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27. Intercambio de casas

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Febrero 2014 / 1

Lo más caro de viajar suele ser el alojamiento y para las familias con niños es aún más inaccesible. Si finalmente se consigue un buen precio, lo habitual es que sea un espacio pequeño y despersonalizado. Una alternativa es el intercambio de casa. Siempre se ha hecho, pero Internet ha multiplicado las posibilidades y algunas webs cuentan con hasta 50.000 casas en todo el mundo. No se trata solo de un ahorro económico: es también la mejor forma de vivir las vacaciones como viven los lugareños.  

Ir de vacaciones no solo es un lujo para pocos. Además de caro, ir a hoteles es muchas veces incómodo (sobre todo para familias con niños) e impersonal. Se viven los lugares desde una perspectiva alejada. El turismo de masas es ese espacio donde quien viaja a veces no es más que un cliente.

El intercambio de casas es otra cosa, y promete revolucionar el mundo de los viajes. Si bien es una práctica que se hacía ya en España mediante agencias desde hace décadas, actualmente se ha sofisticado y amplificado gracias a Internet, y permite una amplia gama de posibilidades para viajar.
Se tiene acceso así a casas muchas veces grandes o apartamentos bien ubicados en lugares turísticos, lo cual sería imposible para muchos si tuvieran que pagar por ello.

Permite también vivir como un residente local, y disfrutar de un trato personalizado, sin que haya lucro por medio.

Se abre un mundo nuevo, sobre todo para familias con niños, cuando los pequeños de ambas casas tienen más o menos la misma edad: el mundo del intercambio también de juguetes, de habitaciones llenas de juegos por descubrir.

En algunos casos, estos intercambios generan amistades de larga duración. Se intercambian más que casas: ideas, gustos y lugares de interés. Se cuidan los objetos de plata del otro como este cuida los propios, y en algunos casos, se cuidan hasta las mascotas, resolviendo un problema más a los lugareños, algo con lo que el turismo convencional no puede competir.

El intercambio permite ir a viviendas inaccesibles si hubiera que pagar un precio por ellas
Se intercambian también coches y hasta se cuida de las mascotas de los otros, cubriendo una necesidad

A veces se intercambia también el coche, algo muy recomendable en el caso de los sitios más lejanos si se quiere recorrer la zona sin recurrir a alquilar un vehículo a un precio mínimo de 25 euros por día, extras aparte.
Existen varios sitios de intercambios de casas, y muchas modalidades (intercambios simultáneos o no, si se tiene una segunda residencia, compartiendo la casa o simplemente efectuando el intercambio en un momento determinado.

Para participar, normalmente se paga una cuota al mes. El coste varía según la web. Homeexchange (o Intercambiodecasas), una de las redes más grandes de intercambio, con más de 50.000 casas en todo el mundo, tiene una cuota que varía entre ocho euros al mes (si se paga la anualidad) y 500 dólares al año (en el caso de personas adineradas que quieren intercambiar casa en una lista exclusiva de mansiones). En la red de Homeforhome se puede probar el mundo del intercambio durante un período gratuito de tres meses. Hay que pagar para solicitar intercambios, pero no es necesario hacerlo para recibir ofertas.

FUNCIONAMIENTO

El funcionamiento en la web es intuitivo. Se colocan las fotos y la información de la casa para que otros usuarios lo vean y contacten. A la hora del intercambio, se dejan siempre recomendaciones sobre el lugar e instrucciones acerca del uso de la casa, y se encarga a una persona que dé la bienvenida y despida a los visitantes. La regla de oro es dejar todo limpio y ordenado para el otro, y hacer lo mismo al dejar la casa prestada. Si algo se rompe, se paga o repone lo roto. Hay quienes acostumbran también a agasajar con un desayuno o algún detalle de bienvenida.

Los más miedosos firman un contrato de intercambio antes de darse las llaves, y los más atrevidos reciben en la casa a desconocidos estando ellos dentro.

La regla de oro es dejar la casa limpia para quien viene, y limpiar la de acogida antes de partir
Para estar más seguros, hay quienes firman un contrato de intercambio antes de dejar las llaves

El asunto de la confianza es clave, y es lo que comporta que mucha gente se eche para atrás antes de comenzar. Lo bueno de los sitios web es que el intercambio realizado queda en la Red. Lo que más gusta y lo que menos se coloca en la opinión del intercambio que las compañías promotoras animan a rellenar. Al buscar una casa la gente suele mirar esas opiniones para verificar que las fotos sean reales. Algunas páginas —Home Exchange entre ellas— solicitan identificar la cuenta con una de Facebook e incluso con un número de teléfono, para identificar mejor a las personas que intercambian.

ENTIDADES

HOME EXCHANGE

www.homexchange.com

HOME FOR HOME

www.homeforhome.com

INTERCAMBIO DE CASA

www.intercambiodecasa.com