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Clima: no está todo perdido (aún)

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Junio 2014 / 15

En su último informe, el grupo internacional de expertos sobre el Clima (Giec) analiza las posibilidades de frenar el calentamiento del planeta. Es la última llamada.

Una fábrica textil italiana.FOTO:UNIÓN EUROPEA 2012 -EP

El grupo internacional de expertos sobre el clima (Giec) ha publicado el tercer tomo de su quinto informe sobre el cambio climático, dedicado a “la atenuación” de este fenómeno (o “mitigación”, como dicen los anglófonos). El primero se hizo público en 1990. Los progresos de la investigación internacional confirman las constataciones y los temores formulados hace ya un cuarto de siglo; por tanto, ya no está permitido expresar ninguna duda. Además, este informe está enriquecido por una serie de elementos… más bien inquietantes.

Ante todo, subraya que, a pesar de las medidas que se han tomado para reducirlas, las emisiones de gas de efecto invernadero se han acelerado a partir del año 2000. En 10 años, entre 2000 y 2010, las emisiones de gases de todo tipo han aumentado el equivalente a nueve gigatoneladas de CO2, frente a siete durante los 20 años precedentes. Pese a que la agricultura y el bosque (debido a la deforestación) representan la cuarta parte de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero, se consideran generalmente como los grandes culpables de esa aceleración. El Giec indica que, por el contrario, es el único sector en el que las emisiones globales han disminuido desde hace 10 años. Se debe sobre todo a la reforestación en Asia y en Europa, que supone un contrapeso a la deforestación en las regiones tropicales, cuyo ritmo, además, se ha lentificado.

La aceleración de las emisiones proviene de la combustión de la energía fósil (para los transportes, el hábitat y la industria). Hace medio siglo representaba la mitad de las emisiones, frente a los dos tercios actuales, y contribuye en un 78% al aumento de las emisiones globales. No solo los esfuerzos por controlar el consumo que se llevan a cabo en los países ricos y emergentes no han impedido el aumento de las emisiones, sino que, además, la intensidad de carbono de la energía (el CO2 emitido por cantidad de energía producida), que tenía tendencia a disminuir antes de 2000, se ha degradado: el boom de las renovables ha sido superado por la vuelta al carbón.

 

Un coste razonable

Aun incluyendo los compromisos de reducción de las emisiones adquiridos por los países ricos y los emergentes, la prolongación de la tendencia actual llevaría, en 2100, a un aumento de las temperaturas de 3,7 a 4,8 ºC sobre la era preindustrial.

Sin embargo, los autores del informe no ven imposible cumplir con el objetivo de limitar el cambio climático a 2 grados, umbral considerado sostenible para la humanidad. Pero ello supondría una bajada de emisiones del 40% al 70% desde ahora hasta 2050, y emisiones casi cero en 2100. Haría falta una transición energética rápida y voluntarista, cuyo coste reduciría el crecimiento mundial en 0,06 puntos porcentuales al año. Según Giec, no es un coste exorbitante.

1. Climate Change 2014 : Mitigation of Climate Change, IPCC Working Group III Contribution to AR5. Abril 2014. (http://mitigation2014.org).