Incertidumbres sobre el empleo
A principios de agosto la economía española apenas había recuperado cuatro de cada diez puestos de trabajo destruidos durante el confinamiento. El rebrote de los contagios amenaza con frenar la mejoría.
A principios de agosto la economía española apenas había recuperado cuatro de cada diez puestos de trabajo destruidos durante el confinamiento. El rebrote de los contagios amenaza con frenar la mejoría.
La cesta de la compra subió de precio durante los meses de confinamiento, al tiempo que caían los de la mayoría del resto de productos.
Los primeros datos apuntan a una caída significativa de la demanda y de los precios tanto en la compraventa como en el alquiler.
Habrá que esperar al menos hasta 2022 para volver a los niveles de actividad y empleo previos a la emergencia sanitaria.
El sector, que sostuvo la economía española tras el crac de 2008, alerta de la dramática caída del empleo.
Los malos datos se han asociado al alza del salario mínimo o al inicio de un periodo recesivo. Conviene hilar más fino.
El nuevo Gobierno arranca en un entorno económico algo más favorable que el del año pasado. Especialmente positivas son las señales de reactivación en la eurozona y los últimos datos de creación de empleo.
Salvaguardar el sistema público de pensiones es una de las tareas más urgentes que deben abordar los grupos parlamentarios en la nueva legislatura.
La recuperación de otros destinos de sol y playa y la desaceleración de la economía mundial hacen mella en el sector turístico español.
Hacía 10 años que el paro no bajaba del 14%. Pero nunca, en los últimos siete, lo había hecho en tan baja proporción, según la EPA del tercer trimestre. Es la guinda de la desaceleración.
Casi la mitad de los jóvenes españoles de entre 16 y 30 años no tiene trabajo ni lo busca. La buena noticia es que la mayoría de ellos está mejorando su formación.
El empleo aumenta y el paro recula, pero cada vez con menos fuerza y bajo el persistente signo de la precariedad, en un contexto mundial en el que soplan vientos de crisis. Un dato positivo: crece la población activa.
La subida de los precios en el mercado inmobiliario es cada vez más preocupante.
Los cambios tecnológicos, sociales y demográficos en los últimos 12 años llevan a la paradoja de que la ocupación esté hoy casi al nivel del inicio de la crisis, pero que el paro no haya descendido en el mismo porcentaje.
La debilidad de la actividad económica trastoca los planes del BCE y la Reserva Federal de subir este año el precio del dinero.
Los bancos centrales, y especialmente el de Rusia, están haciendo acopio de oro, un síntoma de las tensiones geopolíticas y de los riesgos económicos del momento.
La súbita desaceleración de la primera economía europea es una mala noticia para sus socios de la moneda única.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) propone calcular la cuantía de las pensiones sobre lo cotizado en los últimos 35 años. El Gobierno lo ve "razonable".
Si se le resta el aumento de los precios, que reduce la capacidad adquisitiva de la gente, los españoles ganan hoy un 0,3% menos que hace una década.
El paro sigue bajando, sí, y la última Encuesta de Población Activa (EPA) lo sitúa por debajo del 15% por vez primera desde el estallido de la crisis global, una década atrás. Pero no parece que haya motivos para descorchar el champán: la próxima crisis nos pillará otra vez como subcampeones europeos del paro y con la temporalidad disparada.
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