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“Toda la operación del ‘banco malo’ es un escándalo” // Carme Trilla

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Enero 2014 / 10

ENTREVISTA

Entrevista a Carme Trilla

Responsable de Acción Social de Cáritas Diocesana de Barcelona

La economista alerta de la insuficiente responsabilidad pública en materia social

“Toda la operación del ‘banco malo’ es un escándalo” 

 

Ve los zarpazos de la crisis en primera línea como responsable de Acción Social de Cáritas en Barcelona, con un énfasis especial inevitable en la vivienda. Carme Trilla (Barcelona, 1948) ha pisado este terreno desde el sector privado y el público, en el que la economista trabajó, entre otras actividades, como consultora inmobi-liaria y llevó las riendas de la política de Vivienda de la Generalitat del anterior Gobierno catalán.

Mientras que el Gobierno y muchos economistas nos dicen que estamos en un punto de inflexión de la crisis, Cáritas advierte de una segunda oleada de pobreza. No casa...

Si hubiera esa supuesta recuperación económica, tardaría en traducirse en una recuperación del empleo. Se da un retraso temporal, siempre, hasta que se nota una traducción efectiva, hasta que se producen cambios en ámbitos como la pobreza o la exclusión social. Pero es que, además, falta que se dé la supuesta recuperación, porque los indicadores que tenemos sobre pobreza y exclusión social siguen en negativo.

¿Siguen siendo igual de negativos o van a peor?

Muestran un empeoramiento. Un indicador claro es el de la insolvencia hipotecaria de las familias, que aumenta. Las familias siguen reduciendo sus ingresos, y soportar el coste de una hipoteca se les hace cada vez más difícil. La tasa de insolvencia crece. Otro elemento preocupante es que hay personas en unas franjas de edades que, habiendo perdido el empleo hace más de dos años, sufren serias dificultades para encontrar trabajo. Y también las tendrán cuando llegue la recuperación, porque carecen de preparación. Hay personas que no volverán a trabajar más. El horizonte de familias condenadas a situaciones de precariedad no se despeja.

FOTO: EDU BAYER

A la vez, muchos economistas y empresarios celebran que España se ha convertido en un Estado barato, potencial polo de atracción de capital extranjero. Se da una total disociación entre el plano financiero y la sociedad empobrecida y deprimida.

Perdone, pero, ¿cuál es ese modelo de inversión? ¿Sobre qué sectores económicos se basaría la recuperación? ¿El turismo? Se oye la música de los que desean un retorno a la construcción. ¡Generaría puestos de trabajo! ¿Pero es ese de nuevo el modelo que queremos, el recomendable, nuestro objetivo? No está resuelto. Hasta que el modelo se resuelva no sabremos qué ocurre con esa disociación que usted plantea. Hemos pospuesto la reflexión acerca de las bases sobre las que se debe reactivar la economía, y este es el tipo de interrogantes que tendríamos que estarnos formulando todos los días, y no otros. Creo que, si no nos frenan desde Europa, hay intentos internos de llevarnos allí donde estábamos.

Cáritas tiene su política de vivienda, de reinserción laboral, de alimentación, infantil… ¿Las administraciones han tirado la toalla en sus responsabilidades?

Estamos replicando a las administraciones para una serie de perfiles de personas a los que aquellas no llegan, como las que carecen de ingresos y de papeles. La Administración —ninguna Administración— no entra en el mundo de las personas sin ingresos ni en el de los sin papeles.

¿Ni siquiera existe interlocución?

¿Entre ellos y la Administración? No. Existen unos requisitos mínimos para entrar en los parques públicos de vivienda y acceder a las ayudas públicas mínimas. Quienes no los cumplen para acceder a viviendas y ayudas públicas se quedan en el limbo de la no atención. Cuando son personas con un perfil de excluidos socialmente, se les atribuye que son nuestros demandantes de ayuda, la gente de la calle. Ahora se le añade la gente que estrictamente no está en la calle, pero que también corre un riesgo de exclusión grave, que tendría derecho a acudir a las administraciones a pedir ayudas pero no es atendida por los recortes.

¿Se refiere, por ejemplo, a los recortes de las ayudas a la pobreza debidos al fraude?

