El protagonista sí que soy yo

Lo peor de ser pensionista, achaques aparte, es que los políticos —no todos, pero sí unos cuantos— intenten tomarte el pelo. Es la sensación que tuve cuando recibí una carta de la ministra de Empleo y Seguridad Social, doña Fátima Báñez, en la que notificaba la “subida moderada” de mi (...)