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Los gigantes del cánnabis planean sobre Canadá

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Noviembre 2018 / 64

Quebec

Filón: El 17 de octubre Canadá legalizó el cánnabis. Hexo, el mayor productor de Quebec, acelera el ritmo ante la perspectiva de un aumento del consumo.

Plantas de cánnabis en un invernadero. FOTO: GETTY IMAGES

Puertas de seguridad, bata blanca, gorro y calzas. Visitar la explotación de Hexo Corp. exige plegarse a un formalismo preciso. “Es parecido al de una empresa farmacéutica”, comenta Isabelle Robillard mientras cruza la puerta que lleva al invernadero. Centenares de plantas de cánnabis crecen plácidamente. “Nuestra capacidad de producción actual es de 25 toneladas anuales de flores secas”, anuncia la directora de comunicación de Hexo Corp. “Con los nuevos invernaderos que nos entregarán a finales de año pensamos alcanzar las 108 toneladas anuales”.

Estamos en Gatineau, a 30 kilómetros de Otawa, pero aún en Quebec, una vieja ciudad industrial elegida por Hexo Corp. para albergar una de las mayores plantaciones de cánnabis de la provincia. La empresa, fundada en 2013 para copar el mercado de la marihuana terapéutica (legal desde 2001), se ha convertido en la única sociedad quebequesa de cánnabis que cotiza en Bolsa —el valor total de las acciones gravita en torno a 1.000 millones de euros. Con esta nueva sede, Hexo Corp. pretende responder a una demanda que sabe que será creciente puesto que, desde el pasado 17 de octubre, la legislación canadiense ha liberado el consumo y la venta del producto. 

 

EL PORRO, CREADOR DE EMPLEOS

Tras una licitación, la sociedad se convirtió en abril en proveedor preferente de la Societé Quebequoise du Cannabis (QDC) —la empresa pública que tiene el monopolio de la distribución del producto en toda la provincia— a la que tiene que suministrar 24 toneladas de flores secas este año (35% del mercado de la marihuana de uso recreativo), y 35 y 50 toneladas los años siguientes. El resto de su producción está destinada al mercado de uso medicinal y a las demás provincias canadienses. “No nos enteramos hasta mediados de junio de que teníamos que estar preparados para el 17 de octubre”, confiesa Isabelle Robillard. Desde entonces, la empresa está acelerando el ritmo de producción. “¿Que cuántos empleados tenemos? Creo que unos 300… Estamos contratando a unas 10 personas por semana”. Para pasar de ser la “sociedad preferida del Gobierno” a ser “el productor de cánnabis favorito de los quebequeses”, Hexo Corp. apuesta sobre todo por la calidad de los productos. “Nuestras plantas son esquejes procedentes de plantas madre, lo que nos permite controlar totalmente la calidad de nuestros productos”, precisa la portavoz. La empresa no utiliza pesticidas y se han establecido más de 450 pruebas diferentes de calidad y puntos de control para garantizar la uniformidad de la oferta final.

La empresa prevé poducir 108 toneladas anuales

Desde el 17 de octubre la ley permite el  consumo y la venta

Tienen permiso para producir 121 compañías

“La mayoría de los consumidores de cánnabis quieren tener acceso a un abanico de productos a precios razonables y cuyos proveedores les garanticen el origen y la seguridad”, subraya Jennifer Lee, de Deloitte Canadá, una de las principales empresas de asesoría y consultoría de Norteamérica, que ha realizado un estudio sobre la economía del cánnabis en Canadá. Junto con Hexo Corp., 121 empresas canadienses han obtenido el permiso de producir cánnabis. Basan su mercadotecnia en la calidad y trazabilidad de sus productos, dos cualidades fundamentales que las distinguen de la economía ilegal y las afirman en lo que se anuncia como un mercado gigantesco. Según Deloitte, el mercado de uso recreativo en Canadá podría representar hasta 2.900 millones de euros (700 millones en Quebec) y generar 265 millones de euros de ingresos fiscales (65 millones al Gobierno federal y el resto a las provincias). Si a ello se añade el cánnabis terapéutico (1.200 millones) y la economía ilegal (hasta 700 millones de euros), el mercado total se puede calcular en 4.800 millones de euros.

 

EL MERCADO NEGRO SE ADAPTA   

Simon Coutu, un periodista de la revista Vice de Quebec que informa desde hace tiempo sobre el pot, como se llama en Quebec al cánnabis, se muestra poco optimista sobre el futuro del mercado negro. “El cánnabis terapéutico ya ha hecho disminuir el precio en el mercado negro”, afirma, “y no es difícil encontrarlo de muy buena calidad”. En efecto, muchos fumadores han comprado marihuana en los dispensarios porque es fácil conseguir una receta. Los vendedores ilegales, que han tenido que adaptarse a ello y bajar sus tarifas, quizá tengan que hacerlo aún más tras su legalización. “Los mayores fumadores probablemente seguirán proveyéndose ilegalmente”, estima el periodista, subrayando el hecho de que la SDQC no hará descuentos cuando se compren grandes cantidades. 

El uso recreativo puede llegar a 2.900 millones de euros

El mercado terapéutico ha hecho bajar el precio de la marihuana

Hoy, a los actores históricos del cánnabis legal, pequeños productores que venden a los dispensarios, les cuesta conseguir licencias oficiales. Actores más importantes —empresas creadas pensando en la posible legalización del cánnabis recreativo— atraen la mayoría de las inversiones. En el futuro, unos pocos, como la firma de Ontario Canopy Growth, la primera empresa canadiense de cánnabis, valorada en 8.000 millones de euros, controlarán casi todo el mercado canadiense. Y para dentro de un año se anuncia ya un segundo round de esta batalla del oro verde: la legalización de productos comestibles a base de cánnabis. Lo mismo que otras empresas, Hexo Corp. se prepara para ello. El pasado 4 de octubre, su dirección anunció la creación de una coempresa con la sociedad Molson Coors Brewing Company, la tercera cervecera mayor del mundo. Su objetivo: ser el líder de las bebidas a base de cánnabis cuando estas se legalicen en el territorio canadiense.