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Presupuesto // Menos armas, más sanidad

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Junio 2020 / 81

Fotografía
Ricardo Pérez

Origen
MDE

El Centro Delàs de Estudios por la Paz denuncia que España destinó 55 millones de euros diarios a la compra de material bélico en 2019.

No había presupuesto y España fue poco a poco desmontando el Estado de bienestar. La pandemia sorprendió a media humanidad, y quienes habían perdido más estructura sanitaria y de cuidados sufrieron y están sufriendo las peores consecuencias.

Al mismo tiempo, según información del Centro Delàs de Estudios por la Paz y el International Peace Bureau (IPB), el Estado español  gastó el año pasado 20.050 millones de euros en partidas militares, el equivalente a 55 millones diarios. 

Estas cifras forman parte del informe sobre el gasto militar español que realiza anualmente el Centro Delàs y del estudio sobre el gasto militar global publicado por el Instituto Internacional por la Paz de Estocolmo (SIPRI). Según el documento, el gasto militar mundial alcanzó en el último año,1,92 billones de dólares, 95.000 millones más que en 2018. El pasado año fue el cuarto consecutivo de aumento del gasto militar, pues pasó del 2,6% al 3,6%, y ha registrado el mayor incremento de la última década.  Los que más gastan en armas son Estados Unidos, China, India, Rusia y Arabia Saudí, que representan casi dos tercios del gasto militar mundial.

En esta clasificación anual, España sale en el puesto número 17 del mundo. Ha bajado, a pesar de que en 2019 se gastó el 0,9% más que el año anterior y alcanzó los 17.200 millones de euros solo en el Ministerio de Defensa. Esta cifra llega hasta los 20.050 millones de euros cuando se contabilizan las partidas militares incluidas en los presupuestos de otros ministerios. 

“Imaginemos si hubiésemos invertido esta suma a fortalecer la sanidad pública”, dice Pere Ortega, presidente del Centrp Delàs y experto en gasto militar. De hecho, ese ejercicio de imaginación es el que han hecho en el último informe, a diferencia de años anteriores. En esta ocasión han querido ampliar la información y hacer una comparativa del gasto militar frente al gasto para afrontar la emergencia de la covid-19 (véase infografía en la página de la izquierda). “Por ejemplo, con el dinero dedicado a los aviones Eurofighter y A-400M se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas por un año”, explican. “Teniendo en cuenta que el sistema de salud español sufrió unos recortes estimados de entre 15.000 y 21.000 millones de 2009 a 2018, el Centro Delàs y la campaña del IPB reclaman la cancelación de los programas especiales de armamento aprobados por el actual Ejecutivo y de todos aquellos que faltan por pagar y ejecutar.

El gasto militar mundial alcanzó los 1,92 billones de dólares en 2019

El Centro Delàs llama la atención sobre los siete Programas Especiales de Armamento (PEA) que el Ejecutivo socialista aprobó en el segundo semestre de 2018. Se refieren a 13.000 millones de euros “que contemplan un nuevo techo de gasto para los programas del avión de combate Eurofighter, el submarino S-80 y para la adquisición de cinco  fragatas F-110, 348 vehículos de combate sobre ruedas (VCR) y 23 helicópteros NH-90. Estas partidas para nuevas compras y para mejoras de modelos adquiridos anteriormente, pero ya obsoletos, sitúan el coste total de los PEA por encima de los 42.000 millones de euros desde que se iniciaron en 1997”.

“Las cifras para 2019 muestran un sólido crecimiento del gasto militar mundial que plantea importantes riesgos para la paz y seguridad globales y supone, al mismo tiempo, una gran desviación de recursos públicos que son fundamentales para hacer frente a la crisis del coronavirus”, agrega Jordi Calvo, vicepresidente del IPB y coordinador del Centro Delàs. “Es el momento de acometer drásticas reducciones del gasto militar para financiar políticas que confronten las verdaderas amenazas globales a nuestra seguridad”.

No se necesitaban militares

Desde el Centro Delás critican a su vez el uso de las fuerzas militares para tareas relacionadas con la pandemia, pues consideran que había suficiente personal civil para ello. “Las labores que está llevando a cabo el ejército durante esta pandemia no son labores militares, se podrían hacer con personal civil de una manera más eficiente. La gente adecuada para hacer estas labores y las empresas que cuentan con los recursos necesarios están en su casa”, agrega  Ina Robles, bombero y activista de Greenpeace España que fue expedientado por negarse a supervisar un cargamento de armas en el puerto de Bilbao.

“Ifema se hubiese podido gestionar con cuerpos civiles. Que esté la UME o el ejército parece un derroche de recursos. Para luchar contra un virus no necesitamos gente armada necesitamos sistemas sanitarios fortalecidos”, agregó en una rueda de prensa organizada por el Centro Delàs, Mar Gimena, médica del Servicio Madrileño de Salud y voluntaria en el hospital de campaña de Ifema.