1. Campeones en el descontrol del crédito
En el caso de España, el origen de esta crisis está directamente ligado al disparatado crecimiento del crédito bancario, concentrado en el sector inmobiliario durante la primera década de este siglo. El volumen de préstamos concedido a actividades inmobiliarias creció algunos años a un ritmo superior al 40% y el de la construcción, por encima del 30%. Entre 2000 y 2008, el crédito otorgado a la promoción inmobiliaria, básicamente centrado en actividades especulativas, se multiplicó por diez.
1. EVOLUCIÓN DE LOS ACTIVOS BANCARIOS EN EUROPA ENTRE 2001 Y 2011 Índice 2001 = 100
FUENTE: BCE/INFORME LIIKANEN
Este incremento desaforado del crédito, muy superior al de la economía, que en los mejores años de este período crecía entre el 3% y el 4%, se produjo sin la más mínima limitación por parte de las autoridades. Ni el Banco de España ni el Ministerio de Economía plantearon jamás ninguna objeción al fuerte recalentamiento que experimentaba la economía entre 2000 y 2008. La Asociación de Inspectores del Banco de España advirtió en mayo de 2006 sobre el “nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario”. Sus advertencias cayeron en saco roto.
Eran los años en que la política económica estaba dominaba por la desregulación y cualquier medida de control era descalificada por intervencionista. En épocas anteriores, cuando se producía un aumento excesivo del crédito, el Banco de España establecía un límite para evitar incurrir en situaciones peligrosas.
RESPONSABILIDADES EUROPEAS
Las advertencias de los inspectores cayeron en saco roto
Los excesos de la banca fueron posibles por la afluencia de capital exterior
Los excesos de la banca en España sólo fueron posibles gracias a la masiva afluencia de capitales de Alemania y Francia en busca de mayores rendimientos. Existe, por tanto, también una grave responsabilidad del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea, que conocían perfectamente estas inmensas transferencias de capital dedicadas en buena parte a operaciones especulativas sin que efectuaran ninguna advertencia efectiva. El Informe Liikanen para la reforma del sistema bancario europeo incluye este gráfico en su análisis sobre el impacto del aumento del crédito en la generación de la crisis.