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Revolución en el control de la obesidad

Fármacos como la semaglutida prometen acabar con el sobrepeso, pero no son milagrosos

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Noviembre 2023 / 118
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revolución fármacos

Ilustración
Furiaaaaa

La doctora Gemma Sesmilo, directora del Servicio de Endocrinología del Instituto Dexeus de Barcelona, está feliz, y ante su cuenta de Instagram, en la que explica a sus pacientes las novedades de la endocrinología, calma a los que llevan años queriendo bajar de peso y no pueden; a todos los que lo han intentado todo y vuelven a ganar peso superando los índices de obesidad; a quienes comen poco y bien pero ven cómo la balanza les da cada vez más malos ratos y están en vías de desarrollar enfermedades cardiovasculares u otras patologías. 

Por fin, parece que se han encontrado respuestas eficaces. El mundo científico lleva décadas tratando de encontrar soluciones que nunca terminan de funcionar. Es por ello por lo que en estos momentos se vive una sensación de revolución que podría cambiar por completo el panorama sociosanitario de los próximos años.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 70% de las personas adultas que viven en Europa presenta sobrepeso. De mantenerse las tendencias actuales, se espera que más de la mitad de la población tenga obesidad en 2030.

En España, a pesar de la famosa dieta mediterránea, las estadísticas no son nada halagadoras. La obesidad es un problema de salud creciente. Afecta ya al 22,8% de los hombres y al 20,5% de las mujeres entre los 25 y los 64 años, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Pero es que, además, el 61,6% de la población adulta española padece sobrepeso. Y todo esto tiene unos efectos devastadores.
 

“Los españoles viven de promedio 2,6 años menos debido al sobrepeso”, explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un estudio sobre España. Las repercusiones sobre la economía son destacables: el sobrepeso representa el 9,7% del gasto en salud y reduce la producción del mercado de trabajo en una cuantía equivalente a 479.000 trabajadores a tiempo completo por año. Todo ello se traduce en que el sobrepeso reduce el PIB español en un 2,9%. Para cubrir estos costes, cada ciudadano paga 265 euros adicionales de impuestos al año, según el organismo internacional.

La obesidad es un factor de riesgo de diabetes, ictus, enfermedades cardíacas y hepáticas, apnea del sueño y, al menos, 13 tipos de cáncer, entre los que están los de mama, intestino, útero y esófago. 

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Gráfico gasto en salud

La doctora Sesmilo, formada en el Hospital Clínico de Barcelona y en el Massachussetts General Hospital de Boston, de la Escuela de Medicina de Harvard, y centrada en la investigación clínica de endocrinología y diabetes, sabe lo que significa la pelea contra el peso y las vueltas del metabolismo para algunos de sus pacientes. Es una lucha eterna, sin descanso. Lleva años tratando de encontrar soluciones como la que están dando hace ya varios años los medicamentos análogos de la hormona GPL-1. Se trata de químicos que reducen la velocidad con que los alimentos salen del estómago y ayudan a reducir la cantidad de azúcar en sangre. Cuando la concentración de azúcar es elevada, aumentan la cantidad de insulina liberada por el páncreas.

Años en prueba 

En 2010 se empezó a comercializar la liraglutida (nombre comercial: Saxenda) en el mercado, aprobada inicialmente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) para la diabetes de tipo 2. En 2014 la aprobó para el control crónico del peso en adultos. En 2017 dio luz verde a la semaglutida Ozempic para la diabetes, y en 2021,a Wegovy, que es semaglutida pero en plumas de 2,4 gramos en vez de 1 gramo máximo, específicamente para el control de peso (ambos fármacos, de Novo Nordisk). 
En noviembre de 2021 el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) también aprobó la semaglutida para bajar de peso. Hay un tercer medicamento a punto de salir, la tirzepatida (Mounjaro), de Eli Lilly. 

Pero en España, por el momento, la semaglutida solo se ha aprobado para controlar la diabetes. Por eso, la Seguridad Social solo financia este tipo de medicamentos para personas que tengan la enfermedad.
Jorge Muñoz, de 53 años, sufre, entre otras cosas, de obesidad mórbida. Gracias al uso de Ozempic, desde hace un año y medio ha logrado adelgazar 30 kilos. “Antes me costaba bastante, porque tenía hambre. Finalmente, me derivaron al hospital, y allí la endocrinóloga me lo recetó”, dice Muñoz. “Me pongo las inyecciones, aparte de hacer una dieta. Como no tengo diabetes, no me entra por la Seguridad Social y lo tengo que pagar en efectivo. Es un problema, porque es muy caro”.

