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Por Octavi Martí: "Les privaremos de todo, incluso de su propia imagen”

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Marzo 2013 / 1
Foto artículo: Por Octavi Martí: "Les privaremos de todo, incluso de  su propia imagen”

Periodista

· Los grandes banqueros y financieros han relegado a la pobreza y a los obreros en las pantallas de los cines.

Algo así deben haber acordado entre si los productores, directores y guionistas de medio mundo para conseguir escamotear la imagen de los perdedores de la actual crisis. Sobre la cuestión se han rodado buenos films, no hay duda, pero casi todos nos presentan las dudas, angustias o certezas de los banqueros o financieros, arruinados o no. Ellos son los héroes de la historia, ellos deciden, ellos ganan y ellos pierden en un juego en el que los ciudadanos de a pie -¿la clase media, las clases populares, los obreros?- no existen.

Tras el crak del 29, las víctimas debían recuperar la dignidad perdida

Tras el crack del 29, negado por el presidente Hoover con tozudería prezapateriana, su sucesor en la Casa Blanca, el presidente Roosevelt,  comprendió que no había que culpabilizar a las víctimas sino retornarles la dignidad perdida al mismo tiempo que perdían casa, tierra o acciones. Escritores como Saul Bellow, John Steinbeck , James Agee o Nelson Algren recibieron encargos para explicar la vida de los desheredados. Dorothea Lange o Walker Evans salieron a fotografiarlos, Hopper los pintó solos en medio de crepúsculos solitarios, Woodie Guthrie o Pete Seeger los cantaron. La WPA (Works Progress Administration) desplegó esfuerzo, talento y dinero para que todos los americanos se identificaran con Tom Joad y Ma y Pa Joad, es decir, con Henry Fonda, Jane Darwell y Russell Simpson en The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira, 1940), de John Ford. 

Fotograma de la película Wall Street: Money Never Sleeps, con Shia Labeouf

En 1995 Bruce Springsteen le dedicó una canción a “the ghost” (la sombra) de Tom Joad. El Hollywood actual –o Costa Gavras en Le Capital- prefiere inspirarse en Maddoff o en los directivos de Lehman Brothers o Goldman Sachs, a veces en sus hackers, pero siempre en personas que creen controlar un juego que se les escapa de las manos. ¿Es una buena imagen del mundo real? En Margin Call, Up in the Air, Inside Job, The Company Men o Wall Street: Money Never Sleeps queda claro que los protagonistas son los que juegan con el dinero de los demás y que esos “demás”, incluída la propia democracia, no sirve –servimos- de nada. Solo algunos francotiradores –Ken Loach, Gustave Kervern y Benoît Delépine- se han atrevido a decir con sus películas que otro mundo es posible y tomar como protagonistas a los auténticos perdedores. La familia Joad fue desahuciada pero, al final del film, no duda en proclamar “We are the people” Los desahuciados de ahora apenas han sido breves sombras en los informativos de TV. ¿No habría que reclamar una nueva WPA al tiempo que un New Deal