Sí. Ocurrió con las ayudas al alquiler en Catalunya. El fraude hay que controlarlo. Hay que hacer peinados anuales para ver quiénes cumplen. Pero no tiene sentido decir: puesto que hay fraude, corto por lo sano. Se apela al fraude para vestir el recorte, pero la incidencia del fraude es ridícula. Hay que pedir máxima transparencia, que no la hay, sobre el fraude.

Total, que se han convertido en una miniadministración con múltiples carteras.

Hemos ido abriendo líneas de actividad que Cáritas no tenía. Bueno, en cada lugar, la entidad despliega su propia estrategia y no hay jerarquía entre las de Barcelona, Bilbao o Madrid. En 1991, Cáritas Barcelona decidió que quería tener pisos para situaciones de emergencia. Pero hoy ha multiplicado por mil su actividad en vivienda. Ha entrado en una esfera que no sé si le tocaría desplegar. ¿Hasta dónde tienen que llegar las entidades sin ánimo de lucro y hasta dónde debe llegar la responsabilidad pública? Evidentemente, pensamos que la responsabilidad pública debería ser mucho más profunda de lo que es.

¿Qué tareas hacen que debería estar asumiendo la Administración?

De entrada, el 30% de las personas que llegan a Cáritas no tienen ingresos de ningún tipo. Les damos ayuda económica según el tamaño de la familia, lo que sea para que puedan comer y vivir. Pero esto, como mínimo, debería ser una responsabilidad compartida.

¿Habla de una renta básica?

Hay muchas formulaciones alternativas sobre una posible renta básica sobre la mesa. Pero fíjese, le hablo de personas sin ningún tipo de ingresos, y cuando digo ninguno, es ninguno. Sin ingresos no se puede vivir. Otro ámbito de actuación que, por capacidad, solo se ha podido desarrollar en algunas Cáritas, es el de la vivienda. En Cáritas Barcelona hemos creado el servicio de mediación en vivienda para que la gente no pierda el piso. Las familias llegan desesperadas y no puedes responderles con una palmadita en la espalda y una ayudita.

¿Quién es?

La economista catalana Carme Trilla es una de las principales expertas en políticas de vivienda, y su bandera son los pisos sociales de alquiler. Ex secretaria de Vivienda de la Generalitat, Trilla impulsa en Cáritas un programa para poner 500 viviendas a disposición de personas en exclusión social en 2015, de la mano de la Fundació Foment de l’Habitatge Social. Hoy ya dispone de 294 unifamiliares y 69 compartidos y residenciales. Ha activado también el servicio de mediación entre el banco y personas con problemas para pagar la hipoteca o el alquiler, que ha actuado sobre 1.804 expedientes en sus dos primeros años de actividad. FOTO: EDU BAYER
 

Es una pena porque hoy se amontonan los pisos vacíos como nunca. Ya ocurría antes, pero ahora…

El famoso fondo social para viviendas de alquiler que ha organizado el ministerio no funciona. Son 6.000 viviendas para toda España y se pone todo el peso en los bancos, que aportan los pisos, y que son los que tienen que administrarlos y gestionarlos. Los bancos también son quienes deben elegir a las personas…

¿Por qué dice que no funciona?

Pues por eso, porque está mal enfocado. Los bancos, que pongan los pisos. Pero es la Administración la que debe gestionarlos, o, tal como estamos pidiendo, que se nos dé lugar también a las entidades sociales, porque los bancos no saben qué hacer ni cómo hacerlo. Tienen que adjudicar pisos a personas que ellos mismos han desahuciado. Se les pide una gestión de carácter social que, evidentemente, no es su negociado.

¿Y siguen vacíos?

Pues se ve que sí. Enviamos una propuesta como tercer sector al consejo de este fondo social advirtiendo en lo que fallaría y pidiendo que nos dejaran implicarnos. Estaba cantado que no funcionaría. Y ni caso. Nada. Las administraciones no se quieren implicar. De hecho, son ellas las que hubieran debido crear el fondo, con pisos aportados en número suficiente y de forma obligatoria por los bancos.

Esos pisos no son los mismos que los del banco malo, la Sareb.

No, no. No tienen nada que ver con los pisos de la Sareb. El ministerio llama a las entidades, intervenidas o no, y les dice que pongan unos cuantos pisos en alquiler a un precio asequible. De este modo el fondo es insuficiente. Por ejemplo, de 6.000 pisos, a Catalunya le corresponden 900, cuando en realidad necesitaríamos 200.000. Además, muchos pisos del fondo están situados en lugares sin demanda como el Delta de l’Ebre.

