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Lo que debes saber para que no te roben la pensión // Contra el catastrofismo de las pensiones públicas

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Junio 2013 / 4

El futuro de las pensiones públicas está propiciando el debate de mayor calado sobre política económica de este país.

Lo que debes saber para que no te roben la pensión
184 páginas/Espasa Calpe
Precio: 15.90€

La discusión es esencial no solo porque las pensiones constituyen uno de los pilares esenciales de nuestro Estado de bienestar, sino porque en las actuales circunstancias de crisis económica, el sistema público está siendo el principal salvavidas estable para millones de familias que han perdido las demás fuentes de ingresos.

Pero este debate no es neutral. Los defensores de los sistemas privados, que cuentan con el soporte de las instituciones financieras,  han concentrado sus energías en asegurar la inviabilidad de los sistemas públicos con el apoyo de numerosos estudios. El trabajo de los catedráticos Vicenç Navarro y Juan Torres López, Lo que debes saber para que no te roben la pensión, ofrece un valioso argumentario contra las tesis catastrofistas que según los autores se apoyan en ideas falsas. Los autores sostienen que entre dichas ideas la más habitual es la que afirma que la viabilidad de las pensiones públicas solo depende de la demografía; es decir, de que haya suficientes trabajadores en relación con el número de pensionistas, y como la población envejece cada vez más llegará un momento en que resultará imposible que tan pocos trabajadores financien a tantos jubilados.

Sobre la evolución demográfica, el punto central del debate, Navarro y Torres subrayan que las previsiones están mal calculadas. En su opinión, lo importante no es el número de adultos respecto al de ancianos (la relación actual de 4 adultos por cada anciano pasaría a 1,65 en 2050), sino el número de  trabajadores respecto al de pensionistas. Por esta razón subrayan que la respuesta está en “crear las condiciones para que aumente la productividad, la actividad y el empleo”.

Las pensiones públicas no son un lujo al que se pueda renunciar. “Sin  ellas”, concluyen los autores, “65 de cada 100 personas mayores de 65 años estarían en la pobreza. Y es una quimera creer que el ahorro privado puede sustituirlas”. En definitiva, su  propuesta pasa por aumentar el empleo, ingresos más elevados y mejor distribuidos y dotar al sistema de otros recursos, recordando que hay países en que son financiadas mayoritariamente con fondos públicos.