Te quedan 2 artículos gratuitos este mes.

Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

¿Trump 2ª parte? Difícil, pero no imposible

El multimillonario conserva el apoyo de sus fieles, pero su calvario judicial puede truncar sus planes de volver a la Casa Blanca

Comparte
Pertenece a la revista
Septiembre 2023 / 116
Image
Donald Trump y seguidores

Fotografía
The Trump White House Archived

Una ley de 1970 ideada para luchar contra la mafia puede dar al traste con los planes de Donald Trump de volver a la Casa Blanca y mandarlo a la cárcel de por vida. De las graves acusaciones que pesan contra él en los tribunales de justicia, la más relevante es la de intentar revertir en su favor los resultados electorales en el estado de Georgia, donde Joe Biden le derrotó en 2020 por apenas 11.000 votos de diferencia. Para procesarlo a él y a 18 de sus colaboradores, la fiscalía ha echado mano de la Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act, una norma aprobada por el Congreso en 1970 para luchar contra el crimen organizado y conocida por su acrónimo en inglés, RICO. Es el mismo instrumento legal que en la década de 1980 sirvió para encarcelar, entre otros, a los jefes de los clanes Luchese y Colombo, dos de las Cinco Familias que dominaron durante décadas el crimen organizado en Nueva York. 

Trump hace frente a otros tres procesos por la vía penal: uno en Washington por su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020, otro en Florida por poner en peligro la seguridad nacional al guardar documentos secretos en su mansión de Mar-a-Lago y un cuarto en Nueva York por intentar comprar con fondos de su campaña electoral el silencio de una actriz porno con la que tuvo una relación. Ya hay fecha para el primer juicio: Tanya Chutkan, juez encargada del caso del asalto al Capitolio, la ha fijado para el 4  de marzo, un día antes del llamado Supermartes, cuando 15  Estados votan simultáneamente en las elecciones primarias.

Imagen
Intención de voto

Varios de los delitos que pensan contra Trump conllevan penas de prisión que oscilan entre los 10 y los 20 años, por lo que el expresidente, de 77 años, podría pasar el resto de su vida entre rejas. El juicio de Georgia es especialmente relevante porque, al tener lugar bajo la jurisdicción estatal, no podría indultarse a sí mismo si volviera a a ser presidente. Tampoco podría hacerlo el gobernador del Estado, el republicano Brian Kemp, puesto que así lo prohíbe explícitamente una vieja ley aprobada para combatir la corrupción política en Georgia e impedir la presencia de miembros del Ku Klux Klan en la Administración estatal. 

Pese al calvario judicial que tiene por delante y la posibilidad de dar con sus huesos en la cárcel, el multimillonario neoyorquino es el claro favorito en las elecciones primarias del Partido Republicano y las encuestas indican que está prácticamente empatado con el presidente Joe Biden en intención de voto ante una potencial repetición del duelo que ambos protagonizaron en 2020. Los estadounidenses están igual de divididos que entonces, cuando el demócrata derrotó a su rival por 306 votos electorales a 232 y más de 7 millones de votos de diferencia. 

Imagen
Foto policial Donald Trump
Preso PO1135809. Por primera vez en la historia de EE UU, un presidente ha sido fichado, con foto incluida, por estar acusado de un delito.

Las encuestas ponen de relieve que las duras acusaciones que afronta Trump han acentuado la opinión negativa que ya tenían de él buena parte de los votantes independientes e indecisos. Ello  otorga una ligera ventaja a Biden, pero sería un error dar por seguro que las elecciones de 2024 serán una repetición de las de 2020. El primer gran sondeo de la campaña del New York Times, hecho a finales de julio, coloca a ambos empatados en las preferencias de los votantes. A la pregunta de qué candidato apoyaría el año que viene si Biden y Trump fueran los contendientes, el 43% de los encuestados respondieron que apoyarían al primero y el 43% que apoyarían al segundo. La clave está en el 14% de los encuestados que, por ahora, no se decanta ni por uno ni otro candidato. 

Favoritos para las primarias

Por un estrecho margen, la mayoría de los votantes está de acuerdo con que Trump sea juzgado por intentar anular los resultados de las elecciones en 2020 y que debería suspender su campaña electoral. Sin embargo, su afirmación de que todo es una persecución orquestada por el Gobierno de Biden cala en una parte importante del electorado. Sus sucesivas comparecencias en los tribunales no han hecho más que  aumentar las aportaciones de sus partidarios a su campaña.

La encuesta del New York Times le da como claro ganador de las elecciones primarias del Partido Republicano por una diferencia de 40 puntos porcentuales frente a su máximo rival, el ultraconservador Ron DeSantis, a quien Trump aventaja en todas las regiones del país, entre todos los grupos demográficos y entre todas las corrientes ideológicas del partido. El gobernador de Florida despertó grandes expectativas al lanzar su candidatura, pero su estrella se ha venido apagando desde entonces.

Biden es también el gran favorito para ser el candidato demócrata —en agosto sacaba 50 puntos porcentuales de ventaja en los sondeos a su único rival, Robert F. Kennedy, hijo del candidato asesinado en 1968—, pero entre los votantes demócratas hay muchas dudas sobre si es la mejor opción para seguir al frente del Gobierno. La edad (está a punto de cumplir los 81 años) es un hecho que la cirugía estética no puede ocultar. El presidente más viejo de la historia balbucea a menudo en sus intervenciones públicas, se mueve con dificultad y con frecuencia se le olvidan las cosas. En tono de broma, comparó la tragedia del incendio de Maui, en Hawaii, que causó más de 100 muertos y casi 400 desaparecidos, con un fuego menor ocurrido en una ocasión en su casa. “Casi pierdo a mi mujer, a mi Corvette del 67 y a mi gato”, dijo.

Imagen
Primarias en EEUU

A su favor juega la buena marcha de la economía, con un ritmo de crecimiento alto y pleno empleo, pero la percepción de que la situación está mejorando aún no es generalizada entre la población. Según la encuesta de la Universidad de Quinnipiac, el 71% de los estadounidenses define la situación económica como mala o no muy buena, y el 51% cree que está empeorando. Sin embargo, el 60% piensa que su situación financiera personal es buena o excelente.

A falta de 14 meses para las elecciones, la gran pregunta es: ¿Puede presentarse a las elecciones y ocupar la Casa Blanca un candidato que haya sido condenado a una pena de prisión? La Constitución estadounidenses contempla muy pocos requisitos para un aspirante a presidente, entre ellos que debe tener al menos 35 años, haber nacido en EE. UU y haber vivido en el país durante, al menos, 14 años. Nada descarta explícitamente a quien haya cometido algún delito, pero la 3ª sección de la 14ª enmienda —aprobada tras la Guerra de Secesión para impedir ejercer un cargo público a quienes habían combatido en el bando confederado— dice que nadie que haya jurado defender la Constitución para ocupar un puesto oficial puede optar a un cargo electo si han incurrido en insurrección o rebelión o han prestado ayuda a los enemigos del Estado. Algunos expertos en derecho constitucional consideran que ello bastaría para impedir a Trump presentarse a las elecciones. 

La cuestión ahora es si el debate legal podrá resolverse antes de los comicios o si, por el contrario, cabe la posibilidad de que Trump sea obligado a abandonar la Casa Blanca en caso de que gane las elecciones y sea condenado, lo que desataría una crisis constitucional de consecuencias imprevisibles.