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Un mundo de ‘cohousings’

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Julio 2019 / 71

Los ‘cohousings’ vienen funcionando desde hace décadas, con éxito, en diversas partes del planeta.

COHOUSING ARGENTINO: Visita a las instalaciones del cohousing sénior argentino Vida Linda. FOTO: MV

El cohousing viene de lejos. Se ha llevado a cabo desde hace décadas en países como Dinamarca, Suiza, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Israel, Uruguay y Argentina, entre otros sitios, con formas muy diversas de llevarlos adelante. También es cohousing, desde hace décadas incluso en España, alguna cooperativa, alguna iniciativa de covivienda y las conocidas como “ecoaldeas”.

El modelo que se ha hecho más conocido en España es el modelo Andel danés. Se trata de un sistema mediante el cual la cooperativa compra un terreno y construye, dando a las personas asociadas el uso exclusivo de una vivienda, y con espacios comunes. La persona que ingresa debe pagar un “derecho de uso”, y muchas veces una entrada, que puede ser económica o no, según la cooperativa, y que puede traspasarse a los hijos. El problema del modelo danés, en Dinamarca, es que las personas que residen en las cooperativas de cohousing no siempre son siquiera conscientes de que viven en una cooperativa.

Acuden a una sede y asumen la cuota como un alquiler, aunque tienen, por supuesto, muchos más derechos que en un alquiler. Lo bueno del modelo es que no está sujeto a los vaivenes del mercado y a menos que no pagues, no te pueden echar. 

De mucha más participación real en la cooperativa es el modelo canadiense, que contó en la década de 1970 con todo el apoyo del Gobierno. Se cedió a grupos locales espacios para la construcción de viviendas sociales, se les concedieron ayudas y préstamos blandos y se definió una legislación para dar cabida a las cooperativas de vivienda. En la actualidad, sobre todo en las grandes ciudades, suelen ser viviendas muy deseadas, y suele haber cola para entrar porque están muy bien ubicadas y cuentan con excelentes infraestructuras, además de que tienen precios muy asequibles porque no se ha especulado con el suelo.

 

ALEMANIA

El sindicato de cooperativas de viviendas en Alemania, Mietshäuser Syndikat, es el que aglutina este tipo de iniciativas, también desde la década de 1970, en Alemania. No solo ha ayudado a crear un gran parque de viviendas cooperativas en varias ciudades de Alemania, sino que ha generado proyectos hermanos en Francia, en los Países Bajos y en Austria. Solo en 2018 crearon 147 proyectos. Aunque no dan financiación, ofrecen todo tipo de ayudas para el fomento de este tipo de viviendas, tanto que han traducido su página (www.syndikat.org) para que pudiera estar en varios idiomas, incluido el español.

El sindicato alemán ha ayudado a proyectos en varios países

Community Land Trust (CLT, fideicomisos comunitarios de tierras) es la fórmula que han encontrado en los países anglosajones para combatir la especulación inmobiliaria. Aunque lleva ya más de 40 años, es en los últimos (tras la crisis), en que este modelo se ha multiplicado, sobre todo en Estados Unidos. Básicamente se ceden unos terrenos con la condición de que la tierra no se pueda vender ni comprar. El precio es el de la vivienda, per se, y no puede estar sujeta al ritmo del mercado. Es una corporación sin fines de lucro la que desarrolla y administra las viviendas asequibles, en nombre de una comunidad.

También están los kIbutzim, de Israel, que ya en la década de 1940 comenzaron a emerger, y son también cohousings. La gente puede tener más o menos cosas en común. Hay en la actualidad algunos kibutzim que comparten hasta la fábrica, y otros donde solo se comparten los espacios comunes. 

Desde el fondo de la necesidad de un país pobre como Uruguay creció también en la década de 1970 el modelo de ayuda mutua. Agrupados en la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, la idea tiene bastante que ver con el modelo comunista de ayudarse unos a otros a construir la propia vivienda. Alrededor de 500 cooperativas están federadas a FUCVAM en Uruguay, lo que representa, aproximadamente, a 25.000 familias.

Un poco más al sur, en Argentina, también existe una cooperativa de séniors, Vida Linda, creada en la década de 1960 por inmigrantes judíos alemanes, que hoy es referente para desarrollar el modelo, y tiene también lista de espera y sobrecarga de consultas.