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Restricciones de tráfico en la ciudad

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Noviembre 2018 / 64

Madrid y Barcelona exigen a los fabricantes que asuman costes por el ‘Dieselgate’ y que pongan dinero en un fondo para luchar contra la contaminación.

Un estudio de la Fundación de Estudios  de Economía Aplicada (Fedea) propuso recientemente establecer un peaje que regulara el acceso al centro de Madrid y Barcelona en las horas punta, con el fin de atajar los atascos y la contaminación  de ambas ciudades. No sería una novedad en Europa. Londres, Oslo, Estocolmo y Milán han dado distintos pasos en este sentido. Los elevados niveles de polución habían puesto a España en el punto de mira de la Comisión Europea, que a principios de año amenazó al Gobierno con una sanción millonaria, para que presentara planes creíbles con que paliar el problema. Las medidas adoptadas por Madrid y Barcelona permitieron a España eludir la demanda de Bruselas, que sí recayó finalmente sobre Alemania, Francia, Italia, Rumanía, Reino Unido y Hungría.

Ni Madrid ni Barcelona han cogido, al menos por ahora, el guante de los peajes, pero han dado pasos para reducir la cantidad de vehículos contaminantes que circulan por sus calles. Y en una reciente reunión de la red de ciudades Eurocities, junto a la federación de ONG Transport & Environment (T&E), reclamaron a los fabricantes poner dinero en un fondo europeo contra la contaminación, y que se responsabilicen de los vehículos afectados por el Dieselgate.

 

Barcelona

Ya hoy, en las llamadas “zonas de bajas emisiones”,  que se encuentra en el interior de las rondas de la ciudad, cuando se dan episodios de elevada contaminación se imponen restricciones a la entrada de vehículos que no dispongan de los distintivos de la Dirección General de Tráfico (DGT), que son los turismos de gasolina matriculados antes de 2000 y los diésel de antes de 2006. Estas restricciones se van a convertir en permanentes a partir de enero del año 2020. Además, hay un acuerdo a escala de todos los municipios que constituyen el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en virtud del cual la restricción para los coches sin etiqueta se producirá a partir de 2025.

“El objetivo es reducir la contaminación un 30% en 15 años. Aplicaremos estas restricciones y analizaremos qué impacto tienen. En función de la eficacia veremos si hay que tomar otras medidas”, explica Frederic Ximeno, comisionado de Ecología de Barcelona. 

 

Madrid

Ha creado un Área Central Cero Emisiones, a la que pueden acceder libremente los coches con etiqueta ECO y con Cero emisiones. Si no es el caso —es decir, la mayoría de vehículos—, pueden acceder a ella los vehículos de personas residentes, invitadas (con estacionamiento limitado en la calle), propietarias de plazas de aparcamiento y usuarias de aparcamientos de uso público, vehículos para personas con movilidad reducida, ambulancias y transporte público, taxis y de alquiler con conductor. Las motos, solo hasta las 22 horas a menos que sean eléctricas. A partir de 2025, aunque se esté empadronado en el centro, un coche sin etiqueta de la DGT no tendrá acceso. 
El Ayuntamiento estima que eliminar el tráfico de paso en el área reducirá en un 40% las emisiones de gases contaminantes.