31. Cooperativa

Por Alternativas económicas

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Febrero 2014 / 1

En las empresas mercantiles manda el capital: quien aporta el dinero indica lo que se debe hacer y se lleva los beneficios. Pero existen también las empresas cooperativas, en las que el elemento central es el trabajo: todos los trabajadores socios tienen el mismo peso en las asambleas, con independencia del cargo que desempeñen y del capital aportado. Estas empresas de raíz democrática suelen resistir mejor las crisis, y no son ninguna rareza: solo en España hay 17.000.

Buscar trabajo no es siempre la opción. A veces es un largo periplo por un mundo incierto, con uno y otro proceso de selección, muchos de ellos absurdos, estudios, mucho tiempo de preparación de currículos para llegar a unos empleos de baja calidad, volátiles y cada vez con salarios más reducidos y menos derechos.

La opción puede ser intentar crear el empleo propio: constituir una empresa. Una vez decidido montar un negocio, no tiene por qué ser una firma mercantil tradicional. Ese modelo empresarial plantea sus problemas. Por más que quien posea la compañía pueda llevarse todos los beneficios, si los hay, también tiene su reverso: toda la responsabilidad recae sobre los dueños, incluidas las deudas, y no es fácil implicar a los asalariados para que se dejen la piel en un proyecto que beneficia sobre todo a quien ha aportado el capital.

Las cooperativas de trabajo son otra opción: no manda el capital, sino el trabajo. Si se consigue trabajar bien en equipo, la efectividad del trabajo es una posibilidad más cercana, que beneficia a todos los implicados, y las redes de apoyo y difusión se amplifican. Si la empresa es propia, el trabajo ya es mucho más que este en sí mismo, y las responsabilidades se comparten.

En las cooperativas de trabajo, a diferencia de las agrarias o las de vivienda, lo que se comparte es, como su nombre indica, el trabajo. En una cooperativa también puede haber jefes si sus impulsores consideran que facilita la organización de la entidad, pero son elegidos en asamblea. Las decisiones importantes de la cooperativa se toman igualmente en asamblea, donde todos los votos de los trabajadores pesan lo mismo, con independencia de la jerarquía que se ocupe en la firma y del capital aportado.

Para formar una cooperativa en España se requiere un mínimo de 3.000 euros. Al menos el 70% de los trabajadores deben ser socios, dueños de la compañía. Se espera que sean socios el 100% de los trabajadores, pero la ley deja margen para momentos concretos en que crece la actividad o para que las nuevas incorporaciones pasen una prueba de adaptación al grupo de trabajo.

También hay lugar para socios colaboradores, que simplemente aportan un dinero y pueden obtener (o no) algún beneficio, pero en las asambleas el conjunto de los socios colaboradores no puede tener un voto superior al 30% o 40% (dependiendo de la comunidad autónoma).
La cooperativa estipula un mínimo de aportaciones obligatorias (fondos de reserva y de educación y formación) y otras voluntarias, que pueden realizarse en uno o varios momentos de la vida de la empresa. Si hay excedentes, estos, una vez deducidos los impuestos, pueden dotar los fondos obligatorios o entregarse a las personas socias (retorno) en proporción a su actividad cooperativizada (nunca en proporción a su participación en el capital).

EXCEDENTES, A RESERVA

Por lo general, las cooperativas que han sobrevivido muchos años aportan todos o casi todos los excedentes a la reserva, lo cual les sirve para solventar los momentos de crisis.

Si bien todavía en muchas comunidades de España crear una cooperativa de trabajo comporta mayores y en algunos casos engorrosos trámites, luego algunas cosas son más sencillas, además de que existen incentivos fiscales por ser empresas democráticas, solidarias y más arraigadas al territorio. Salvo excepciones, este modelo resiste mejor los embates de la crisis.

El voto de todos los socios vale lo mismo en la asamblea, sea cual sea el cargo que se ocupe

Es posible capitalizar el 100% del paro para crear una cooperativa de trabajo

Hay en España unas 17.000 empresas cooperativas de trabajo asociado, con 210.000 personas, en su mayoría socias. Están presentes en todos los sectores productivos, especialmente en las industrias manufactureras y en los servicios (empresariales, servicios sociales, sanitarios, asistenciales y educación).

¿Qué se hace para formar una cooperativa? Depende mucho de la comunidad autónoma, pues la regulación está transferida a cada una de ellas, y hay leyes cooperativas muy diversas. Existen ayudas para hacerlo. El movimiento del cooperativismo de trabajo cuenta con oficinas en casi cada comunidad autónoma, con servicios de asesoría para la creación de empresas cooperativas.

GUÍAS

También se pueden encontrar guías para la creación de cooperativas de trabajo. Allí es posible encontrar información sobre la forma jurídica de la entidad; los principios cooperativos, el papel de los socios trabajadores, el socio; la regulación legal, el funcionamiento cotidiano, el régimen económico y fiscal, además de planes de empresa, tramites iniciales, fórmulas para capitalizar el paro (se puede capitalizar todo el paro de una vez para constituir una cooperativa o entrar en una ya creada), recursos y ayudas, y cuadros comparativos de legislación cooperativa.

ENTIDADES

GUÍA PARA LA CREACIÓN DE COOPERATIVAS

http://www.coceta.coop/publicaciones/emprendecoop-guia-creacion-cooperativas.pdf

FEDERACIÓN ANDALUZA DE EMPRESAS COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO,

FAECTA

www.faecta.coop

AGRUPACIÓN DE SOCIEDADES ASTURIANAS DE TRABAJO ASOCIADO,

ASATA

www.asata.es

UNIÓN DE COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO DE LAS ISLAS BALEARES,

UCTAIB

www.cooperativesdetreball.coop