Te quedan 1 artículos gratuitos este mes.

Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Fermina Orduña

Comparte
Pertenece a la revista
Noviembre 2020 / 85

Innovación para la salud.

El 20 de mayo de 1865, Fermina Orduña se convirtió en la primera mujer que registró una patente en España. Según publicaría tres años después La Gaceta de Madrid, el invento, patentado por cinco años, consistía en un "sistema para expedir la leche de burras, vacas y cabras”. Se trataba de un medio de transporte de ganado lechero que aseguraba una distribución rápida de leche fresca a domicilio, especialmente a las personas enfermas.

Un establo móvil

El invento acabó por mejorar la salud de la población, puesto que reducía el tiempo que transcurría desde que los animales eran ordeñados hasta que la leche se vendía para su consumo. El carro funcionaba como un establo móvil que reflejaba la preocupación por garantizar el buen trato y una buena alimentación del ganado, al que se daba pienso de grano seco. El líquido se metía en vasos de cristal cerrados de forma hermética, que se sumergían en envases con agua caliente para que se conservase a temperatura natural de la ubre durante 20 minutos. En el carro, que tenía varias ventanas, una puerta, una rampa de entrada y salida y un cabriolé para el cochero, se había instalado una caldera para mantener la temperatura, así como una campana para avisar a la clientela, según describen Elena Rojas y Javier Vera en su artículo sobre Orduña en el libro Mujeres emprendedoras  entre los siglos XVI y XIX, editado en 2017 por el Ministerio de Economía. Los autores comparan el carro con otros medios de transporte existentes en la época y concluyen que Orduña dio "una solución a un problema técnico específico que no estaba ni mucho menos resuelto".

Fue la primera española que registró una patente 

Desde hace dos años, el Gobierno de la Comunidad de Madrid otorga un premio a la innovación tecnológica que lleva el nombre de Fermina Orduña, de la que poco se sabe salvo que vivió en Madrid a mediados del siglo XIX y que demostró valentía para enfrentarse a los prejuicios de su época respecto a las mujeres, y también con relación al transporte de ganado en las calles de las ciudades. 

Entre 1882 y 1935, en España se registraron 10.087 patentes. Solo el 2% de ellas estaban a nombre de mujeres, según la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).