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Los infectados son bastantes más

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La cifra de contagios totales, tanto sintomáticos como asintomáticos, puede situarse en torno a los 100.000. 

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el responsable del control de epidemias, Fernando Simón. FOTO: MINISTERIO DE SANIDAD

España y Alemania tienen, según las cifras oficiales, un número similar de contagiados por el virus SARS CoV2, pero la cifra de fallecimientos es sustancialmente más alta aquí: a día de hoy se contabilizan 1.375 en España y 73 en Alemania.

Las razones para esta descomunal discrepancia son diversas, pero voy a centrarme en la que parece ser la principal: en el país centroeuropeo se están contando bien los contagios y aquí no. Allí se le está dando mucha importancia a efectuar el máximo de test a los infectados y su entorno con la finalidad de conocer con el máximo detalle cómo se expande la epidemia y aquí hace 10 días que en Madrid y Catalunya se dejaron de hacer “diagnósticos de laboratorio” a los casos leves, según el protocolo que entró en vigor el miércoles de la semana pasada.

Así, cuando el pasado lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, reclamó “test, test, test” porque es algo necesario para combatir la epidemia, España llevaba cinco días sin efectuarlos a los enfermos leves. “Todos los países deberían ser capaces de hacer el test a todos los casos sospechosos. No se puede luchar contra la pandemia con una venda en los ojos”, dijo Adhanom. Tras la advertencia, el Ministerio de Sanidad ha adquirido 640.000 kits rápidos.

Si la cifra de 25.000 infectados no es creíble porque no se han hecho pruebas de manera meticulosa entre los afectados y sus contactos, ¿cuál es el número posible? El propio director del Centro de Coordinación de Alertas  y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció el viernes de forma indirecta que el número de infectados se desconoce al indicar que las cifras que deberán utilizarse desde ahora para valorar la evolución de la epidemia son el número de enfermos graves y críticos, por un lado, y el de fallecimientos, por el otro. Ambos grupos sí se conocen con precisión.

Según cálculos efectuados a partir de la epidemia en China, los casos graves y críticos son aproximadamente la quinta parte del total de enfermos con síntomas. Así, si hoy están contabilizados 13.000 pacientes de consideración, el total  de infectados sintomáticos está en torno a los 65.000. Como a partir del análisis de todos los pasajeros del crucero del Diamond Princess, por una parte, y de todos los habitantes del pueblo italiano de Vò, por otra, se ha calculado que por cada enfermo sintomático hay otro sin síntomas, el total de contagiados estaría ahora en torno a los 130.000.

Analizando también casos de enfermos chinos, un modelo matemático desarrollado por Julien Riou, de la Universidad de Berna, establece que fallece el 1,6% de los infectados, tanto si son sintomáticos como si no. Dado que han muerto 1.326 enfermos en España, los contagios deberían estar en torno a los 83.000.

Son cifras dispares y probablemente no perfectamente ajustadas a la realidad, pero que muestran con claridad que los contagios son muchos más de los 25.374 oficialmente registrados y cabe situarlos en el entorno de los 100.000. Con todas las cautelas, hay entre 41.500 y 65.000 si se cuentan solo los sintomáticos y entre 83.000 y 130.000 si son considerados todos.  

¿Sirve de algo hacer estas estimaciones? Probablemente no mucho, porque los simples cálculos no señalan dónde están la mayoría de los portadores del virus y no se puede actuar sobre ellos para evitar que infecten. Pero como se sabe que existen, la OMS insiste en que se multipliquen los test, así podrán ser identificados y se podrá aplicar cirugía fina para controlar la expansión del virus, además de cortar con el hacha de los confinamientos.