¿Por qué no se liberalizan los autobuses interurbanos?
Movilidad: Una mayor competencia en el transporte de viajeros por carretera incrementaría el número de rutas, beneficiaría a las rentas más bajas y crearía empleo.
Movilidad: Una mayor competencia en el transporte de viajeros por carretera incrementaría el número de rutas, beneficiaría a las rentas más bajas y crearía empleo.
El repentino aumento de la demanda dispara al alza los beneficios de las compañías de transporte de mercancías. Cinco de ellas controlan dos terceras partes del mercado.
El transporte aéreo ha mandado en el modelo económico, con una fuerte base turística, y en el concepto de desarrollo. El avión ha pasado por encima del planeta, al menos, hasta ahora.
El miedo al contagio del coronavirus ha reducido en todo el mundo los desplazamientos en transporte público y en vehículos compartidos. Aumentan, en cambio, los desplazamientos en transporte privado. ¡Pero hay alternativas al coche!
Reabrir los centros productivos implica plantearse el tema del transporte. Ayer las autoridades recomendaban el uso del vehículo privado. Preocupa que la aglomeración en el transporte colectivo reactive la epidemia. La recomendación, por lógica que sea, puede ser otro efecto colateral negativo de la covid-19.
El transporte marítimo es muy contaminante, de modo que se impone impulsar un cambio de los combustibles marítimos tradicionales para dar paso al gas natural licuado (GNL), además de reducir la velocidad de los barcos y de impulsar tasas portuarias para electrificar las infraestructuras.
Cada vez habrá menos espacio para el coche y más para transporte público y medio como la bicicleta. La bicicleta es barata, ocupa menos espacio, no contamina y es saludable porque se hace ejercicio de modo que deben priorizarse los modos de desplazamiento más vulnerables, sin restar, sin embargo, espacio al peatón, sino a los coches privados.
Aumentar la frecuencia de autobuses, metros y trenes, lo que supone reforzar la flota, es indispensable si se quiere reducir el peso del coche privado en los desplazamientos al lugar de trabajo y en general.
Grandes urbes de todo el mundo están aplicando distintas medidas para restringir el tráfico rodado en el centro. Porque la contaminación y la congestión son problemas que no se resuelven con la sustitución de los vehículos de combustión por los eléctricos, sino disminuyendo el número de coches.
Menos coches y eléctricos, más transporte público y vehículos compartidos, una red ferroviaria electrificada, apuesta seria por la bicicleta, ‘pacificación’ de calles... el paisaje urbano cambiará radicalmente.
Alarma: Cruceros, petroleros y buques portacontenedores contaminan las ciudades portuarias al mismo tiempo que dañan el clima. La desintoxicación va a ser difícil.
Trayectos: España va por detrás de otros países como Holanda, Francia, Italia y Reino Unido en la implicación de las empresas en la cultura de la movilidad sostenible.
Podemos intentar que los vuelos en avión vuelvan a tener su auténtico precio, impulsar otros medios de transporte y cambiar las costumbres.
Incertidumbre: Autonomías y Ayuntamientos ya pueden regular también el servicio de las VTC, pero hasta 2022 no podrán decidir su alcance.
El sector de la moto se vende como solución de movilidad y contaminación, y más al entrar en vigor la norma Euro 4, más restrictiva en emisiones para las motocicletas que para los ciclomotores. La ciudad europea con más motos por habitante es Barcelona.
La implantación del transporte de bajo coste y distintas fórmulas de alojamiento competitivo han integrado los viajes como parte de nuestra experiencia vital. Pero si nos comparamos con nuestros vecinos europeos, la proporción de mayores de quince años que realiza viajes (...)
El uso compartido de bicicletas se ha convertido en una forma de desplazarse exitosa a escala planetaria. Según el Earth Policy Institute, este año un total de 600 ciudades de 52 países distintos se han dotado de algún sistema de bicicleta compartida, que se traduce en una flota de 600.000 unidades.
No es necesario comprar bicicletas para poder disfrutarlas. Ni siquiera de segunda mano. Algunas empresas de inserción social y asociaciones entusiastas ayudan a reconstruir bicicletas en mal estado y a reciclarlas para que puedan volver a ser utilizadas, a menudo gratis o a un precio simbólico. Incluso organizan cursos en los que enseñan a construir una bicicleta desde cero, aunque ello ya requiere algo de tiempo y de habilidad.
La movilidad en las ciudades suele estar muy lastrada por los embotellamientos y la masificación del transporte público. La red pública de transporte en bicicleta llegó tarde a España, pero ha supuesto un alivio para miles de ciudadanos que han encontrado en muchas ciudades una forma alternativa de moverse sin esperas y de forma económica, aunque los precios han ido subiendo de forma progresiva para los usuarios.
Una de las muchas ventajas de pertenecer a la Unión Europea y al euro es que los ciudadanos de los Estados miembros pueden disponer de mucha información económica relevante para sus vidas.
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