2. ‘Crowdfunding’
Si el crédito está bloqueado para las empresas, imagínese para los nuevos proyectos empresariales o sociales. Pero nunca había sido tan factible como ahora lograr financiación al margen de la banca. Internet ha permitido conectar proyectos concretos con gente interesada en apoyarlos, incluso financieramente. Esto es el crowdfunding, que vive una eclosión tras la aparición de múltiples plataformas digitales que facilitan esta nueva fórmula emparentada con el mecenazgo.
Dos factores han contribuido a popularizar este nuevo modelo de financiar empresas y otras iniciativas: la escasez de crédito y el auge de Internet. Desde que estalló la crisis, los bancos han dejado prácticamente de dar préstamos a los pequeños empresarios y a los ciudadanos de a pie. Internet, y en particular las redes sociales, han facilitado el contacto entre personas con gustos, intereses o ideas afines dispuestas a ayudarse mutuamente. Quienes quieran emprender un proyecto —ya sea empresarial, cultural o solidario— tienen en el crowdfunding una excelente alternativa a los modos tradicionales de financiación. Algunos lo llaman el mecenazgo del siglo XXI.
El crowdfunding, o inversión en masa, consiste en recabar multitud de pequeñas aportaciones de dinero para apoyar una iniciativa que de otra manera sería muy difícil (o imposible) de poner en marcha. A cambio de su donación, el contribuyente recibe una recompensa, que puede ser el producto fabricado gracias a su inversión, una participación accionarial en el proyecto o simplemente la satisfacción de haber ayudado a una buena causa.
Parece fácil, pero no lo es. Hay mucha competencia ahí fuera. Una buena campaña de crowdfunding requiere una planificación detallada y un seguimiento constante. Una presentación atractiva y transparente en Internet es fundamental para que el posible donante vea que se trata de un proyecto serio que merece la pena apoyar. En la Red hay plataformas que ayudan a presentar la idea y a tramitar la financiación a quienes no quieran hacerlo por su cuenta. Algunas lo hacen gratuitamente; otras, a cambio de una comisión sobre lo recaudado.
Normalmente, los impulsores de cada proyecto fijan una cantidad como objetivo y una fecha límite para alcanzarlo. Si no se alcanza en el plazo marcado, el dinero recaudado se devuelve. Las primeras donaciones suelen llegar del círculo más cercano a los creadores: familiares, amigos y compañeros de trabajo. Una vez logrado este primer impulso, la cantidad recaudada comienza a aumentar con aportaciones de personas desconocidas. El principio y el final son las dos etapas clave de cualquier campaña de crowdfunding.
Facebook o Twitter son las vías ideales para promocionar estas ayudas. Las redes sociales permiten a los emprendedores explicar a un gran número de personas en qué consiste su proyecto y cómo van a utilizar el dinero solicitado. Por su parte, los posibles donantes tienen la oportunidad de examinar a fondo la iniciativa antes de efectuar el pago correspondiente. Lo ideal es subir a Internet un vídeo explicativo. Los expertos subrayan que lo más importante para atraer contribuciones no es contar qué se pretende hacer, sino por qué.
Uno de los principales beneficios del crowdfunding es que ayuda a crear una amplia red de apoyo en torno a una iniciativa. Por regla general, quienes apoyan un proyecto contribuyen a difundirlo en sus respectivos círculos sociales. Algunos, incluso, ofrecen ayuda más allá de la financiera, como asesoramiento legal o ideas para mejorar el producto. Para los proyectos sin fecha de caducidad, es importante mantener a los donantes comprometidos más allá de la fase de financiación; es decir, que la comunidad creada en torno al proyecto siga viva o pueda crecer.
El crowdfunding funciona muy bien para los proyectos con un contenido emocional que ayude a conectar con el público; también para aquellos con un componente innovador. La originalidad, la pasión y el sentido del humor cotizan al alza. El mensaje debe ser sencillo y hay que huir de conceptos demasiado complejos para el gran público.
El abanico de proyectos que se pueden financiar mediante crowdfunding es amplísimo y crece cada día. Hay desde programas de asistencia a personas con autismo hasta planes de apoyo a medios de comunicación independientes, pasando por el rodaje de películas o la edición de libros de cuentos para niños.
ENTIDADES
CROWDACY
www.crowdacy.com
GOTEO
www.goteo.org
VERKAMI
www.Verkami.com
LÁNZANOS
www.lanzanos.com
ES.ULULE
www.es.ulule.com.es
EMPRENDELANDIA
www.emprendelandia.es.org
1X1MICROCREDIT.ORG
www.1x1microcredit.org
