04. De incentivos fiscales para aumentar la competitividad a bajadas de cotizaciones sociales
FISCALIDAD DE EMPRESAS: La promesa presidencial de transformar el Crédito de impuesto para la competitividad y el empleo (Cice) —un incentivo fiscal introducido en Francia hace unos años para aumentar la competitividad de las empresas— en una bajada de las cotizaciones sociales empresariales se concretará en 2019. Es uno de los pilares del plan para incrementar las inversiones y el crecimiento de las empresas.
El actual Cice permite que las empresas se deduzcan de sus impuestos del ejercicio el equivalente al 7% de los salarios que pagaron en el ejercicio precedente, hasta una cantidad límite equivalente a 2,5 veces el salario mínimo. A partir de 2019, esta medida se completará con una bajada suplementaria de 4,1 puntos (para las personas trabajadoras que cobren el nivel del salario mínimo). El Gobierno francés busca con ello lograr un impacto rápido en la contratación de trabajadores poco cualificados.
En 2019, las empresas acumularán de forma transitoria la aplicación de ambas medidas: el antiguo (crédito fiscal para 2018) y el nuevo (bajadas de cotizaciones para 2019). Esa coincidencia se traducirá en una ganancia de tesorería de 21.000 millones de euros. Con ella, según el Gobierno de París es posible crear 35.000 empleos en 2019 y 70.000 en 2020.
Sin embargo, la tesorería extra corre el riesgo de servir sobre todo para aumentar los salarios o para inflar los dividendos de los accionistas. Por otra parte, las patronales empresariales temen, al bajar las cotizaciones y reducir la masa salarial de las empresas, que se incremente su beneficio, lo que se traducirá en una subida del impuesto sobre sociedades (IS). Pero el Gobierno francés prepara una bajada progresiva de tipos de este impuesto del 33,3% al 25% en 2022.
En todo caso, la transformación del Cice en bajadas de cotizaciones encarecerá el trabajo en los sectores que emplean a asalariados cualificados. La industria, cuya competitividad perseguía el Cice, será la más afectada.
La industria será el sector más afectado. FOTO: PARLAMENTO EUROPEO