“¿Por qué no se ha dado la posibilidad de una quita al endeudado que dejó de pagar la hipoteca?”

“Sin ningún ingreso no se puede vivir. Hay muchas formulaciones de renta básica posibles”

¿La Sareb no funciona mejor?

Es una sociedad privada. No opera de forma transparente. No sabemos nada. No sabemos a qué precio obtuvo los pisos, pero sí sabemos que el diferencial entre este precio y el que tenían valorado los bancos antes de pasarle los pisos lo hemos cubierto entre todos. Igual se los quedó a 20.000 euros y estaban valorados en 100.000; los 80.000 los hemos puesto todos, a través del fondo de rescate. Por otra parte, tampoco sabemos a qué precio van a revender estos mismos pisos y, por lo tanto, no tendremos ningún control sobre las plusvalías que realice la Sareb. Sin embargo, la Constitución española dice que las plusvalías generadas con recursos públicos deben retornar en parte a la colectividad. Nos hallamos, por ello, ante una vulneración explícita de este mandato tolerando que se privatice descaradamente la plusvalía de toda esta operación de rescate bancario. Toda la operación del banco malo es un escándalo. ¿Por qué un señor que pagaba una hipoteca de 100.000 euros pierde el piso porque no puede pagarla y este piso pasa a la Sareb por 20.000? ¿Por qué no se le ha dado la posibilidad de una quita al endeudado?

De facto, a los promotores se les ha hecho.

Sí, y es que además quizá el señor en cuestión hubiera podido pagar 20.000, o incluso 50.000. A las familias se las ha echado a la calle. Han perdido el piso; el banco se ha encontrado con una vivienda vacía; ha sido necesario crear la Sareb; hemos tenido que financiar entre todos el diferencial de precios, y ahora estamos ofreciendo los pisos sin control de plusvalías a compradores-especuladores que probablemente tampoco los van a ocupar esperando su revalorización. Todo ello constituye una operación calificable de escándalo histórico. Cuando se le ha echado en cara a la responsable de la Sareb, ha respondido: “Como no hemos dicho a qué precio vendemos o compramos, todo son suposiciones”. ¡Alardea de falta de transparencia! , en una operación sustentada sobre fondos públicos.

Deduzco que no le gusta la política de vivienda actual.

¡No hay, no existe política de vivienda! Ha desaparecido. El Gobierno debería vigilar a la Sareb. Pero el banco malo se ha montado estrictamente como una operación financiera, totalmente al margen de la política de vivienda.

Otro asunto inquietante es la igualación de los precios de los alquileres protegidos a los del mercado libre.

Bueno, expliquémoslo bien. En la época de la inflación galopante, el coste del crédito y del suelo fueron presionando al alza los precios de alquiler de los pisos protegidos; si el precio de alquiler no era un poco alto —ojo, entendiendo por alto un 50% de diferencia con el precio de mercado—, el promotor no se ponía a ello. Cuando los precios de los pisos empezaron a bajar y la inflación también, los alquileres protegidos elevados empezaron a no tener sentido. Pero los promotores hacen trampa con su argumento de que eran los precios que marcaba el plan y que esto los condicionaba, porque los planes de vivienda establecen los precios de VPO como máximos que no se deben superar. El promotor siempre ha podido alquilar y vender por debajo para adaptarse a la capacidad de sus demandantes.

No les salen las cuentas, quizá.

¿Que no les salen las cuentas? Pues esto es lo mismo que ha ocurrido en el mercado libre, donde los precios han ido bajando. También en el mercado protegido se pueden bajar los alquileres, evidentemente con menor margen ya que su nivel también había sido más bajo.

Es la clave para que se llenen pisos sociales vacíos.

Mucha gente hoy no puede pagar más de 200 euros de alquiler. Hoy son pocos incluso los mileuristas. Añada agua y luz, más vivir, y llevar el niño al colegio. El margen que queda para la vivienda es francamente bajo. Pero es cierto que cuesta trabajo que a un promotor le interese ofrecer pisos a unos precios tan bajos.

“Es cierto que cuesta que a un promotor le interese ofrecer pisos a unos precios bajos”

“Muchos niños comen solo una vez al día y suprimir becas comedor hace mucho daño”

El riesgo de pobreza infantil ha aumentado un 46% durante la crisis. La pobreza infantil alcanza al 26% de los niños.Muchos, mal alimentados. ¿Son proyecciones alarmistas de un riesgo o tenemos un problema gordísimo?

