Te quedan 2 artículos gratuitos este mes.

Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Qué cambia con la reforma

Los cambios pactados por el Gobierno con las organizaciones de autónomos y los sindicatos afectan al sistema de cotizaciones, entre otros aspectos

Comparte
Pertenece a la revista
Octubre 2022 / 106

Fotografía
Vicente Zambrano González

Cotización según ingresos

 
El principal cambio de la reforma del sistema de cotizaciones del régimen de autónomos aprobado por el Gobierno y acordado por las principales organizaciones del colectivo (ATA, UPTA y UATAE), los sindicatos CC OO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme es que ya no será posible elegir la base de cotización según le convenga a cada cual, con independencia de si ingresa mucho o poco. A partir de 2023, tendrá que aportar en función de los "ingresos reales". Si ingresa más, paga más. Además de injusto, el sistema actual se consideraba insostenible: las prestaciones a los autónomos están, de media, el 20% por debajo de las del régimen general, pero sus cotizaciones son el 40% inferiores, según un análisis de la Cámara de Comercio de Barcelona. Hasta 8 de cada 10 autónomos se venía acogiendo a la cuota mínima.
 

Transición en una década

 
La introducción del principio de la progresividad es una de las palancas del acuerdo. Y ello pese a que se trata de una progresividad relativa, que ha sembrado frustración entre muchos autónomos con bajos ingresos: sí, se establece una relación decreciente entre las bases de cotización y los rendimientos declarados al IRPF (en 15 tramos), pero, en 2023, quien tenga menos ingresos mensuales (hasta 670 euros) deberá pagar 230 al mes, mientras que quien ingrese más de 6.000 euros solo pagará 500 (en 2025, la primera cifra bajará a 200 y la segunda subirá a 590 euros). Así, aunque con el nuevo sistema quienes ingresen menos pagarán hasta 1.130 euros menos al año que ahora, el avance en progresividad se desdibuja por el régimen transitorio de los próximos tres años y un futuro abierto. En 2025, se valorará acelerar el ritmo en la progresividad entre 2026 y 2032, puesto que el proceso de adaptación durará 10 años.  Habrá que ver si entremedias hay cambios de gobierno. El calendario ha sido parte de la batalla, junto a las cuotas. ATA (en CEOE) rechazaba cotizaciones más altas para quienes ingresen más, pero UATAE y UPTA, ligadas a CC OO y UGT, pedían una mayor reducción de la cotización mínima, ahora en 294 euros. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha ido modulando su propuesta, a fuerza de vetos. El sector estima que 1,3 millones de autónomos se sitúan en el tramo más bajo de ingresos. Al pacto ha ayudado también la facilidad en los requisitos para acceder al Cese de actividad, o el "paro de los autónomos" en caso de cierre. 
 

Tarifa plana

 
La cuota reducida seguirá existiendo para los nuevos autónomos, aunque será más elevada que la actual, ya que sube de 60 a 80 euros al mes. Aun así, la aportación continúa siendo mucho más reducida que la cuota mínima, ya citada. La tarifa plana se puede aplicar durante un año, pero el segundo año solo valdrá para quien perciba ingresos que no alcancen el salario mínimo. La tarifa plana sirve para cubrir contingencias comunes y profesionales (el 28,3% y el 1,3% de la base de cotización, respectivamente). Deja fuera la formación profesional y el cese de actividad.