Sin embargo, Estados Unidos necesita reformas de calado. Es cierto que, desde 2009, la economía ha vuelto a crecer, y también que las perspectivas parecen buenas: el 3% el próximo año frente al 2% de este año. Son unas cifras que hacen palidecer de envidia a una zona euro que no logra enderezarse. Pero la recuperación estadounidense no es tan entusiasmante como parece. Ante todo, es mucho menor que la de las fases de recuperación que siguieron a las anteriores crisis económicas.

Los empleos mal pagados se multiplican

La creación de empleo está al nivel de la precrisis

Lo mismo ocurre con el empleo: aunque avanza más rápido que en Europa, el ritmo de la creación de ocupación ha permitido únicamente recuperar el nivel anterior a la crisis, mientras que después de los anteriores shocks lo superó con creces. Además, tras la disminución del paro se oculta el hecho de que los estadounidenses siguen saliendo del mercado del trabajo, desanimados sobre todo por los bajos salarios en numerosos sectores. Con la multiplicación de trabajos mal pagados y el estancamiento de los salarios en la industria, el foso de las desigualdades continúa ahondándose, frenando la demanda de los hogares y, a la postre, el vigor de la recuperación. Por desgracia, Barack Obama dispone de pocos mecanismos para invertir esta tendencia de aquí al final de su mandato.

Vuelve el empleo, pero...

Nota: El índice de actividad relaciona el número de activos con la población en edad de trabajar. Fuente: BLS 

El ritmo de creación del empleo al otro lado del Atlántico ha permitido alcanzar a finales del verano de 2014 el nivel de empleo que había antes de la crisis. Pero hay que relativizar este dato, puesto que, seis años después del batacazo, el nivel de ocupación es claramente inferior al de las precedentes fases de recuperación. Además, la bajada del paro se explica en buena parte por el aumento de la cifra de personas en edad activa que no buscan empleo, desanimadas por la precariedad y los salarios mediocres.  

La brecha de las desigualdades no mejora

Evolución de la renta media del 5% más rico y el 20% más pobre
base 100= 2007

Entre los años 1980 y 2000, la desorbitada expansión de las desigualdades observada en Estados Unidos tuvo lugar más bien “en lo alto”: Los ricos estaban cada vez más desconectados del resto de sus conciudadanos, aunque éstos no veían bajar todavía su nivel de vida. Con la crisis, los pobres son más pobres mientras que los ricos han recuperado enseguida su nivel de vida anterior.

FUENTE: CENSUS BUREAU