22. Producción ecológica
Que una fruta sea sabrosa no siempre es garantía de que se ha producido respetando al máximo el medio ambiente. La agricultura ecológica conlleva requisitos estrictos que tienen que ver con la calidad del producto, pero también con el uso responsable del agua, la energía y la tierra en todo el proceso de producción. El sello de producción ecológico , regulado por la Unión Europea desde 2009, recibe un interés creciente en España, aunque el consumo suele tener aún el escollo de los precios más altos.
La demanda de productos agrícolas ecológicos no deja de crecer en la Unión Europea, el gran mercado para los tomates, los vinos y las naranjas españolas. El 90% de la producción orgánica española va destinada a la exportación, y España es hoy el país europeo que más superficie destina a la agricultura ecológica: cerca de dos millones de hectáreas. Unos 50.000 españoles viven ya de esta actividad. A pesar del vertiginoso ritmo de crecimiento experimentado por el sector en los últimos años, el campo abierto es aún enorme.
El objetivo de la agricultura ecológica es minimizar el impacto del ser humano en el medio ambiente. Los agricultores que la practican utilizan de manera responsable la energía y los recursos naturales, ayudan a mantener la biodiversidad en sus respectivas zonas y mejoran la fertilidad de la tierra, además de preservar la calidad del agua.
Para emprender una actividad de agricultura ecológica, el terreno donde se va a cultivar debe pasar por un período de conversión que garantice su viabilidad. Una vez puesta en marcha, cada explotación recibe al menos una vez al año la visita de inspectores que analizan tanto la tierra como los productos cultivados. La producción ecológica está regulada desde el 1 de enero de 2009 por el Reglamento del Consejo de la Unión Europea 834/2007. En España, el control y la certificación de la producción es competencia de las comunidades autónomas.
¿Cómo sabe el consumidor que un producto es ecológico? Un sello creado al efecto por la Unión Europea —acompañado del correspondiente a cada comunidad autónoma y de un código de control— identifica en el supermercado las frutas, hortalizas y carnes que reúnen los requisitos exigidos. Además de unas prácticas específicas de cultivo, Bruselas también exige el cumplimiento de unas normas estrictas de almacenamiento, transformación, transporte y venta al consumidor.
La agricultura y la ganadería ecológicas, según los criterios de la UE, se caracterizan por las siguientes prácticas:
- Rotación de cultivos para fomentar el uso eficiente de los recursos disponibles en cada zona.
- Restricciones muy estrictas al uso de pesticidas, abonos químicos, antibióticos para el ganado, complementos alimenticios y otros métodos artificiales destinados a aumentar la producción.
- Prohibición total del uso de organismos modificados genéticamente.
Uso frecuente de recursos como el estiércol animal para fertilizantes, y de forrajes producidos en las propias explotaciones.
- Elección de especies animales y vegetales resistentes a las enfermedades y bien adaptadas a las condiciones locales.
- Cría del ganado en campo abierto y alimentación con productos orgánicos.
- Utilización de técnicas de apareamiento apropiadas a las distintas especies animales.
CONDICIONES IDEALES
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente asegura que España reúne condiciones ideales para el desarrollo de la agricultura ecológica por su climatología favorable y los sistemas extensivos de producción en gran número de cultivos. Las comunidades autónomas con más hectáreas de agricultura ecológica son Andalucía (973.239), Castilla-La Mancha (307.612), Catalunya (92.434) y Extremadura (91.108). En lo que respecta a la producción animal, la conservación de un importante patrimonio genético muy bien adaptado al medio favorece la cría y explotación de especies en régimen extensivo.
El auge del modelo en España, señalan los expertos, es imparable. Una muestra de su pujanza es que en 2012 se produjeron 445.800 toneladas de frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos con prácticas de agricultura ecológica, con un valor en origen cercano a los 522 millones de euros. La gran asignatura pendiente es el aumento del consumo nacional. El precio superior de los productos ecológicos impide, de momento, que los españoles imiten a los alemanes o los holandeses. La crisis ha comportado que el precio sea el factor dominante —casi único— en las compras de los españoles. Pocos están en disposición de pagar un poco más por productos mejores y más saludables.
LAS EMPRESAS
1. EL PORTAL DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA
2. SOCIEDAD ESPAÑOLA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA (SEAE)
3. FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE EMPRESAS CON PRODUCTOS ECOLÓGICOS
4. REVISTA ANDALUCÍA ECOLÓGICA