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Eurocopa 2016, cueste lo que cueste

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Julio 2016 / 38

ENCUESTA: El 10 de junio, un toque de silbato inauguró la competición en el Estadio de Francia. ¿Una bendición para la economía francesa?

Nuevo estadio Allianz Riviera, la nueva sede del OGC Niza. FOTO: 123rf

“Es una suerte para Francia, para nuestros clubes, para nuestras regiones”. El presidente francés, François Hollande, un apasionado del fútbol, no ha perdido la oportunidad de repetir lo beneficiosa para Francia que es la Eurocopa 2016*. Sin embargo, hay motivos de duda, porque,  aunque no se sabe con precisión los beneficios que la Eurocopa  ha generado, sí se sabe que ha costado mucho, como demuestra el reparto de costes y beneficios entre los diferentes actores. En lo que a costes se refiere, la UEFA* garantizó la organización del torneo por una suma de 650 millones de euros (alquiler de estadios, gestión de las entradas...). El resto (estadios, infraestructuras, seguridad, las zonas para la hinchada*) ha corrido a cargo de los poderes públicos franceses, especialmente del Estado y de las ciudades anfitrionas.

El reparto de beneficios es aún mas claro: “Es muy sencillo, la UEFA se queda con todo”, comenta un profesional de la economía de los grandes acontecimientos deportivos. Sumando  los derechos de retransmisión por televisión, el patrocinio y la taquilla... la UEFA calcula ingresar 1.900 millones de euros gracias a la competición. Este récord se debe a la ampliación del número de equipos participantes (24 frente a los 16 de las ediciones precedentes). Para colmo, la UEFA ha exigido no pagar ningún impuesto sobre las actividades ligadas a la competición. Esta exención, aceptada durante la presidencia de Nicolas Sarkozy  y confirmada en el quinquenato de Hol-lande, le cuesta a Francia entre 150 y 200 millones de euros, según la Asamblea Nacional francesa. También ha sido un mal antecedente: en julio de 2014, el Gobierno francés amplió la exención a todos los grandes acontecimientos deportivos que se celebren en Francia. 

La UEFA prevé ingresar 1.900 millones de euros por el acontecimiento

Sarkozy aceptó la exención de impuestos para la organización 

Además de este reparto poco favorable para Francia, la UEFA impuso un pliego de condiciones muy estricto con exigencias respecto a estadios, infraestructuras obligatorias o normas de seguridad. A ese pliego de condiciones, la instancia europea le agregó algunas solicitudes muy atrevidas. Por ejemplo, pidió a los comerciantes situados en las inmediaciones de los estadios un canon de 600 euros por cada día que se celebre un partido y que únicamente vendan los productos patrocinadores (Coca-Cola, Carlsberg...). ¿Y si el comercio  se negara a pagar? O bien debería cerrar o cubrirse con una lona de 2,5 metros de alto los días de partido... 

“La UEFA vendió a los patrocinadores unos criterios de exclusividad que son pura fantasía, redactados por unos abogados suizos un tanto alejados de la realidad”, explica un cargo electo que participó en las negociaciones, “pero comprendió que eran inaceptables” y, finalmente, los comerciantes pudieron vender lo que quisieron. Pero para limitar el riesgo de ambush marketing*, la competencia de los patrocinadores oficiales no puede hacer publicidad en un radio de un kilómetro alrededor de los estadios. 

Finalmente, la UEFA obligó a los ayuntamientos que quisieran retransmitir los partidos a través de una pantalla gigante a pagar un canon superior a los 1.000 euros: “Además del dinero que hemos tenido que gastar para celebrar la Eurocopa, nos pidieron que les pagáramos  si queríamos organizar un acto gratuito para los ciudadanos”, protesta Gérard Caudron, alcalde de Villeneuve d’Ascq, alcaldía próxima a Lille, donde se ha construido el estadio Pierre Mauroy, y concluye: “Teniendo en  cuenta el tren de vida de la UEFA, es aún más chocante que de costumbre. Desgraciadamente, este tipo de comportamiento se da en todos los deportes profesionales”.

 

DESFAVORABLE RELACIÓN DE FUERZAS

Efectivamente, el comportamiento de la UEFA no es nuevo ni exclusivo del fútbol. “Las federaciones internacionales de deporte se han profesionalizado desde hace veinte años. Ahora organizan muchas cosas solas e imponen sus condiciones”, explica Loïc Ravenel, del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES en sus siglas en francés). Tras el Mundial de Fútbol de 1998, organizado por Francia, el Tribunal de Cuentas señalaba ya que “las relaciones de fuerza (...) son desfavorables a los responsables nacionales”.  Pero la situación ha empeorado desde entonces, estima Pascal Bolo, vicepresidente de Nantes Métropole, encargado de las finanzas y de los deportes de alto nivel: “Aceptamos celebrar el Mundial de Fútbol de 1998 en Nantes porque consideramos que podía constituir una fiesta popular. Dadas las exigencias de la UEFA para la Eurocopa 2016, nos hemos dado cuenta de que el balance de costes y beneficios era demasiado desequilibrado, por lo que retiramos nuestra candidatura”. 

La UEFA quiso poner un canon a los bares cercanos a los estadios

Nantes se retiró porque el coste-beneficio le era desfavorable

Los responsables lo basan todo en la esperada rentabilidad

Sin embargo, “es  muy fácil quejarse del pliego de condiciones. A la hora de la candidatura, el entusiasmo es general; una vez que se ha conseguido la Eurocopa, llega la rebelión. Es demasiado hipócrita”, concluye Loïc Ravenel.  Efectivamente, la mayoría de los motivos de crispación estaban escritos claramente en el pliego de condiciones. Además, para Jean-Loup Coly, jefe del proyecto Eurocopa 2016 en la ciudad de Lyon, la UEFA no se ha excedido: “Hemos necesitado tiempo para conocernos y entendernos, pero la relación de trabajo con la UEFA ha ido siendo cada vez mejor y más constructiva”. Este análisis lo comparten, a micrófono cerrado, varias personas que tratan con la instancia europea.

