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Los privilegios que asombran a Bruselas

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Junio 2013 / 4

Las pensiones, salarios y ‘bonus’ de los banqueros españoles superan con creces los de sus homólogos europeos

Las compensaciones en concepto de pensiones y seguros de vida que reciben los más destacados banqueros españoles han dejado atónitos a los observadores europeos especializados. Durante los años últimos han trascendido algunas de las pensiones más elevadas, cuyas cuantías oscilan entre los 65 millones de euros obtenidos por  Francisco Luzón, ejecutivo del Banco Santander a principios de este año, y Ángel Corcóstegui, del mismo banco, que abandonó la entidad con una pensión de 108 millones en 2002 (véase el cuadro adjunto).

En los casos mencionados se trata de cuantías muy superiores a las de sus principales competidores europeos. El ex presidente ejecutivo de Deutsche Bank Josef Ackermann, por ejemplo, abandonó la entidad el año pasado y rescató el fondo al que estuvo contribuyendo durante sus 16 años de trabajo en la entidad, que ascendía a un total de 18,7 millones de euros. En  Francia, el principal ejecutivo de Société Générale, Frédéric  Oudéa, tiene un fijo de 300.000 euros anuales.

A diferencia de los sueldos y de los bonus, las pensiones y los acuerdos de blindaje son el secreto mejor guardado de las entidades financieras españolas.  Solo en casos excepcionales se facilita información individualizada, como hace el Banco de Santander  para sus cinco principales ejecutivos, que a finales de 2012 tenían unos derechos acumulados que sumaban 207 millones de euros.

En el caso de La Caixa, a mediados del año pasado trascendió que la pensión de su presidente, Isidro Fainé, era de 24 millones de euros. El dato se descubrió de manera absolutamente inesperada al aparecer en una denuncia presentada ante la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC) por Luis del Rivero, ex presidente de Sacyr. La acusación, que fue archivada, se interpretó como una secuela de la guerra que el empresario había mantenido con la entidad de ahorro catalana por el control de Repsol. Fainé rescató el fondo que había acumulado por las contribuciones de la empresa durante sus 25 años de trabajo en la misma, a la que se incorporó en 1982. 

La Caixa es la compañía que ha dedicado mayores dotaciones a complementar  las pensiones de sus empleados. La entidad tiene constituido un fondo de pensiones externo que a finales de 2012 contaba con un patrimonio neto de 4.900 millones, el mayor de España. Este fondo se nutre desde el año 2000 de “aportaciones definidas” anuales de la entidad equivalentes al  7,5% del salario del trabajador, que el año pasado ascendieron a 137 millones.

A partir del año 2000 La Caixa creó otros dos fondos de pensiones internos de “prestación definida”, que se nutren con dotaciones con cargo a resultados para garantizar las pensiones de sus directivos y del personal con mayores salarios, así como los compromisos de prejubilaciones. El primero de estos fondos consiste en una póliza “de exceso” para complementar los compromisos de pensiones que no podían incluirse en el fondo externo por corresponder a sueldos elevados, cuya aportación al fondo de pensiones superaba el límite legal establecido por el Gobierno. Este fondo tenía un patrimonio neto de 1.700 millones de euros a finales de 2012. El segundo fondo interno dedicado a cubrir los compromisos de prejubilaciones contaba con un patrimonio neto de 934 millones a finales del año pasado.