La revolución del trabajo no pasa por casa
La pandemia ha acelerado la búsqueda de sentido (y revela su ausencia) en la actividad laboral
La pandemia ha acelerado la búsqueda de sentido (y revela su ausencia) en la actividad laboral
La Generalitat valenciana experimenta con la semana de 32 horas por razones sociales, laborales y económicas.
Diversos estudios con metodologías distintas coinciden en que los países donde se trabaja menos horas dejan una huella de carbono más baja.
Aunque la jornada laboral dejó de reducirse hace 40 años para quienes tienen contrato a tiempo completo, el trabajo a tiempo parcial aumenta.
En España falta un impulso decidido legal y convencional a la semana de cuatro horas, pese al plan piloto de Industria y la Comunidad Valenciana.
Entrevista a Pedro Gomes, profesor de la Universidad de Birkbeck (Londres).
Ni conquista obrera ni reparto del empleo. La nueva narrativa a favor de la semana de 4 días la lidera un puñado de compañías en nombre de la transformación cultural y económica.
La crisis ha provocado un sensible aumento del paro en todo el mundo. [En España, el mazazo ha sido muy agudo, pese a la mejoría de julio: este mes se cerró aún con 761.000 parados más que en julio de 2019, con lo que la cifra de desempleados registrados alcanzaba ya las 3,77 millones de personas. Y ello teniendo en cuenta que todavía había 1,18 millones de afectados por expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE)].
Los expertos comparan el ritmo actual de avances tecnológicos con la revolución industrial, pero está menos claro que las nuevas oportunidades compensen la destrucción de empleo
De Gotemburgo a Silicon Valley, las jornadas laborales pueden bajar a seis horas por día o eternizarse
CRONOLOGÍA Guerras mediante, la jornada laboral ha pasado de no tener fin a una reducción que en Francia llega, para muchos, a 35 horas por semana. Cuando la jornada se bajó de 16 a
10 horas, los empresarios preveían una hecatombe de la industria, que nunca se produjo
La reducción de jornada generalizada es un paso hacia la igualdad, si se suma a un cambio de mentalidad
La experiencia francesa podría ser un ejemplo para el mundo, pero la tendencia es, hoy por hoy, la contraria.
El binomio ‘trabajar más horas igual a más productividad’ es falso. Las dos horas de retraso que arrastramos en relación con Europa no es por latinos: nace del pluriempleo durante el franquismo
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