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Lo que esconden las farmacéuticas

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Marzo 2013 / 1

Los ensayos de fármacos pagados por las empresas muestran mejores resultados que los estudios independientes. La Unión Europea quiere obligar a las compañías a hacer públicos todos los datos de sus estudios.

Era una pandemia que podría tener “consecuencias graves para la salud humana y el bienestar económico mundial”. La declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la gripe A, en julio de 2009, provocó la histeria colectiva en todo el planeta y generó unos jugosos ingresos de algo más de 2.600 millones de euros solo ese año para Roche, el fabricante de Tamiflu, fármaco encargado de frenar la pandemia. En diciembre, sin embargo, el investigador estadounidense Peter Doshi alertaba en la prestigiosa revista British Medical Journal de los posibles efectos adversos del Tamiflu y exigía más datos a su fabricante. Roche respondió que le haría “muy feliz” que “autoridades o individuos” revisaran sus datos, que aseguró que haría públicos en unos días. “Sin embargo, y pese a una extensa correspondencia durante el año y medio siguiente, Roche se negó a ofrecer ninguna información más de la que pedimos, explica Doshi, investigador de la Escuela de Medicina en la Universidad Johns Hopkins (EEUU).  

El secretismo de Roche en torno a los efectos del Tamiflu, un fármaco en el que solo EE UU gastó 1.124 millones de euros para frenar una pandemia que nunca llegó, es solo la punta de un iceberg que cada vez preocupa más a investigadores, académicos y autoridades: el secretismo de la industria farmacéutica. El periodista del diario The Guardian  Ben Goldacre, que acaba de denunciar ese secretismo en el libro Big Pharma, lo resume así: “Los médicos y pacientes necesitan una buena evidencia científica para tomar decisiones informadas. En lugar de eso, las compañías realizan ensayos mal diseñados de sus propios fármacos, lo que distorsiona y exagera sus beneficios. Y cuando esos ensayos producen malos resultados, los datos son enterrados”.

La Unión Europea quiere obligar a las compañías a hacer públicos todos los datos de sus estudios

Un reciente estudio de investigadores europeos, estadounidenses y canadienses demuestra la importancia del problema, tras revisar más de 5.000 ensayos de fármacos realizados desde 1986. Según la investigación, los pagados por las farmacéuticas arrojan resultados más positivos que los realizados por independientes o financiados con fondos públicos (un 24%). El investigador del Andreas Lundh, autor principal de este estudio, cree que la solución al problema es que los gobiernos financien más investigaciones, que la aprobación de nuevos fármacos requiera al menos un estudio independiente y que todos los resultados de los ensayos se hagan públicos”. Peter Doshi está de acuerdo. “Los que consumen y pagan por los fármacos son los ciudadanos, y deberían tener acceso a toda la información disponible sobre esos fármacos”.

Las autoridades encargadas de que ese deseo se haga realidad son mucho más conservadoras. Hans-Georg Eichler es el director médico de la Agencia Europea dl Medicmento (EMA; en sus siglas en inglés), que regula el mercado farmacéutico en la UE. Explica que los beneficios de difundir toda la información sobre los ensayos “superan claramente los riesgos”. Pero también que asegurar la confidencialidad de los pacientes que participan en los ensayos o tratar los millones de datos disponibles y en muy diferentes formatos complican el proceso. “Y después hay asuntos políticos y legales. Las farmacéuticas no están muy contentas con esto”, admite.

Gráfico sobre los ingresos de las farmacéuticas y fotografía de una empleada en el laboratorio farmacéutico Sanofi en Budapest en Julio de 2012.

La Agencia Europea realizó en noviembre de 2011 una reunión con distintos actores implicados en este proceso, ha formado grupos de trabajo y espera tener una normativa preparada en enero de 2014. La idea es incrementar la transparencia de la industria y que los resultados de los ensayos estén disponibles para médicos, investigadores, académicos y el público en general. Eichler reconoce que las farmacéuticas son extremadamente secretistas. “Sí, lo son. Eso es de dominio público. Todo el mundo lo sabe”. Sin embargo, la EMA no cree que la solución sea que estudios independientes o públicos tengan que avalar los ensayos privados, como exigen investigadores como Lundh o Doshi: “No es cierto que las investigaciones académicas estén libres de conflicto de interés. Todo el mundo tiene un interés, y a veces, el del ego supera al del dinero”. 

La industria farmacéutica, mientras, está consiguiendo esquivar la crisis: facturó 706.000 millones de euros en 2011, un 5,1% más que en 2010.

FARMACÉUTICAS: CÓMO "MEJORAN" LOS RESULTADOS

Los métodos de las farmacéuticas para simular mejores resultados:

1. Realizar el ensayo de un fármaco contra otro inferior.
2. Realizar el ensayo frente al de un competidor, pero con mayores dosis.
3. Realizar el ensayo frente al de un rival, pero con menores dosis, para reducir los efectos secundarios.
4. Realizar ensayos en grupos tan pequeños que los resultados no se puedan comparar.
5. Utilizar múltiples métodos en el ensayo, y solo publicar los que ofrezcan resultados favorables.
6. Presentar resultados parciales.

FUENTE: ESTUDIO PUBLICADO EN LA REVISTA PLoS MEDICINE 2005