Existe un problema grave con los niños en la medida en la que son los más vulnerables, las víctimas últimas a las que acaba afectando un panorama de padres en paro y de dificultades de acceso a la vivienda. El perfil tradicional de pobreza al que estábamos acostumbrados era el de personas mayores, mujeres solas, hombres solos. No significa en absoluto que ese perfil desaparezca, pero lo cierto es que el grueso de las peticiones de ayuda que tenemos ahora son de familias con hijos, con padres entre 35 y 50 años.

Se ha hablado mucho de la mala alimentación de los niños. ¿Existe realmente un problema grave de malnutrición?

Le aseguro que son muchos los niños que solo comen una vez al día, y que la supresión de becas comedor hace mucho daño en la medida en la que en la escuela se asegura una alimentación completa al menos una vez. En Cáritas desarrollamos un programa específico para niños, Paidós.

DIRECTA Y CRÍTICA Carme Trilla, después de la entrevista. La actual responsable de Acción Social de Cáritas Barcelona denuncia “la desaparición” de la política de vivienda en España. FOTO: EDU BAYER

 

POBREZA

“La desigualdad será una herencia de la crisis”

Según Crédit Suisse, en España hay 47.000 millonarios (con más de un millón) más que el año pasado...

Bueno, la desigualdad será una de las herencias de la crisis. Nuestro modelo de crecimiento hace que en las fases de vacas flacas aumente la brecha entre ricos y pobres y que cuando vuelva la recuperación, no se aproveche para acortar las distancias entre unos y otros.

España es uno de los países de la UE donde más se ha agrandado la brecha entre la gente con mayores y con menores ingresos.

En esta crisis se está viendo como nunca. La pobreza está aumentando en España, pero es que además está aumentando en términos relativos, luego aumenta mucho más.

¿Se refiere a efectos estadísticos?

Si una persona sobrepasa o no el umbral de riesgo de pobreza, la mayoría de informaciones lo miden en términos relativos. No se establece un umbral como una cifra de ingresos fija por debajo de la cual resulte muy difícil vivir; por ejemplo, 7.000 euros al año, sino como la resultante de calcular el 60% de la mediana de ingresos de la población. Pero si con la crisis y los recortes salariales la mediana un año es de 15.000 euros y, al siguiente, baja a 14.000, el 60% resultante bajará, y, paradójicamente, también se reducirá la cifra de personas por debajo del umbral. Por eso reivindicamos que se hable en términos de pobreza absoluta, no relativa. Además, vemos cómo se incrementan los casos de pobreza severa, que corresponde a quienes viven con menos de 300 euros al mes.

Se ha triplicado la demanda de ayuda. ¿Cómo han podido hacerle frente?

Hemos creado alguna unidad que antes no existía. Sin embargo, la base apenas ha crecido. Quienes hacen donativos tienen interiorizado que su dinero no debe ir a parar a la estructura, sino a quienes lo necesitan.

 

SOLIDARIDAD

“No podemos depender de la compasión”

La pobreza es cada vez más patente en la calle. La gente busca comida en los contenedores. Para soportarlo, ¿nos volvemos indiferentes o reaccionamos?

La indiferencia es un riesgo real, sin duda. Nos inmunizamos contra el dolor ajeno para poder tolerarlo, pero al mismo tiempo los donativos y los voluntarios se han disparado con la crisis. El 90% de nuestra financiación es privada, de hecho.

Cáritas va asociada a la Iglesia. ¿Qué relación tiene con ella? No todos sus donativos son de creyentes.

Los donativos son de particulares, gente dispar. Cáritas viene a ser como el brazo armado de la Iglesia en el ámbito social. Así lo considera la mayoría de donantes, sean creyentes o no.

Solemos decir que somos más solidarios. ¿Pero aumenta la solidaridad o la caridad?

Este es un asunto complejo. Está bien que las personas tiendan a querer compartir más con quienes no tienen, pero eso hace depender la atención de los necesitados de si los que tienen quieren o no; es decir, de su compasión. Nos movemos en un plano en el que no hay una obligatoriedad de reparto y redistribución. Es lo mismo que ocurre con La Marató. Es increíble ver grandes actos de generosidad individual, pero a lo mejor luego resulta que nos cuesta pagar impuestos.