El prospecto de Ozempic, por ejemplo, dice que 1 de cada 10 personas puede sufrir una alteración grave: complicaciones de la enfermedad ocular diabética (retinopatía). Además, 1 de cada 100 personas, pancreatitis aguda. Y raros (1 de cada 1.000 personas) reacciones alérgicas graves. Otros efectos adversos frecuentes (1 de cada 10 personas) son náuseas, diarrea y vómitos que desaparecen normalmente con el tiempo o baja concentración de azúcar en sangre cuando el medicamento se usa con otros que contienen sulfonilurea o insulina. También puede generar indigestión y gases.

La doctora Sesmilo viene recetando análogos de la GLP-1 desde hace años en su consulta, inicialmente para sus pacientes con diabetes de tipo 2. Por eso, conoce los avances y las alegrías logradas. Y también los efectos secundarios, que en una gran mayoría han sido leves y especialmente al comenzar el tratamiento.

Se ha hablado en los medios de comunicación de muchos otros posibles efectos secundarios, desde pérdida de masa muscular hasta pensamientos suicidas. Aunque las agencias están estudiando los casos, por ahora ninguno de estos se ha comprobado.

Efectos económicos

Otro de los efectos secundarios no es de salud sino de economía. El super boom de ventas, tanto en EE UU como el el resto del mundo, rebasó todas las previsiones en un solo año desde que Hollywood lanzó inconscientemente su campaña de mercadotecnia. De hecho, superó con creces las previsiones de Novo Nordisk, la farmacéutica danesa que fabrica Ozempic y Wegovy.

Tal fue el boom de ventas que Novo Nordisk obtuvo casi 49.000 millones de coronas danesas en ganancias (unos 6.600 millones de euros) durante los primeros seis meses de  2023, el 32% más que en el mismo periodo de 2022. Y estas cifras trastornaron también a la economía danesa en su conjunto, haciendo subir el valor de la corona por la gran afluencia de dólares. Esto, a su vez, hizo que tuviera que actuar el Banco Central de Dinamarca, manteniendo las tasas de interés por debajo de las fijadas por el Banco Central Europeo y lograr llegar a un nivel de inflación similar al de los países del euro. 

Jefferies, un banco de inversión, calcula que el mercado de los medicamentos análogos a la hormona GLP-1 superará en 2031 los 150.000 millones de dólares (datos recogido por The Economist). Para tener una idea de la enormidad que eso supone, basta compararlo con el mercado de todos los fármacos contra el cáncer, que fue de 185.000 millones de dólares en 2021.

Wall Street también sufre las consecuencias. Las empresas con productos que ayudan a tratar la diabetes, como DexCom y Laboratorios Abbott, han visto caer el precio de sus acciones.  Los efectos también se han notado en otra empresa cotizada en la Bolsa de Nueva York, Intuitive Surgical Inc., que se dedica a la cirugía bariátrica, de reducción de estómago, que no está exenta de riesgos y que hasta ahora era la que se usaba en los casos de obesidad de difícil solución. Aunque las cifras todavía no son dramáticas, los ejecutivos de Wall Street detectaron un crecimiento más lento en las cirugías bariátricas el último trimestre de 2023, “potencialmente debido al mayor uso de medicamentos GLP-1”, declaró Jim Cramer, presentador del programa Mad Money, de la cadena de televisión CNBC.
 

Muchos médicos y médicas lo recetan para personas obesas o con mucho sobrepeso. Cada pluma de Ozempic (se inyecta una vez por semana) vale cerca de 130 euros. Dependiendo de la marca y la dosis especificada por el personal sanitario, puede durar un mes o más.

¿Por qué las reticencias?