Pese a todo, ¿cómo se explica que Francia aceptara semejantes condiciones? Como siempre, los responsables franceses lo justifican evocando la esperada rentabilidad económica. Se calcula que un millón de extranjeros ha acudido entre junio y julio a Francia para seguir de cerca la competición. Según un estudio del Centro del Derecho y de la Economía del Deporte (CDES, en sus siglas en francés) de Limoges, habrá generado 1.300 millones de euros, 26.000 puestos de trabajo a tiempo completo y 180 millones de euros de ingresos fiscales a través del consumo.

 

RENTABILIDAD SOBRESTIMADA

Pero aunque el CDES es un organismo respetado, la mayoría de los economistas se muestran escépticos sobre el impacto económico de los grandes acontecimientos deportivos. “La sobrestimación de la rentabilidad económica es hoy moneda corriente”, opina Patrice Bouvet , profesor adjunto en la Universidad de Poitiers . “La gran mayoría de los estudios académicos demuestra que los megaacontecimientos tienen un impacto económico limitado”, confirma el investigador británico Victor A. Matheson. “[numerosos estudios] en el pasado han llevado a sobrestimar sensiblemente la rentabilidad económica [...], a veces desmesuradamente”, advierte Colin Miège en un informe entregado en diciembre de 2014 a Valérie Fourneyron, entonces ministra de Deportes. Es lógico, “esos trabajos estudian siempre las repercusiones positivas, pero raramente las negativas”, explica el profesor de economía Wladimir Andreff. Por ejemplo, la Eurocopa habrá supuesto que muchos turistas se hayan abstenido de  visitar Francia durante su celebración.

 

UNA COMPETICIÓN CADA VEZ MÁS LUCRATIVA

Ingresos de las diferentes ediciones de la Eurocopa, en millones de euros

“Esta historia de la rentabilidad económica no hace sino confundir”, dice francamente Loïc Ravenel. “Hay que asumir que al nivel actual de deporte espectáculo, el fútbol no ofrece rentabilidad económica. Hoy aceptamos que la cultura sea deficitaria porque se considera que es importante para una sociedad. Reconozcamos que queremos la Eurocopa por cuestiones de imagen, de fiesta popular, pero dejemos de intentar justificarlo económicamente”.

Este análisis es compartido por Christophe Lepetit, coautor, sin embargo, del estudio del CDES sobre las repercusiones económicas de la Eurocopa: “Nuestra intención era medir el impacto económico de la Eurocopa, pero no el beneficio o el déficit que producirá en Francia. Jamás se debe justificar este tipo de acontecimientos por su rentabilidad. Francia no ganará con la Eurocopa a no ser que hayamos conseguido que el mes de competición nos deje una herencia”. Y no es seguro que los 20 millones de euros para desarrollar el fútbol amateur que la UEFA ha concedido a las ciudades anfitrionas se pueda considerar una herencia.

Muchos turistas han dejado de visitar Francia por la Eurocopa

“El deporte profesional ha ido demasiado lejos”, precisa un técnico

¿Habrá, pues, que olvidarse de ser el anfitrión de los grandes acontecimientos deportivos? No está claro, ya que los Estados podrían reequilibrar la balanza en el futuro. “El deporte profesional ha ido demasiado lejos”, acepta un antiguo alto responsable del fútbol que desea permanecer en el anonimato. La prueba es que las candidaturas a los grandes acontecimientos deportivos son cada vez menos numerosas, como demuestra la retirada de la de Boston o la de Hamburgo para los Juegos Olímpicos de 2024. Contactada por nosotros, la UEFA dice, por ejemplo, lamentar que “una ciudad con semejante tradición futbolística como Nantes no haya formado parte de las ciudades anfitrionas”. Está claro que la situación está basculando.

 

FINANCIACIÓN

ACUERDO PARA LA SEGURIDAD

Los atentados islamistas que golpearon a Francia en 2015 han hecho de la seguridad la principal preocupación. A las autoridades les inquieta sobre todo la seguridad de las zonas para la hinchada, cuya gestión corresponde a las ciudades anfitrionas. Inicialmente costaría 12 millones de euros a los ayuntamientos. Finalmente, habrá sido el doble. “Hemos trabajado y negociado intensamente para que las zonas para la hinchada puedan mantenerse a pesar de las amenazas. En este asunto, la UEFA ha hecho mucho más de lo que se esperaba de ella”, se alegra una fuente en el Ministerio de Deportes. Tras ese “mucho más”, hay que traducir que la UEFA aceptó pagar cuatro  millones de euros más de lo previsto. El Estado puso también ocho millones más. Las ciudades pagarán, pues, la factura inicial. 

 

* LÉXICO

Eurocopa 2016: la competición enfrenta a 24 naciones del 10 de junio al 10 de julio. Es diferente a las competiciones entre clubes que tienen lugar a lo largo del año.

UEFA: La Unión Europea de Federaciones de Fútbol es la instancia que organiza las competiciones de fútbol europeas, fundamentalmente la Eurocopa (campeonato de naciones) y la Liga de Campeones (clubes).

Zonas para la hinchada: espacios instalados temporalmente en las ciudades anfitrionas donde se retransmitirán los 51 partidos en pantallas gigantes. 

Ambush marketing: técnica por la que una marca aprovecha un acontecimiento mediático para ganar visibilidad sin ser patrocinador oficial.