Refugiados de primera y de segunda
Europa ofrece mejor trato a quienes huyen de la guerra de Ucrania
Europa ofrece mejor trato a quienes huyen de la guerra de Ucrania
Las centrales nucleares no pueden devenir objetivos militares. El actual vacío legal hace necesario un acuerdo global de no agresión a todo tipo de instalaciones atómicas
La guerra en Ucrania y la espiral inflacionista disparan las ganancias de bancos y empresas energéticas hasta máximos históricos
Desde la revolución del Maidán, en 2014, la limpieza de la vida pública está en el corazón de la política ucraniana. La guerra ha afectado al proceso, pero no lo ha interrumpido
Los estándares del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) carecen de cualquier guía o recomendación para contextos bélicos. Es esencial mantener el paradigma de que las instalaciones nucleares no se conviertan en objetivos militares.
El castigo contra el régimen de Vladímir Putin no ha minado los ingresos del sector energético ruso ni ha desestabilizado el rublo, pero puede perjudicar el crecimiento económico del país a medio plazo.
La guerra de Ucrania ha elevado aún más la tensión entre EE UU y China, cuyo pulso creciente por la hegemonía mundial entraña grandes riesgos para la humanidad.
La UE depende demasiado del extranjero. Para aumentar su margen de maniobra ha comenzado a identificar los sectores más vulnerables y a dotarse de instrumentos de defensa comercial.
Resucitan debates como el de controlar los precios para repartir esfuerzos ante el impacto de la guerra.
Llevamos más de tres meses de guerra en territorio europeo. Otra vez, después de la Segunda Guerra Mundial y del horror en los Balcanes. Europa habla de valores y de paz en plena escalada. Contradicciones, división, dilemas. Sombras del pasado.
Putin ha cometido un error de cálculo de fatales consecuencias. Paliar el desastre exige necesariamente realismo y pactos.
Exterminio: Noventa años antes de la guerra entablada por Putin, Stalin castigó a los ucranianos por oponerse a su política privándoles de alimento y provocando la muerte de millones de ellos.
La reconstrucción del país viene condicionada a su adhesión a la Unión Europea.
Un total de 205 niños y niñas murieron durante las nueve primeras semanas de guerra en Ucrania, según el fiscal general de este país, invadido por Rusia el 24 de febrero. Desconocemos cuál será la cifra cuando usted lea este texto.
Superado el riesgo de que la extrema derecha de Marine Le Pen alcanzase la presidencia de la República en Francia con la catástrofe que habría significado para la Unión Europea, la atención prioritaria ha vuelto a la guerra de Putin contra el pueblo de Ucrania.
Vivíamos con una serie de convicciones que han resultado falsas. Nunca se han hecho y, por tanto, nunca se harán la guerra dos países con McDonalds en sus ciudades, decían. La globalización es el mejor antídoto contra los conflictos violentos, decían.
Putin recuerda al mundo su poderío atómico tras modernizar en los últimos años su armamento, que incluye los nuevos misiles hipersónicos.
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