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¡No es solo el mercado, amigo!

Más de 200 personas y entidades acuden a la llamada de un referente de la economía social para resolver una crisis imprevista de tesorería

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Febrero 2024 / 121
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Ilustración GATS

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Azagra y Revuelta

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Cuando un empresario tiene que lidiar con una crisis imprevista de tesorería en plenas vacaciones de Navidad, la única opción que suele quedarle es encomendarse a Dios, pero para ello tiene que ser muy creyente y, además, en esas fechas el Todopoderoso suele estar muy ocupado.

Lograr una inyección de capital urgente u obtener un crédito inmediato, en ambos casos con la contabilidad en rojo, parece misión imposible en la economía convencional, sintetizada por Rodrigo Rato cuando explicó el descalabro de Bankia con la frase: "¡Es el mercado, amigo!".

Sin embargo, en la economía social hay también valores y herramientas más allá de la lógica del mercado. Y aunque no suelen aparecer en los manuales ortodoxos, los amigos son de verdad, gracias a los lazos de confianza y de ayuda mutua.  

Lo demuestra el caso reciente de GATS (Grupos Asociados por el Trabajo Sociocultural), uno de los referentes de la economía social y solidaria en Cataluña, que ha creado un original ecosistema con epicentro en El Prat de Llobregat, focalizado en los segmentos más vulnerables de esta ciudad del área metropolitana de Barcelona.

A finales de diciembre, el consistorio comunicaba a la entidad que el pago de subvenciones comprometidas quedaba congelado a la espera de aclarar algunos extremos del convenio de colaboración. Nada inusual en estas dinámicas técnico-burocráticas, pero cuya resolución exige siempre mucho tiempo. Y, mientras tanto, hay que pagar las nóminas sin la partida prevista para abonarlas... ¡a las puertas de Nochevieja!

150 mensajes

En lugar de resignarse, el equipo de GATS lanzó una acción de emergencia dirigida a la tupida red de amigos y de entidades de la economía social con las que lleva años colaborando: se mandaron 150 mensajes de WhatsApp con el siguiente titular: SOS GATS / Muy importante / Lee con cariño, por favor. Si GATS estuviera en dificultades, ¿crees que podría contar con tu apoyo? Tiempo de lectura estimada: 9'46".

A continuación, se detallaban los motivos que explican su situación y se concluía con dos peticiones concretas: un donativo a fondo perdido de entre 30 y 150 euros antes del 31 de diciembre para poder pagar las nóminas y la predisposición a avalar hasta 1.000 euros de un crédito que se aspiraba a obtener ya en 2024 aprovechando que las finanzas éticas permiten dividir un aval entre todos los miembros de la base social de una entidad. 

Pese a las fechas, la respuesta fue espectacular: en un pispás GATS consiguió 34.550 euros en donativos procedentes de 193 personas y 23 entidades con las que suelen colaborar —entre ellas, Alternativas Económicas — para completar el pago de las nóminas (faltaban 15.000 euros) y afrontar la tesorería más urgente. Y apuntaló el proceso posterior —la obtención de un crédito— con el compromiso de avales por otros 82.050 euros.

"Ha sido un proceso muy duro, pero la respuesta ha sido emocionante y únicamente entendible desde las lógicas de la economía social", explica Òscar Rando, alma de este particular ecosistema empresarial de El Prat y ahora responsable de economía social de CC OO en Cataluña.

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Actividades de GATS
Actividades organizadas por GATS. Arriba, a la derecha, con Manu Chao. FOTO: GATS

Los lazos forjados durante años en proyectos compartidos con otras entidades —lo que en el argot de la economía social se conoce como "intercooperación"—, la filosofía de ayuda mutua del movimiento y las particularidades de las finanzas éticas que, a diferencia de la banca convencional, no se limita a los criterios contables clásicos, sino que tiene también en cuenta la fortaleza de la base social y el propósito de las entidades, explican el milagro de que GATS haya superado las urgencias más acuciantes.

Aval social

Ahora, con semejante aval social, tiene ya muy avanzado el proceso para obtener un crédito de 120.000 euros para facilitar su reestructuración mientras prosigue el pulso legal por las subvenciones comprometidas ahora en cuestión, de cuya defensa se ocupa el Col·lectiu Ronda. 

En la última década, GATS y su laboratorio de economía social han impulsado un centenar de iniciativas, con casi 300 puestos de trabajo y una facturación anual conjunta en torno a los 10 millones de euros. Ha habido una frenética lluvia de ideas permanente que ha generado empresas tan innovadoras como Som Connexió (telefonía e Internet) o Ticketic (plataforma para la gestión de entradas de conciertos) y proyectos tan originales como ofrecer un plato de comida saludable y de proximidad por poco más de un euro en plena hiperinflación, un certamen anual de sopas del mundo y el Festival Esperanzah, una referencia en los macrofestivales sostenibles. 

Uno de los cantantes más implicados con el festival es Manu Chao, cuyo disco más popular se ha convertido en la banda sonora de GATS: Próxima estación... Esperanza. Y Esperanzah.