París, clima templado
Obstáculo: Casi 150 países intentan lanzar un mensaje contundente en la cumbre del clima para evitar una catástrofe, pero sus compromisos son insuficientes.
La cumbre del clima de París, enrarecida por los atentados terroristas sufridos el 13 de noviembre y con las manifestaciones lúdicas en suspenso por supuestas razones de seguridad, debe intentar un acuerdo global que ponga coto al calentamiento global del planeta, de modo que la temperatura de la Tierra no suba más de dos grados centígrados respecto a la era preindustrial. Justo cuando la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la británica Met Office han descargado pésimas noticias. La acumulación de gases perniciosos para la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2), marcó un nuevo récord en 2014: la concentración de CO2 roza las 400 partes por millón, lo que significa un incremento del 143%. Y 2015 terminará con 1,02 grados más de temperatura que el promedio previo a la Revolución Industrial (1750). Existe cierto consenso entre los científicos de que el nivel razonable que puede ser asumible por el planeta es de dos grados a finales de siglo.
COMPROMISOS COJOS
Los países que suman un 85% de las emisiones globales de efecto invernadero enviaron hace tiempo la contribución nacional planeada. Aunque no es fácil unificar criterios —unos países hablan de reducción de emisiones en valor absoluto y otros, en relación con su economía, o respecto a un escenario de tendencias—, lo que sí está claro es que los compromisos adquiridos no sólo no permitirán reducir las emisiones mundiales desde ahora hasta 2030, sino que estas seguirán aumentando. La Fundación Nicolas-Hulot difundió en octubre un termómetro de compromisos según el cual las emisiones mundiales pasarán de 49 gigatoneladas (Gt) de equivalencia CO2 en 2010 a cerca de 60 Gt en 2030, lo que nos llevaría a un calentamiento superior a tres grados, considerado una catástrofe.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE), sin esfuerzos extra, las emisiones mundiales alcanzarán las 69 Gt en 2030. Para cumplir con el objetivo de los dos grados, haría falta que la cifra hubiera descendido a 42 Gt ya, con el objetivo de llevarlo a la mitad en 2050 y llegar a cero en 2100.
A diferencia de lo ocurrido con el Protocolo de Kioto, en París no se plantean objetivos obligatorios ni multas en caso de incumplimiento. La Unión Europea y la ONU intentan que los objetivos sean vinculantes desde un punto de vista legal. Estados Unidos, que no firmó en Kioto, se resiste a ello por la presión de los republicanos sobre la Administración de Obama.
CONTRIBUCIONES POR PAÍSES
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LAS EMISIONES SE DISPARAN