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Ecuador se vuelca a la industria

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Junio 2013 / 4
Las políticas sociales hechas hasta la fecha llevaron al país a ser el tercero menos desigual de Latinoamérica.
 
Rafael Correa caminando entre una multitud de seguidores. FOTO: PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
 

Rafael Correa Delgado acaba de comenzar su tercer mandato. Ganó con casi el 60% de los votos y una ventaja de tres millones de votos con el segundo candidato.

¿Por qué tiene tanto apoyo? Tal vez lo explique la reducción de la pobreza en el país, que pasó del 37,6% en 2006 al 27,3% en 2012, y también la reducción de la pobreza extrema, que descendió del 16,9% al 12,2% en el mismo período. Las cifras no quedan aisladas. Responden también a una mejor redistribución de la riqueza. Aunque en plena época electoral, Correa subió a 50 dólares por mes (Ecuador es un país dolarizado), equivalentes a unos 39 euros, el Bono de Desarrollo Humano, una especie de renta básica para pobres que cuenta con 1,9 millones de beneficiarios. Lo financió con una reforma tributaria que disminuye las utilidades de la banca privada. El bono equivale a unos 600 dólares por año, apenas un poco menos que la renta básica de Alaska.

Gracias a esa y a otras políticas, el Coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, disminuyó ocho puntos y ubicó a Ecuador entre los tres países con menos desigualdad de América Latina, junto a Venezuela y Uruguay.

Siguiendo el balance económico, presentado por Correa en su discurso de asunción, el país crece cuatro veces sobre el promedio de América Latina, con una tasa histórica de desempleo, que está en el 4,8%.

Con una fuerte inversión pública, logró a su vez otros objetivos sociales. Cerca de 40.000 personas con discapacidad están ahora integradas laboralmente y 6.000 familias cuentan con viviendas adaptadas para la discapacidad.

Al contrario del camino trazado por Europa, la inversión pública de Correa promete seguir creciendo hasta llegar al 15% del PIB (alrededor de 9.994 millones de euros).

El cambio en las cifras de la economía ecuatoriana forma parte de los objetivos que el Gobierno se había planteado en el  Plan del Buen Vivir, que Correa ha patentado y ha mostrado orgulloso en Europa  con su eslogan, que lleva al “ser  humano por encima del capital”.

El plan, que nació en 2009 (año en que Correa ganó la presidencia por segunda ocasión), recupera la cosmovisión indígena y el sumak kawsay, que traducido al castellano significa ‘la vida plena’. El objetivo es promover la construcción de una sociedad que profundice la democracia y tenga condiciones de igualdad social y material. Hay 12 objetivos claros, y muchos tienen correspondencia directa con los Objetivos del Milenio.

En todo este trazado de desarrollo social ha sido, según los expertos, fundamental la tarea del vicepresidente, Lenin Moreno, que acompañó a Correa durante los últimos cuatro años. Pero Lenin no seguirá en el Gobierno, y existe el temor de que las políticas sociales se paralicen. Aunque la idea es aumentar la inversión pública, la prioridad de Correa es ahora la política industrial, sobre todo en el ámbito energético.

 

AHORA TOCA INDUSTRIA

El nuevo vicepresidente, Jorge Glas, tiene la consigna de cambiar la matriz productiva del país. Glas fue el funcionario clave para el Plan de Soberanía Energética, que incluye la construcción de ocho hidroeléctricas y una refinería . El objetivo es que Ecuador se convierta en exportador de energía eléctrica y derivados del petróleo. Por sus manos han pasado contratos millonarios. Solo para las centrales hidroeléctricas negoció créditos por más de 3.000 millones de euros.

Durante la ceremonia de toma de posesión, Glas no dedicó una sola palabra al Plan del Buen Vivir, que todavía no ha llegado a cumplir con todos sus objetivos. Brevemente expuso que se han invertido 11.600  millones de euros en los sectores estratégicos, y ratificó que su misión es llevar a Ecuador a la industrialización para ser menos dependiente de los recursos naturales no renovables.

En la actualidad el país vende al mundo prácticamente petróleo y banano. El 52,82% de las exportaciones corresponde al petróleo y el 10,05% al banano.

Durante la campaña, Correa buscó dar legitimidad a la minería a cielo abierto (que tiene fuertes detractores entre los ecologistas) y ahora el Comité Especial de Licitaciones Hidrocarburíferas (COLH) de Ecuador terminará la XI Ronda Petrolera el próximo 16 de julio. En esta se licitarán 13 bloques en el sureste del país, en las provincias amazónicas de Pastaza y Morona Santiago.

Correa necesita dinero para cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza y seguir con el Buen Vivir. Los ecuatorianos han votado para ello. Pero se necesitan inversiones extranjeras, y Correa está ahora a la caza de estas.  Por eso, bromea diciendo que el Papa es argentino, que probablemente Dios es brasileño, pero que el paraíso es ecuatoriano.