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37 ­— IMPUESTOS // Día 18

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Diciembre 2020 / 8

La derecha insiste en bajar impuestos para salir de la crisis, que suele ser la medida económica estrella de muchas campañas electorales. 

Ahora que vemos las mejores dotaciones de equipos sanitarios de la mayoría de países europeos, es interesante compararlos con lo que ocurre con el peso de los impuestos en nuestra economía. En el conjunto de los países de la UE, el peso de los impuestos (incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social) era en 2018 del 41,3% del PIB. En España, del 35,4%, casi seis puntos menos. Pocos países tienen menos carga fiscal y los que usamos como comparación de buenos servicios públicos están muy por encima: Francia (48,4%), Dinamarca (45,2%), Austria (42,8%)... Es cierto que los impuestos pueden emplearse mejor o peor, pero hay una correlación estadística entre la calidad de los servicios públicos y el peso de los impuestos. También la hay entre las rebajas de impuestos y el aumento de las desigualdades. 

Uno de los problemas estructurales de la economía española es que no tiene un sistema impositivo suficientemente sólido para financiar muchas demandas sociales. Ni un sistema fiscal progresivo que reduzca las desigualdades.

Propugnar rebajas de impuestos en las actuales circunstancias roza lo criminal. Todas las rebajas de impuestos que se han ido aplicando han tenido dos efectos asociados: han recortado los gastos sociales y han privatizado servicios. Y han beneficiado, escandalosamente, a las capas más ricas. Los que defienden recortes están pensando en más desigualdades, en recortes de derechos sociales y en impulsar negocios privados. Elegir recortes de impuestos es optar por empeorar aún más el sistema sanitario, el educativo, el de servicios sociales, en una apuesta segura por la desigualdad y la injusticia.