La rebelión de la clase media italiana
Italia: Los seguidores de Beppe Grillo pretenden alterar la política del país y colocar en 2018 a uno de los suyos como presidente del Consejo de Ministros.
Beppe Grillo, en el centro, líder del M5S. FOTO: Freeteo/123RF
El 4 de diciembre se celebrará en Italia un referéndum para la reforma constitucional que, de aprobarse, limitará claramente los poderes del Senado, equivalentes hoy a los de la Asamblea francesa. Pero Matteo Renzi, el primer ministro italiano, se enfrenta en este asunto —como en muchos otros— a una oposición dominada hoy por el Movimento 5 Stele, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), del humorista Beppe Grillo. Tras su estruendosa irrupción en la vida política italiana en 2009, este partido ha fidelizado a varios millones de electores, hasta el punto de aspirar a colocar a uno de los suyos como presidente del Consejo de Ministros en las elecciones de 2018.
Tras una escalada en las elecciones regionales de Sicilia en 2012 y la conquista de la alcaldía de Parma, el movimiento de Beppe Grillo obtuvo el 25% de los sufragios en las elecciones generales de 2013, pisando los talones a las coaliciones de centro izquierda y de centro derecha. Los grillini (los 108 diputados y 54 senadores del Movimiento 5 Estrellas elegidos en 2013) confirmaron su dinámica en las elecciones municipales de la pasada primavera, especialmente al conseguir la alcaldía de Roma.
Los ‘grillini’ lograron la alcaldía de Roma en las pasadas municipales
El M5S ha apostado fuerte por Internet y las redes sociales
La crisis de 2008 cerró un ciclo político de dos décadas en el que dominó un Silvio Berlusconi surgido de los escombros de la Primera República, que se había hundido por los casos judiciales de los años 1990. Durante veinte años, Il Cavaliere dominó la escena política italiana gracias sobre todo a su control de gran número de medios de comunicación, especialmente audiovisuales, a través de su firma Mediaset.
ECONOMÍA Y AUSTERIDAD
La crisis de la zona euro se tradujo, sin embargo, por la adopción de una estricta política de austeridad que llevaron a cabo una serie de gobiernos en un país, donde, a diferencia de España o Grecia, la economía estaba ya estancada desde los años 2000.
Dicha política comportó que se agravaran aún más las dificultades económicas y el paro, sin permitir, sin embargo, el desendeudamiento. Fue un fracaso que originó el descrédito de todos los dirigentes tradicionales, aunque, como Mario Monti o Enrico Letta, fueran más serios y menos negociantes que Silvio Berlusconi. A modo de reacción se ha asistido, explica Marco Tarchi, profesor de Ciencia Política en Florencia, a la propagación de una “onda populista” en dos frentes: uno en el que opera la Liga del Norte, partido xenófobo e identitario con implantación sobre todo en el norte del país que quiere centrar el debate público en la cuestión migratoria; otro en el que está el Movimiento 5 Estrellas, que articula una contestación de las decisiones económicas y sociales con las reivindicaciones democráticas.
Beppe Grillo debe su irrupción en la vida pública a su feroz crítica de los responsables italianos de las dos últimas décadas. La persistencia del éxito de los grillini se debe a la unión de un discurso de crítica a la austeridad con la creciente aspiración de las clases medias italianas a que mejore el marco democrático… y mediático. Sobre todo, entre los jóvenes con estudios universitarios y a los que cuesta encontrar al cabo de los años un empleo cualificado acorde con su formación.
El M5E ha apostado por Internet y las redes sociales para afianzar una estrategia elaborada por Gianroberto Casaleggio, ideólogo del movimiento, muerto el pasado mes de abril. Su último libro, titulado Veni , Vidi, Web (Adaggio, 2015), es un manual de combate político de la era 2.0.
De hecho, el blog de Grillo, llevado sucesivamente por Gianroberto Casaleggio y su hijo es la nave capitana de los grillini. Esta estrategia, consistente en una organización descentralizada que une un fuerte liderazgo a una fuerte autonomía de los militantes mediante el uso intensivo de la Web, tiene desde 2013 un gran eco entre los jóvenes —según los sondeos procedentes de las urnas, el 37,9% de los menores de treinta años habían optado por votar al M5S— y aún más entre los estudiantes universitarios, el 55% de los cuales se ha pronunciado a su favor (véase el gráfico). El símbolo de esta tecnofilia es la plataforma digital Rousseau, que permite a los miembros del movimiento participar en las decisiones, en el nombramiento de candidatos y en la elaboración de las leyes que los parlamentarios del M5E presentan en la Cámara de Diputados y el Senado italiano. Esta pasión por una democracia directa interconectada hace que el M5E se parezca más a los partidos piratas de Europa del norte que a los partidos populistas de extrema derecha como el Frente Nacional francés o el AfD alemán, con el que se le compara con frecuencia erróneamente.
Desde las elecciones de 2013 hasta las municipales de 2016, pasando por las europeas de 2014, el voto M5E muestra una serie de constantes sociológicas: un apoyo masivo de las generaciones jóvenes y, en particular, de los estudiantes universitarios y jóvenes diplomados; excelentes resultados entre los parados; fuerte movilización a su favor de los comerciantes y trabajadores independientes. Por el contrario, le cuesta seducir al electorado mayor y a los jubilados, más inclinados a votar a la derecha o, en menor medida, al centro izquierda de Matteo Renzi, y muestra una persistente debilidad en el electorado femenino —en efecto, los geeks son mayoritariamente hombres.
EL DATO
55%
De estudiantes votó al 5 Estrellas en 2013
Las segundas vueltas de las elecciones permiten al M5E reunir amplias mayorías de obreros, lo que no hace el Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi a pesar de ser el heredero teórico del poderoso Partido Comunista Italiano. El M5E ha demostrado tener una capacidad asombrosa de forjar un electorado relativamente estable a partir de unos elementos muy diversos: los antiguos electores del centro izquierda (20% de sus votantes), de la derecha (un tercio de su electorado) y los ex abstencionistas (cerca de un cuarto) se han amalgamado para constituir el “pueblo de Grillo”.
En Roma y Turín, ciudades que el M5S ganó esta primavera al centro izquierda, Virginia Raggi y Chiara Appendino se han beneficiado del apoyo masivo de todas las franjas de edad, pero especialmente de los más jóvenes (cerca del 70%). En la capital italiana, los barrios de la periferia, con graves problemas de transporte, han optado por el M5E, mientras que el candidato del PD de Matteo Renzi sólo ha resistido entre las personas mayores y los habitantes del centro histórico.
La fuerte identificación con los indignados españoles, origen de Podemos, y el rechazo de las políticas de austeridad (y del papel desempeñado por la Alemania de Angela Merkel en la crisis de la zona euro) dan al M5E un tinte muy euroescéptico, en una Italia que, sin embargo, figuraba hasta ahora entre los países más eurófilos del continente. El modo en que las 5 Estrellas se enfrenten al ejercicio del poder local en varias de las grandes ciudades será determinante para su futuro. En este plano, los excesivamente vacilantes primeros pasos de Virginia Raggi en la alcaldía de Roma despiertan muchas dudas.
El surgimiento del M5E refleja, en todo caso, un fenómeno más general: al cabo de diez años de crisis económica y social, ésta se ha transformado un poco en toda Europa en una crisis de régimen político.
LAS CIFRAS
EL M5E, PARTIDO DE LOS JÓVENES Y LOS PARADOS
Sociología del voto de las elecciones generales de 2013, según la categoría socioeconómica y la edad, en %