Si los análogos de la GLP-1 son tan buenos, ¿por qué despierta tantas reticencias? ¿Por qué recibe tantas críticas? Tras la aprobación del uso de la semaglutida, ciertos famosos y famosas de la farándula y la jetset de EE UU comenzaron a usarlo para bajar de peso. Y bajaron de forma rapidísima, mostrándolo en sus redes sociales de una manera muy superficial. No se habló de la delicadeza y los cuidados con los que se debe usar (como cualquier medicamento), ni de la necesidad de combinar el fármaco con un estilo de vida saludable, tanto con la dieta como con el ejercicio físico.

Hasta hace meses, en España cualquiera podía comprar las plumas inyectables y meterse en el cuerpo cualquier cantidad, sin control alguno. No se necesitaba receta y hasta se podía comprar por Internet, como si fueran unos auriculares, una camiseta o unas gafas de sol. Y el boom en EE‑ UU hizo que la gente se inyectara cantidades mucho más elevadas que las especificadas y recomendadas, de cualquier manera y sin ningún cambio en el estilo de vida. Los análogos de la GLP-1 son una ayuda para el control del peso, pero no son un medicamento milagro, y en ningún caso sustituyen unos hábitos de vida saludable. De hecho, quienes solo toman el medicamento, sin cambiar el estilo de vida, no suelen ver muchos resultados.

Efectos secundarios

Parte de la polémica generada por estos medicamentos tiene que ver, en parte, con los efectos secundarios que han visto algunas personas y que han salido en los medios de comunicación. Como en todos los prospectos de los medicamentos, están especificados los efectos secundarios de los análogos de la GLP-1 vistos en los ensayos clínicos y en las personas que han consumido estos medicamentos para la diabetes durante años. Estos medicamentos ni son milagrosos ni son perfectos. Como no lo es ningún medicamento. Pero han tenido una repercusión mediática mucho más grande de lo habitual.

Desde Bloomberg también miran de cerca la evolución de los medicamentos que usan análogos de la GLP-1. Entrevistaron en octubre pasado a John Furner, director ejecutivo de los supermercados Walmart, quien explicó que, según sus propias estadísticas, las personas que compraban en sus farmacias estos medicamentos, a su vez estaban comprando alimentos ligeramente menos calóricos y menos cantidad de comida. Luego entrevistaron a Hugh Johnston, jefe de Finanzas de PepsiCo (que además de bebidas producen Doritos y otras marcas de comida poco saludable). El ejecutivo restó importancia al anuncio de Walmart, aunque reconoció que desde hace tiempo ven un aumento de la preocupación por parte de la población y que la revolución de los análogos de la GLP-1 tardará en crear un efecto profundo en los mercados.

La llegada de los análogos de la GLP-1 tampoco les viene bien a los vendedores de dietas, con incesantes campañas de mercadotecnia de soluciones más o menos milagrosas. The Economist cifra los intentos de bajar de peso en unos movimientos anuales de 250.000 millones de dólares en todo el mundo. Muchos están perdiendo su cuota de negocio.

Falta de medicamentos

Lo que sí pasó ante el boom de ventas es que Novo Nordisk fue incapaz de suplir la demanda. No hay suficiente medicamento para cubrir los casos de diabetes ni en España ni en el resto del mundo. Esto genera mucha preocupación en los organismos competentes.  En EE UU se están vendiendo versiones genéricas que no han sido aprobadas, y los organismos reguladores han expresado su preocupación por algunas sustancias en las alternativas al medicamento, que ya circulan en las farmacias.

La FDA clasificó Ozempic como “escaso en este momento”. Por ello, permite a las farmacias que tienen permiso para crear fórmulas magistrales a que compren semaglutida a los fabricantes de ingredientes farmacéuticos y la preparen ellas mismas. Pero algunas farmacias están usando semaglutida sódica, que incumple las leyes federales de EE UU.

Los medicamentos seguirán escaseando durante un tiempo, hasta que salgan nuevas marcas de análogos de la GLP-1. Está por ver el impacto real en la salud, y la economía de los sistemas sanitarios de todo el mundo. No queda más que esperar

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Valor en bolsa Dordisk
  • Los nuevos fármacos no son 'medicamentos milagro'
  • Solo ayudan a seguir la dieta
  • Deben ir acompañados de una ingesta saludable
  • Es necesario hacer ejercicio físico
  • Se deben tomar bajo estricto control médico especializado
  • En España solo están aprobados y financiados para la diabetes
  • No están indicados para personas que simplemente han ganado unos kilos en Navidad