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Aborto en América Latina // Mucho camino por recorrer

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Febrero 2021 / 88

Países como Chile y México siguen la senda argentina, aunque todavía están lejos de las leyes progresistas.

Argentina dio un giro de 180 grados al aprobar la legalización del aborto. En el país sudamericano se llevaban a cabo, según un estudio efectuado en 2005 por Amnistía Internacional  a pedido del Ministerio argentino de Salud, 450.000 abortos clandestinos al año, con las consecuentes muertes, traumas y lesiones de por vida para miles de mujeres.

Desde las organizaciones feministas insisten en que el tema no es estar a favor o no del aborto. En los países donde es legal hace años no hay más abortos, sino que bajan las muertes y lesiones de mujeres. Especialmente es importante para las mujeres pobres, que no pueden viajar al exterior ni pagar un aborto clandestino en dólares.

Argentina es el segundo país continental latinoamericano en haber conseguido la legalización del aborto, después de Uruguay (sin contar Cuba, Puerto Rico, donde rige la legislación de Estados Unidos, y la Guayana Francesa, bajo legislación de la metrópoli). En el resto, los abortos siguen siendo mayoritariamente clandestinos. 

El mapa que aparece junto a este artículo, que elabora cada año el Center for Reproductive Rights, muestra que en países como Bolivia y Costa Rica el aborto solo está permitido si está en riesgo la salud. Hay países donde todavía ni siquiera en ese caso pueden abortar legalmente las mujeres, como Nicaragua y Honduras. Y en Brasil solo es legal si la mujer está en riesgo absoluto de muerte.
Latinoamérica se parece, en este aspecto, a los países africanos, sin contar con Sudáfrica y Mozambique, donde sí existe cobertura legal. Y a los países asiáticos, donde la religión tiene un papel clave.

Marea verde que sigue

La marea verde de las argentinas fue y sigue siendo secundada por miles de mujeres en toda la región. Pero no se queda solo en el ámbito de la protesta. Ya ha llegado también a los órganos legislativos. Después de Argentina, Chile comenzó el pasado enero el proceso político para la despenalización del aborto.

América Latina se equipara a África en lo referido a interrupción libre del embarazo

Adelina Miguel, de LexLatin, la revista profesional de abogacía de América Latina, añade que en México, solo la capital y el Estado de Oaxaca permiten el aborto sin condiciones. El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) del presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que pronto se debatirá una ley nacional en el Congreso mexicano.

En Colombia, la asociación Causa Justa busca que la Corte Constitucional despenalice totalmente el aborto. Entre otras cosas, prepararon una demanda y esperan tener una respuesta favorable en mayo.

Otros países latinoamericanos siguen la senda reivindicativa, aunque con menos posibilidades.
Todavía queda mucho camino por recorrer contra la violencia hacia las mujeres en todo el continente. También en Argentina, pues la violencia contra las mujeres desde los mismos juzgados sigue ahí.
 
Criminalización y violencia

Hay procesos abiertos y mujeres en la cárcel por haber abortado incluso cuando los abortos no han sido queridos, como cuenta el libro Dicen que tuve un bebé, de las abogadas Lina Carrera, Natalia Saralegui y Gloria Orrego-Hoyo, que llevaron casos de mujeres que fueron criminalizadas “tras haber transitado abortos espontáneos, partos prematuros, en avalancha, en los que los bebés nacieron sin vida, algunas de las cuales ni siquiera sabían que estaban embarazadas”. Estas abogadas, junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), encontraron que había 1.533 causas por aborto en Argentina y 37 posibles casos de criminalización que provenían de simples problemas en el parto y que se juzgaron bajo la figura de homicidio o abandono de persona.

“Los procesos que deberán desestimarse sin duda son los de las primeras 14 semanas, donde desaparece el delito”, concluye Natalia Gherardi, directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).