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Guindos, Lew y el populismo

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Foto artículo: Guindos, Lew y el populismo

Cuando desde la constelación del 15-M y los movimientos alternativos se advierte de que los responsables de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión no sólo han salido de rositas sino que además se han reconvertido en ‘salvadores’, los centros de poder suelen responder con desdén: populismo. O aún peor: demagogia.

Y quizás tienen razón.

Pero ahora el presidente de EEUU, Barack Obama, ha propuesto a Jack Lew, exdirectivo de Citigroup –uno de los símbolos de los desmanes, salvado con dinero público–, como secretario del Tesoro.

Y en el pasado mandato, Lew sustituyó como jefe de Gabinete de Obama a William Daley (alto directivo de JP Morgan en los años de la burbuja). Y ahora relevará a Tim Geithner (el responsable de la Reserva Federal que se suponía que velaba por evitar excesos en los años de los excesos), quien a su vez había sustituido al frente del Tesoro a Henry Paulson, exdirectivo de Goldman Sachs, quizá el símbolo mayor de los excesos.

Empieza a haber consenso entre los economistas de que buena parte del ‘crash’ tiene su origen en la desregularización financiera promovida en los años noventa por Bill Clinton en la Casa Blanca bajo la directrices de Robert Rubin, su poderoso secretario del Tesoro. Rubin procedía también de Goldman Sachs, pero del Tesoro saltó a Citigroup, donde se embolsó 126 millones de dólares en diez años, hasta que el banco, durante su presidencia, tuvo que ser rescatado con 45.000 millones de dólares de dinero público.

Jack Lew
Presentación pública de Lew por Barack Obama (Official White House Photo by Chuck Kennedy).


Al círculo de asesores de Clinton y Rubin pertenecía también el ahora pomovido Lew, quien coincidiendo con el nombramiento de Rubin como presidente de Citigroup (2007) recaló igualmente en el banco con sueldo millonario. En 2008, dirigió Citi Alternative Investment, unidad especialmente involucrada en las prácticas de ingeniería financiera que intoxicaron todo el planeta y hundieron el banco.

Simon Johnson, execonomista jefe del FMI, advirtió del fenómeno que los centros de poder suelen tildar de argumento populista, en “13 bankers”, libro de referencia que describe cómo los banqueros responsables de la crisis 'tomaron' los resortes básicos del Gobierno que debía hacerle frente. Nada nuevo en EEUU. Pero la severidad de la crisis ha exportado el fenómeno a Europa: más de la mitad de los ministros de Economía de los países de la UE son ejecutivos procedentes de la gran banca, que tanto contribuyó a la burbuja y al ‘crash’.

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, es un buen ejemplo de ello.

Como secretario de Estado de Economía del Gobierno de José María Aznar autorizó las famosas participaciones preferentes, que han volatilizado el patrimonio de tantísimas familias. Luego, tras dejar el Gobierno, se convirtió en el primer ejecutivo para España y Portugal de Lehman Brothers, el banco cuya caída desencadenó el ‘tsunami’ global y que también esparció entre clientes españoles muchos productos tóxicos. Y muy poco antes del hundimiento, Lehman Brothers coordinó la salida a Bolsa de la deuda subordinada –prima hermana de las preferentes– de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), “lo peor de lo peor”, en expresión del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Cuando Rajoy llamó a De Guindos como ‘bombero’, el hoy ministro se sentaba en el consejo del Banco Mare Nostrum, suma de cajas (con sus respectivas preferentes). Y ahora la ‘due diligence’ de la entidad en apuros se ha encargado a PwC, cuya área financiera dirigía precisamente De Guindos antes de volver al Gobierno.

Y mientras tanto, el populismo y la demagogia causan estragos.