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La movilidad geográfica no despega

Solo el 2,6% de las personas con empleo y el 4,4% de las paradas cambiaron de lugar de residencia en el último año

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Octubre 2023 / 117
Pasajeros en un autobus

Vicente Zambrano González

España es un país con escasa movilidad geográfica en materia laboral. Cuesta tomar la decisión de abandonar el lugar de residencia para buscar un trabajo en caso de estar en paro o para encontrar un empleo mejor. Las causas son diversas y tienen que ver con los bajos salarios, la alta tasa de temporalidad en los contratos y los elevados precios de la vivienda, pero también con el apego al lugar de nacimiento y a la fuerza de los lazos familiares.

Según la Estadística de Movilidad Geográfica y Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi 3 de cada 10 personas ocupadas (el 28,9%) no ha cambiado de lugar de residencia desde que nació. El 40,6% se ha trasladado a otro municipio de la misma provincia, el 4,4% a una provincia de la misma comunidad autónoma y el 13,7% a otra comunidad. El 12,5% restante son personas procedentes de otro país, fundamentalmente inmigrantes.

La movilidad geográfica por motivos de trabajo retrocedió durante la pandemia, pero ha ido aumentando poco a poco desde entonces. En el último año han cambiado de municipio el 2,6% de las personas ocupadas —son 531.000 de los 20,7 millones de cotizantes a la Seguridad Social—, frente al 2,4% de 2022, el 2,2% de 2021 y el 2,8% de 2020. Los  más jóvenes son los más dispuestos a moverse: el 5% de los ocupados menores de 34 años ha cambiado de municipio. Entre los que tienen 55 años y más, solo lo ha hecho el 0,7%.

Los motivos de la escasa movilidad geográfica en España son múltiples y difíciles de cuantificar. A muchos trabajadores, especialmente a los poco cualificados, no les compensa mudarse a otra localidad o a otra zona del país para encontrar un trabajo o ganar más. Los precios de los alquileres se han disparado en los últimos años y, a menudo, obligan a compartir piso con otras personas. En lugar de más ingresos, se corre el riesgo de tener más gastos que en el lugar de procedencia. Ante el panorama de bajos salarios y alto coste de la vivienda, muchos optan por buscar trabajo en otros países europeos.

Desde la patronal apuntan al apego a la familia y al lugar de residencia como un factor fundamental. “Estamos demasiado arraigados a nuestro entorno, a nuestra zona de confort”, afirma Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, quien sostiene que ello puede provocar cierres de empresas que no encuentran trabajadores. “Si no se afronta el problema, se perderá buena parte del tejido productivo, sobre todo en las zonas despobladas, y descenderá la productividad de las empresas”.

También los parados

La fuerte resistencia a cambiar de pueblo o de ciudad para trabajar contrasta con las grandes diferencias entre comunidades autónomas en materia de desempleo. Mientras País Vasco, La Rioja y Baleares tienen tasas de paro inferiores al 8%, Andalucía y Extremadura superan el 17%.

Imagen
ocupados cambio de municipio

La movilidad de los parados en el último año también sigue una tendencia al alza, pero apenas llega al 4,4%. Eso significa que únicamente 138.600 personas que se encontraban en paro han cambiado de municipio de residencia en el último año. Cuatro de cada cinco parados (77,9%) llevan viviendo en el mismo municipio al menos cinco años y casi uno de cada tres (29,2%) no ha cambiado de lugar de residencia desde que nació. Llama la atención que la disposición de los parados a desplazarse para trabajar es inferior a la media en comunidades con alto nivel de desempleo: el 86,5% de los parados andaluces no se ha movido de su pueblo o ciudad en el último lustro, igual que el 86,3% de los extremeños.

Otro motivo de la escasa movilidad laboral que registran las estadísticas, especialmente entre los parados, puede ser el peso de la economía sumergida. Aunque la Administración no publica datos al respecto, en comunidades con una alta tasa de desempleo hay más gente trabajando de lo que reflejan las cifras oficiales de paro y ocupación.

Fijos y temporales

La movilidad tiene también mucho que ver con la estabilidad en el empleo. El 4,2% de quienes tienen un contrato temporal ha cambiado de municipio de residencia en el último año, frente al 2,4% de los que tienen contrato fijo. El 82,5% de los asalariados con contrato indefinido lleva residiendo en el mismo municipio cinco años o más, frente al 77,9% de los trabajadores con contratos temporales.

Los inmigrantes son el grupo social con mayor disposición a moverse si se trata de encontrar un trabajo o un empleo mejor. En el último año ha cambiado de municipio de residencia el 7,4% de los ocupados extranjeros, frente al 1,9% de los nacionales.