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Los tres meses de papá

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Mayo 2016 / 36

Lund (Suecia)

Las familias suecas tienen 480 días de permiso, con casi todo el sueldo, para dedicarlos a hijos menores de 12 años 

El pasado noviembre, el número uno mundial del streaming musical, el sueco Spotify, causó sensación al anunciar que sus 2.000 asalariados repartidos por todo el mundo podrían quedarse seis meses en casa tras el nacimiento de cada uno de sus hijos. Sin embargo, aún está lejos de lo que rige en el reino escandinavo, donde los padres y madres se reparten, prácticamente como les conviene, 480 días de permiso, que tienen que tomarse antes de que el hijo cumpla los 12 años: 390 de ellos se pagan con un 80% del sueldo y los 90 restantes con unos 20 euros diarios.

Desde su instauración en 1974, el permiso de paternidad y maternidad está considerado en Suecia como una de las piedras angulares de la política familiar, cuyas bases implantaron los socialdemócratas en la década de 1960. En esa época, el país, en pleno boom económico, carecía de mano de obra. Había que animar a las mujeres a que no dejaran de trabajar tras el nacimiento de su primer hijo. 

Suecia apuesta también por el desarrollo de una amplia red de guarderías. Todos los niños de más de 18 meses tienen plaza garantizada. Algunos pueden entrar a partir del año, en función de las plazas disponibles. Las familias pagan, dependiendo del salario, hasta un máximo de 120 euros por mes para el primer hijo. Hoy, el 87% de los niños de uno a seis años van a una guardería frente al 12% en 1972.
En el mismo período, el índice de actividad de las suecas ha experimentado un incremento constante hasta alcanzar el 77%. Sin embargo, un tercio de ellas lo hace a tiempo parcial y ganan, de media, el 14% menos que sus colegas masculinos.

El 87% de los niños suecos van a una guardería

El país incentiva a los hombres para quedarse con el bebé

En los años 1990, la política familiar cambió de orientación. Su objetivo entonces fue nivelar las desigualdades entre sexos a través de la creación, por ejemplo, en 1995 del pappamånad (‘el mes de papá’): 30 de los 480 días del permiso se reservaban al padre, además de los diez días de permiso por el nacimiento del hijo. A partir del 1 de enero de 2016, ese período ha aumentado a 90 días. El resto, se lo puede repartir la pareja como mejor les parezca. 

La reforma —consensuada— tiene como objetivo no sólo incentivar a los hombres a cuidar de los bebés, sino también, que los empleadores asocien las consecuencias de un embarazo a los dos sexos. Igualmente, se pretende así incentivar la igualdad a la larga entre los salarios y las carreras de ambos sexos.

Todavía no se ha logrado. En 2014, los padres sólo cogieron un cuarto de los permisos por nacimiento y las mujeres dedican una hora más que su pareja a las tareas domésticas. Pero la distancia va disminuyendo lentamente. Tras una caída durante la crisis financiera de los años 1990, la fecundidad se ha estabilizado hoy en 1,88 hijos por mujer, uno de los niveles más elevados de Europa.